Capitulo 27

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Pronto Marina se fue, y yo estaba sola con mis pensamientos. Amelia no trató de llamarme de nuevo después de su conversación con Marina, y eso me frustró un poco. No sabía de qué habían hablado, ¿Cómo consiguió mi amiga que Amelia confiara en mí? ¿Cuál fue la solución que ella había mencionado?

Me enteré unas pocas horas después, cuando el timbre sonó. Me arrastré hasta la puerta y cuando la abrí no había nadie allí, sin embargo, cuando miré hacia abajo vi un paquete marrón grande con una pequeña nota adjunta. Con el ceño fruncido lo tomé y lo puse sobre la mesa antes de leerla.

"Luisita
Dentro está tu disfraz de Halloween, puede que no te guste, pero creo que va a resolver todas tus preocupaciones, y las de Amelia. Dentro hay una foto de mi traje y, si eres inteligente (muy dudoso), vas a atar cabos y sabrás lo que va a suceder.
¡Te quiero!
Marina la mejor"


Mantuve mi ceño fruncido mientras lo leí, pero al final lo dejé de lado y arranqué el paquete. Inmediatamente vi una foto colocada en la parte superior de la caja misteriosa, y vi en la imagen un disfraz de mujer policía muy sexy, con un bastón y esposas.
Me hubiera encantado llevar ese traje y luego hacer una visita a la casa de Amelia después de la fiesta, pero era de Marina y yo, no podía copiar su atuendo. Saqué la caja de la envoltura y miré la foto del traje impreso en la caja.
"Sexy reclusa".
¿Voy a ser una reclusa? Era un traje atractivo que dejaba ver gran parte de mi cuerpo, así que no me quejo, pero yo no entiendo por qué esto sería "resolver mis preocupaciones y las de Amelia." Tal vez Marina tenía razón, y pensar tanto en ello no me ayudaría a resolverlo, así que la llamé impaciente y le pregunté qué había querido decir.
"Dios mío, Luisita, realmente sos estúpida". Dijo con un suspiro.
"Vete a la mierda, ¡sólo dime!"
"Bueno, ya sabes que no puedo beber, ¿bien?" Marina tenía problemas hepáticos, y su medico le aconsejó no beber alcohol.
"Sí".
"Y a vos te gusta beber".
"Ajá".
"Bueno, vas a ser mi prisionera"
"¿Discúlpame?" Pregunté.
"Fue idea de Amelia en realidad, pensó que sería lindo el traje pareja, pero, por supuesto, sin el aspecto pareja, algo que me dejo muy claro".
"Amelia quiere..."
"Ya que no puedo beber, vas a estar esposada a mí toda la noche, y de esa manera puede asegurarse de que no te meterás en problemas". Me interrumpió.
Corté la llamada y llamé a Amelia. Respondió después de 3 tonos.
"¿Querés que este esposada a ella toda la noche para asegurarte de que yo no te engañe? ¿Hablas en serio?"
"Yo sólo lo elegí porque era un traje lindo, Marina escogió su propio traje y entonces dijo que deberíamos ponerlos juntos." Ella respondió.
Gemí en señal de protesta y oí una leve risita en la otra línea.
"Vas a ser una reclusa sexy, Luisita... y si su oficial de policía me dice que te has portado bien, cuando la noche acabe, va a tener que entregarte a mí por una recompensa."

Wow, eso fue muy seductor. Y muy tentador. Me olvidé por completo de nuestro argumento anterior, y mi atención fue puesta únicamente en su voz.
"¿En serio? ¿Y que implicaría?" Sonreí, ella no podía verme, pero yo estaba segura de que podía oírla en mi voz.
"Bueno, eso es una sorpresa, pero recuerda... tenés que ser una buena chica para que puedas salir de la cárcel... si no es así, Marina te traerá aquí para que puedas ser castigada por tus crímenes."


"No puedo decidir cuál me gustaría recibir más." Me reí.
"Te voy a dar una pista, se buena y no va doler."
Wow.
"Quiero una foto tuya con el traje puesto antes de que empiece la fiesta, y Marina se va a actualizar conmigo toda la noche." Ella chasqueó la lengua, y me la imaginaba haciendo el sonido con un guiño. "Ah, y, por cierto, trata de no emborracharte... Creo que querrás recordar lo que he planeado" Y con eso colgó la llamada, dejando mis bragas empapadas, al igual que mi centro.
[...]
Cuando llegó el día de la fiesta, me fui a la casa de Marina en la mañana. Ella me ayudó con mi maquillaje, el cabello y yo le ayude con lo de ella. Una vez hecho todo, oí su teléfono y se fue lejos de mi línea de visión. A partir de esa acción, yo sabía que se trataba de mi novia.
Marina sonrió al texto y me miró con una sonrisa malvada, luego se fue a traer su traje. Esperé un rato, revisando mi apariencia de todas las posiciones posibles en el espejo, cuando la vi venir en un atuendo de oficial de policía bastante corto y muy sexy, mi boca se abrió mientras arremolinaba su bastón en una mano, mientras con la otra apoyaba un par de esposas que probablemente eran para mí.

La profesora de ingles - LuimeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora