Estoy completamente convencido de que estoy en una pesadilla recurrente que sólo terminará con mi muerte o mi miseria eterna.
Resoplé y me crucé de brazos, completamente molesto mientras nos dirigiamos a nuestra habitación en el ascensor. Por supuesto que él estaba tranquilo, como de costumbre, pero se veia casi tan molesto como yo. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, fui el primero en salir. Abrí la puerta con mi tarjeta y entramos.
—Whoa.—¡Esta habitación es increíble! Dejé mis maletas en la puerta y me acerque a los grandes ventanales. La vista era impresionante. Estaba tan perdido en lo que apenas noté un golpe seguido de algunos murmuros.
—¿Eres tan cabeza hueca que ni siquiera puedes mover tus maletas?—Rodé mis ojos, la magia de la vista se evaporó inmediatamente. Dándome la vuelta, lo vi pararse.
—Lo siento, señor. ¿Está herido?—Él resopló y sacudió la parte delantera de sus pantalones.
—No, estoy bien.—¡Oh, que maravilloso! Volví a apreciar la vista, empezando por el agua azul. De pronto se me ocurrió una idea maravillosa. Si pudiera conseguir que se acercara al agua, podría "accidentalmente" empujarlo. Mi interior soltó una risa.
Probablemente puede nadar idiota. Sal de tu burbuja, ¿Quieres? Suspiré y sacudí mi cabeza.Iba a tener que ver a Hoseok para una evaluación mental.
—No puedes estar allí y mirar todo el día. Tengo que asistir a una reunión y te necesito allí.—Pasó por al lado mio, caminó al baño.
—Si, señor.—Debería haber sabido que no iba poder disfrutar de esto.
🧼
Nos marchamos del hotel y tomamos un taxi hacia un gran edificio. Tuve que evitar explotar de risa cuando el conductor del taxi estornudó y JungKook le lanzó una botella de desinfectante para manos en la cabeza. Este hombre estaba loco.Ajusté mi corbata, que no sentía comoda con el calor, y lo seguí adentro. Una fila de personas lo estaban esperando, quienes asumí que eran los nuevos trabajadores. Todos se inclinaron en un total de noventa grados. Uno de los hombres salió de la multitud sonriendo.
—Bienvenido, Joven Jeon.—A pesar de que estaba hablando con él, sus ojos estaban clavados en mí. Aparte la mirada y cambie mi peso de un pie a otro.
"El Joven Jeon" mantuvo sus manos en los bolsillos, y se inclinó un poco, haciendo caso omiso al apretón de manos que ofreció el hombre. Hum, el loco de los gérmenes. A él no pareció importarle, luego giró y le tendió su mano.
—¿Y tú quién eres?—Me sonrió y estrechó mi mano.
—Park Jimin, secretario del Señor Jeon. Gracias por darnos la bienvenida.—Al menos uno de nosotros debe ser educado. Él sonrió y me cogió la mano un poco más fuerte de lo necesario. JungKook se aclaró la garganta y dio un paso hacia adelante.
—Al finalizar la presentación, me gustaría un recorrido por el edificio.—El hombre se echó a reír y, finalmente, soltó mi mano. Suspiré con alivio, tenía una mano de hierro.
—Ah, casi se me olvida que eres un hombre de negocios muy serio. Vamos entonces. Jimin-sshi asegúrese de estar cerca.—Levanté las cejas. ¿Qué demonios acaso parezco un niño de cinco años? Me quedé en silencio, ya que era lo mejor para mi y mo trabajo, los seguí a ambos mientras el hombre nos daba un recorrido por el edificio. Era impresionantemente enorme y mucho mas extravagante que la sucursal en Seúl. Varias veces JungKook me pidió que tomara nota, era quisquilloso hasta con las cosas mas pequeñas.