Choi Jongho ➵ Part-time Boyfriend.

014. Barreras.

-No demores, tu prometido ya llegó.

Fue lo último que dijo su madre antes de cerrar la puerta tras irse. Yiseo suspiro, ese dia fue igual o peor de terrible que ayer. Jongho  ni la fue a buscar, en parte agradecía eso. No queria ver nuevamente su expresión de dolor.

Volviendo al lado negativo, a penas llegó de la escuela su madre la obligó a alistarse. Habia tomado con ayuda de una de las mucamas la ducha más larga de su vida. Ahora tenía puesto un elegante vestido sobre las rodillas negro que estaba segura su madre había comprado en la mañana; su cabello también había sido acomodado en un moño y sus zapatos... se sentia la cenicienta. Ni hablar del maquillaje que adornaba su rostro. Se miró en el espejo una vez más.

Esa no era ella. No era Byun Yiseo.

Dejó el pequeño cuadro con la foto de su hermana sobre la cómoda y tomó un respiro. Frunció el ceño, estaba lista para afrontar lo que viniese. Si ella no podia escoger apartarse, al menos trataría de espantarlo a él.

Prendió el foco, eso contaba, ¿verdad?

Sonrió, había tenido una muy buena idea. Apagó la luzy caminó escaleras abajo.

- Allí está, lamento la demora.- soltó su madre cuando la vio bajar por las escaleras.

Yiseo creyó estar viendo mal, cerró sus ojos y los abrió nuevamente corroborando el rostro de la persona frente a ella.

- Hija, él es Kang Yeosang.- presentó.- Ella es Byun Yiseo, mi bella y única hija.

Yiseo examinó al chico de cabellos rubios que la miraba con un rostro neutral. Debía de ser una broma, ¿tan pequeño era el mundo?

- Es un gusto, Yiseo.- se inclinó Yeosang.- pero señora Byun, según informes, Yiseo no es su única hija. Leia Byun es la mayor.

- Sí querido pero ella ya está muerta, no cuenta.- dijo una sonrisa ocultando sus ojos en el proceso-. Mi única hija es la que ve frente a sus ojos, y está muy dispuesta a casarse con usted. Leia no entra a conversacion en esta casa.

Yeosang  no perdió el momento en que Yiseo bajó la mirada y se encogió en su sitio mientras presionaba los puños.

Kang era alguien muy observador, pudo darse cuenta fácilmente que las cosas no iban bien en esa casa. Y la hermana mayor era el tema más sensible para su... prometida.

- Si no le molesta, me gustaría hablar con Yiseo a solas.- enseñó sus dientes en una sonrisa.-  así podemos conocernos mas.

- Oh, pero por supuesto.- se apartó de las escaleras.-  Yiseo puede llevarlo a su habitación.

La de cabellos marrones rojizos abrió sus ojos en sorpresa. Ella nunca había llevado a nadie a su habitación; sin embargo, Cuando estuvo a punto de protestar, su progenitora le dirigió una mirada tan sombría que las palabras se atoraron y murieron en su garganta.

- Sigueme.- habló con tesquedad.

Ignoró el reproche en el rostro de su madre y se dirigió nuevamente a su recámara. Una vez ella y el mayor estuvieron en su habitación, cerró la puerta tras de ella.

- Es un lugar muy bonito.- comentó Yeosang examinando el lugar.

- No esperes que esté feliz con esta noticia.- se cruzó de brazos.

Yeosang conectó su mirada con la de ella y suspiró tomando asiento en la silla frente al escritorio. La giró para así quedar encarándola.

- Yiseo, yo tampoco quise esto.

- ¿Jongho lo sabe? -preguntó cortante.

- No se lo he dicho.- bufó.- Jongho no está bien ahora, ¿cómo le voy a decir que me comprometieron con su novia?

Yiseo bajó la cabeza.

- No soy su novia.- se abrazó a sí misma.- no sé si recuerdas, pero ese era su trabajo de medio tiempo. Y estoy segura que después de ayer, se puede considerar libre del contrato.

Yeosang frunció el ceño.

- ¿Qué sucedio ayer?

Los ojos de Yiseo se aguaron y los frotó con sus manos para apartar las lágrimas.

- Nada que te importe.

- Jongho es mi mejor amigo, ¿sabias?.- no contestó. Yeosang negó sacando un pañuelo de su saco.- Al menos limpiate, ya corriste tu maquillaje.

- No lo necesito, gracias.

Kang se comenzaba a frustrar, Yiseo si que era complicada.

- Bien, no sé qué mierda haya pasado. Pero es muy claro que tú no te quieres casar conmigo. Y te tengo buenas noticias, yo tampoco.

Yiseo frunció el ceño.

- ¿No aceptaste voluntariamente el ser comprometido?

- Yiseo, ¿quién en su santo juicio quiere que decidan por él a quién debe amar? - bufó-. Lamentablemente no podia rechazar el compromiso, tus padres podían romper lazos con la empresa si era así de repentino. Mi padre me puso en jaque.

La chica soltó un suspiro de alivio y se dejó caer sentada sobre su cama. Yeosang se puso en pie y se agachó frente a ella.

- ¿Qué es lo que quieres con Jongho, Yiseo?

Pudo ver las lágrimas caer de sus grandes ojos. Le tendió nuevamente el pañuelo, ella lo aceptó, pero en vez de limpiarse tapó su rostro.

- Me gusta, Yeo. Me gusta mucho.

El mencionado sonrió acariciando la cabeza de la chica.

- ¿Porqué no luchas por él entonces?

- No entiendes, no puedo.- bajó el pedazo de tela enseñando su rostro rojizo, ojos hinchados y con todo el rimel cayendo por sus mejillas.- Mis padres me enviarian a un internado y eso me aterra, además... podría no volverlo a ver.

Comenzó a sollozar y Kang se puso en pie, sentándose a su costado.

-Te diré algo, tal vez no sea algo muy nuevo para ti, pero no tengo nada más que decirte.- Yiseo volteó a verlo, él tenía la mirada clavada al frente.- En la vida muchas personas se meterán como obstáculos en tu camino, pero una vez un amigo mio me dijo que pase lo que pase, todas las rutas llevan a un mismo lugar. Depende de tí quedarte atascada o seguir avanzando.- dio la vuelta mirándola.- Pueden imponerte cosas y amenazarte, pero eres tú quien al final se pone las propias barreras y se estanca. No te quedes ahi, Yiseo.

La menor tomó entre sus dedos la tela de su fino vestido, y no remedio en arrugarlo con la presión de sus manos.

- Me enviarán a un internado...

- Pues que lo hagan, que se atrevan a hacerlo.- se encogió de hombros.- No les des el gusto, Yiseo. Demuéstrales que pueden hacer lo que quieran, pero jamás llegaran a manipularte. Quiero mucho a Jongho, Yiseo, y sé que tú también. No lo dejes por favor... no tú.

Yiseo finalmente sonrió.

- Gracias Yeo, eres un gran amigo.

- Lo sé.- revolvió sus cabellos.

- ¡Señor! -ingresó Wooyoung sin tocar la puerta.- Le tengo noticias.

- No es mi despacho, deberías tocar la puerta antes de entrar.-suspiró.

- Lo lamento, pero me urge.- extendió un periódico.-  Lo hizo, señor. La noticia de su compromiso con la señorita Byun ha sido publicada en la red de periódicos más conocida del país.

- Ese viejo...- Kang sintió ganas de golpear a su padre. Ese señor estaba destruyendo el poco respeto que le tenía.

- Al parecer los inversionistas ven esto como una buena alianza e incluso hay más empresas que se quieren unir a la suya, pues dicen que será más poderosa.- terminó Wooyoung.- Comentaron que les parece asombroso que usted esté tan comprometido con el futuro de la agencia como para casarse solo por ello.

Miró a Yiseo, quien también le veía consternada.

- ¿Podría ésto ser peor?