IV. : From children to adults

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***

─ ¡Ven Ciel! ¡Vamos a jugar! ─ Exclamó con entusiasmo una pequeña Elizabeth jalando de la mano a su acompañante. 

─ Pero Elizabeth... ─ Murmuró con miedo el pequeño y tierno niño de cabellera azul oscura.

─ ¡Vamos! ¡Un rato más! ─ Suplicó. ─ Hasta que regresé mi madre de hacer sus aburridos trabajos, no tengo mucho que hacer ─ Hizo una mueca de dar pena, como un pequeño perrito triste.

─ Esta bien Lizzy, solo un rato más ─ Suspiró con una sonrisa para animar a su amiga, o mejor dicho, su prometida.

─ ¡Sí! ─ Saltó de alegría. ─ ¡Muchas gracias Ciel! ─ Lo abrazó con mucho cariño, por mientras él soltaba risitas acompañando el muy feliz ambiente.

─ Señorito Ciel, señorita Elizabeth ─ Llamó una voz familiar.

─ ¿Uh? ─ Observó de reojo y resultaba ser Tanaka, el mayordomo principal de su familia. ─ ¡Hola Tanaka! ─ Saludó el pequeño infante.

─ ¡Ah! ¡Buenas tardes Tanaka! ─ Elizabeth se apresuró en hacer una reverencia rápida extendiendo los lados de su vestido con sus brazos.

─ ¡Tanaka! ─ Exclamó con sorpresa inocente.

─ Que bueno que los encuentro, la Sra. Midford esta en espera de usted Srta. Elizabeth ─

─ ¡Aaah! ─ Se quejó Elizabeth. ─ No es justo, quería permanecer jugando con Ciel un rato más ─

Ese día era uno como otro donde no era más que permanecer a gran cercanía con mi prometido, como no olvidaría esos días inocentes donde correteábamos por toda los rincones de la zona como chiquitines.

Ese día era uno como otro donde no era más que permanecer a gran cercanía con mi prometido, como no olvidaría esos días inocentes donde correteábamos por toda los rincones de la zona como chiquitines

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A veces deseaba con que fueran interminables esos días y que solo, con un deseo mío, pudiera permanecer el resto de mi vida con él para siempre.

Era ese cliché sueño que tenía cada minuto que pudiera hacer ilusión, pudiera ser interminable, pudiera ser en algún momento tocable.

Me siento estúpida al tan solo creer eso de niña y verme una adulta madura tener presente eso, que vergüenza.

Mientras más recuerdo eso, me hago pensar que me he vuelto dependiente, o solo no me pude desenvolver tanto como debería, no salir del caparazón.

Tal vez solo sea yo, tal vez solo me siento insegura de mí misma, quizás se deba a alguien más, a lo mejor sea algo que guarde tan adentro mío que ni yo misma sepa que es, que vive dentro mío y que en algún momento, sea ahora o más adelante salga. 

Que confusión...

***

Con el corazón en la boca, Elizabeth no podía inmutar movimiento alguno más que su respiración al deleitar a su marido a centímetros de ella, se supone que estuviera trabajando bajo ordenes de la Reina, y lo encontraba en aquella fiesta.

Married demonized (Ciel Phantomhive y Elizabeth Midford)||KuroshitsujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora