- Niñas, tengan un buen dí...
Ni siquiera pudo terminar cuando Myungbin corrió al interior del recinto llevando a su hermana de la mano, quien solo le dirigió una mirada triste al mayor.
¿Alguna vez se imaginaron lo que siente aquel peluche abandonado a la esquina de su habitación? Pues, Jongho acababa de experimentarlo. No era fácil acostumbrarse al hecho de que de un día para otro sus pequeñas le ignorasen de aquella manera.
Suspiró cambiando de dirección hacia su instituto.
- Por poco y no llegas.- se burló San.- Fuera de bromas, ¿todo bien?
Jongho suspiró con una sonrisa no precisamente alegre.
- Tomen asiento.- alzó la voz el profesor Jeong acomodando sus gafas.-. Hoy me gustaría darnos un descanso y en cambio ponernos a pensar sobre un caso.- volteó a la pizarra comenzando a escribir en letras grandes-. Pares destinados, ¿qué opinan?
-Palabrería profesor - contestó una alumna-, uno decide qué hace de su vida y con quién la hace. Nadie está destinado, eso es pura mentira.
- Yo opino lo contrario.- se puso en pie San con una sonrisa-. Desde que nace cada persona tiene un camino que nos guia a nuestro destino, el cual está compuesto de múltiples divisiones las cuales consisten en las decisiones que tomamos. A Veces pueden ser atajos u otras veces complicaciones, pero todos llevan al mismo lugar. Y es inevitable que ciertos caminos se crucen. No necesariamente como una forma romántica, puede ser también amistosa. Mientras más caminemos, más personas conoceremos y algunas son las que decidirán acompanarnos en un mismo sendero; a veces tomaran rutas distintas, pero una vez los caminos destinados se encuentran no importa qué tanto se alejen, siempre volverán al mismo lugar.
Todos los alumnos, incluído Jongho, miraron consternados a Choi tras no ser capaces de comprender. El profesor Jeong, sin embargo, sonrió aplaudiendo satisfecho. Todos lo copiaron por consiguiente.
- Tiene razón, Choi San. No pudo haberlo dicho mejor.
[•••]
Sentía sus manos sudarle por lo que las limpió rápidamente en sus pantalones. Después de la confusión causada por su amiga de la infancia y la guerra silenciosa que sus hermanas parecían tener con él, la sonrisa de Yiseo parecía ser la única forma de mejorar su dia.
- Yiseo...
La chica salia abrazando los libros con la cabeza gacha. Chocó con el cuerpo del mayor y eso la obligó a alzar la mirada topándose con esos ojos que la miraban como si el solo verla le transmitiese la paz que tanto necesitaba.
Y sintió como nuevamente su corazón se partia en pedazos. No pronunció palabra alguna y continuó su caminar.
- Yiseo -tomó su brazo deteniéndola-, ¿qué sucede?
Y ahora esos orbes la miraban con genuina preocupación. Lamentablemente la voz de su madre resonaba repitiéndose una y otra vez en su mente. La sola idea de ser enviada a un internado le aterraba, mucho más sabiendo que de alguna u otra forma sus padres terminarían casándola con alguien aquien ella no quiere.
No habia salida para ella. Sus dos opciones eran caminos que llevaban al mismo final, podía tomar el más largo pasando por el internado o el más corto disminuyendo la agonía y yendo al punto.
- Por favor- tomó la mano de Jongho delicadamente así apartándola de su brazo-, no hagas esto más dificil para mi...- sus ojos se aguaron.
- Yiseo, no comprendo...
Solo atinó a mirarle con lágrimas saliendo de sus ojos antes de finalmente alejarse de él.
Jongho quedó en pie sin saber exactamente cómo se suponía que debía reaccionar.
Habia oido muchas veces lo que se sentia un corazón dañado. No imaginó que él pasaria por eso, y mucho menos sin saber qué hizo mal.
No supo cuánto tiempo pasó, hasta que el recuerdo de sus
hermanas llegó a su mente haciéndole moverse para ir por
ellas.- Hola niñas...
Yujin y Myungbin lo ignoraron avanzando por delante. Dio un suspiro antes de seguirlas y llevarlas a casa.
- Cámbiense para que coman cómodas... y estoy hablando solo.
Al parecer sus hermanas ya habían ido a su habitación dejándolo solo en la sala. No dio más vueltas al asunto, se sentó después de poner los platos en la mesa. Le había sobrado plata que le dio Yiseo y por ello pudo preparar la comida favorita de las niñas. Pensó que tal vez así le perdonarían.
Pero incluso cuando vieron la comida que las aguardaba no pronunciaron palabra alguna, comieron en silencio. Al finalizar dejaron su plato en el lavatorio, lo lavaron y volvieron a su cuarto.
Jongho habia pasado por mucho. Aguantó el abandono de su padre, controló la soledad de la ausencia de su madre y manejó los problemas que ello abarcó.
A su joven edad había hecho más de lo que un adulto normal hacía, y pese a ello, aunque lloró, no se quejó de lo poco que tenía. ¿Esto porqué? Porque tenía dos pequeños angelitos que cuidar más que a sí mismo. No importaba pasar hambre, no importaba no dormir. Era su deber y cumplirlo le hacía feliz.
Pero... ahora no tenia nada. Jamás había dolido tanto un abandono para el chico. Y sí, sus hermanas seguian allí, en la habitación de al lado.
Más se sentia como si no estuviesen.
Sus ojos comenzaron a picar; Jongho quería tanto llorar, pero no quería hacer a sus hermanas sentir culpables. Decidió marcar el teléfono de Yeosang.
- ¿Aló?
- Kang - fingió una risa-. ¿Tienes tiempo?
- Bueno, estoy a dos minutos de una reunión importante.
Lo intentó, pero no pudo acallar el sollozo que salió de su garganta.
- ¿Sabes qué? No importa. ¿Pasa algo?
- N.. no es nada.
- ¿Estás seguro? Siempre voy a tener tiempo para ti, Jongho. No estás bien, ¿verdad?
- Sí lo estoy, es un resfriado -soltó otra risilla-. Solo quería molestarte bestia.
- Hmm... no me convence pero te lo dejaré pasar por esta vez. Igual si lo necesitas puedes llamarme, mandaré a los inversionistas a la mierda.
Jongho rió, está vez en serio. Su mejor amigo siempre lograba sacarle una sonrisa.
- Ok. Nos vemos Yeo.
[•••]
La reunión habia terminado hacia unos diez minutos, Yeosang estaba exhausto.
- Señor, disculpe la intromisión, pero tengo algo que informarle.
- Pasa, Wooyoung.
El coreano extendió la carpeta hacia su jefe.
- ¿Qué es esto? -preguntó Kang abriendo el documento.
- Lamento la noticia tan repentina, señor.- rascó su nuca incómodo.- Sucede que su padre ya arregló su compromiso.
- Ese viejo... - Yeosang puso su mano en su frente, ya que estaba dando migraña-. ¿Con quién rayos se atrevió a hacer negocios sobre mi futuro?
- La familia Byun.
Sintió escalofrios producto de los nervios al escuchar ese apellido.
- ¿Byun? ¿Los de nuestra empresa aliada?
- Ellos mismos, señor.
- Pero ellos solo tienen una hija y ella es...
Inmediatamente Yeosang examinó la hoja frente a él, pasó dos antes de llegar a la fotografía de su dichosa prometida.
- Byun Yiseo, señor - completó Wooyoung.- Mañana lo esperan en su casa para que conozca directamente a la señorita.
Esto debia ser una jodida broma.
- Maldición..
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Choi Jongho ➵ Part-time Boyfriend.
Fiksi PenggemarÉl necesitaba dinero; ella, salvarse de la exclusión social. Las mentiras de Yiseo la llevaron a contratar un novio. ❛❛En serio necesito que seas mi novio ahora❜❜ 210127 210812 ✓ Ésta es una adaptación autorizada, todos los créditos a ©DoritosForev...