VII. : The considerate gentleman

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Por mientras era bañada en un perfume olor a lavanda, Elizabeth solo tenía espinas de confusiones en su cabeza clavadas como agujas, respingó cuando sintió como el corsé que llevaba puesto comenzó a ajustarse más y más gracias Paula, quien hacía su esfuerzo para hacerla ver encantadora.

─ Por todos los cielos mi lady ─ Reprochó Paula con sus brazos adoloridos por su fuerza. ─ Colaboré un poco en ayudarla en esto ─

─ ¿Qué? ¡Ah...! ¡Lo lamento! ─ Hundió más su panza, sintiendo ardor por su pelvis entrando de golpe. ─ Uuf... ─ suspiró cansada.

─ Perfecto ─ exhaló Paula. ─ Solo alta colocarle sus ropas correspondientes. ─

"Aún no logró creer que esto este pasando", pensó Lizzy sintiendo las telas alrededor de su cintura en forma de una campana. "Debería de decir algo pero quizás no sea malo, además, me agrada la idea de salir a una fiesta que haya dedicado la Reina, tal vez sea entretenido"

─ ¡Ya esta mi lady! ─ exclamó la castaña. ─ ¿Le gusta? ─

─ ¿Ah? ─ giró su vista al gran espejo enmarcado en bronce, encontrándose con la sorpresa de su figura. ─ Cielos ─

No tuvo ni aliento Elizabeth cuando vio lo que vestía, por un lado no sabía si estar a la negativa o solo dejarlo pasar.

No era nada más que el color del vestido.

No era nada más que el color del vestido

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En la esperada fiesta de la Reina Victoria, se ubicaban como muchedumbre los nobles invitados quienes vestían de ropas sublimes y exquisitas, las damas llevaban telas de cualquier tipo: seda, terciopelo, tafetán, satín, entre otras más. Eran ocasiones sumamente raras en que la Reina estuviera presente, lo cual sería considerada una única oportunidad para cualquiera en acercarse a ella y poder tener una relación entre noble con la gran majestad.

─ Santo cielo... ─ Musitó Elizabeth viendo desde la ventana de su carruaje envidiando los vestidos del resto de las damas. 

─ ¿Pasa algo? ─ Arqueó una ceja el cabellos azules al observar a su prometida.

─ ¡Ah! ¡No, nada!, solo que estoy... Muy nerviosa... ─ Tartamudeó con sus manos temblorosas y con un leve sonrojo de vergüenza.

─ No te preocupes, después te acostumbras a las grandes multitudes como estas ─

─ ¿Crees que este vestido sea para esta ocasión...? ─ rozaron sus pulgares.

─ Yo lo veo perfecto ─ soltó sin alardeos.

"Parezco como si anduviera en luto o fuera una noble gótica que odia la interacción", pensó con rapidez, sintiéndose fea a comparación de otras damas. 

Married demonized (Ciel Phantomhive y Elizabeth Midford)||KuroshitsujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora