¿Saben lo que se siente estar en una luna
de miel? Bueno, a pesar de que JungKook y yo no estábamos casados (todavía), había sido exactamente como estar en una luna de miel. Nos besabamos, compartiamos todo y trabajábamos juntos. Por supuesto que era mucho tiempo para estar con la mismapersona, pero hasta el momento no nos estaba molestando. Además, todavía nos faltaba hacer algo, pero la tensión sexual definitivamente estaba alli. No lo habia notado, pero ya había subido dos libras comiendo chocolate. Hola, soy un chico sano y privado de sexo. Es natural. Pero creo que está empezando a superarme.—¡Es un maldito robot!—Taehyung suspiró y me dio más chocolate.
—No todas las personas que no follan son
robots.—Le lancé una mirada seria y le di una palmada en la cabeza.—¿En serio?
—¡Ah, ah, está bien! Él es un robot, un robot de acero sin ninguna emoción en absoluto.
—Dios mio, eres un monstruo.
—Aprendi del mejor.
—Pero en serio, ¿Hay algo malo conmigo?
Quiero decir, no me veo tan mal, ¿o sí?—Imposible que pase eso. ¿No dijo que te
llevaría a un lugar especial para la primera
vez?—Asentí con la cabeza e hice un puchero.—Pero eso fue hace semanas y no ha
mencionado nada sobre tener tiempo libre
del trabajo.—En verdad espero que el lugar
especial no sea la sala de conferencias.—Bueno, tu cumpleaños se acerca en pocas
semanas. Tal vez esté esperando hasta
entonces.—Suspiré y asenti. Tal vez estaba
tratando de ser romántico.—Tal vez sea así. ¿Y ustedes piensan hacer
algo especial?—Respondiendo a tu pregunta, estábamos
pensando en salir de la ciudad para celebrar nuestro aniversario la próxima semana.—Qué romántico. Asegúrense de traerme
recuerdos.—Ambos sonrieron.—Claro. Ahora vete a casa a prepararle la cena a tu "esposo". —Le sonreí y rodé del sofá para dirigirme a la puerta.
—Nos vemos más tarde.
🧼
—¿Qué quieres para cenar?—Me recosté
en su espalda mientras él yacía tendido en
el sofá. Sonrió y dejó su libro para darse
vuelta—Lo que quieras hacer está bien. ¿Dónde has estado?—Besó mi cuello mientras sus brazos se envolvieron alrededor de mi cintura.
—Estaba con Taehyung y Hoseok. Aunque te extrañé mucho.
El se rió entre dientes convirtiendo sus besos en pequeñas mordidas a lo largo de mi clavícula. Sus manos se deslizaron hacia abajo, aterrizando en mi espalda baja. Puse mi cabeza en su hombro y gemí.
—¿Jiminie?
—Um, ¿Sí?
—¿Estás bien?—No.
—Sí, muy bien. Eh, voy a preparar la cena.
Me bajé de él y fui al cuarto de baño sin
mirarlo. ¡Maldita sea, maldita sea! ¡Quiero
devorarlo! Después de un largo momento de auto-satisfacción en el baño, hice un bistec rápido con arroz con queso para ambos. Mientras comíamos, todo estaba en silencio. Sobre todo porque nos estábamos mirando el uno al otro. Con mi plato a la mitad, puse mis pies en su regazo y él agarró uno de mis tobillos.