21.

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Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que tuve un novio estable. Así que cuando desperté a la mañana siguiente, después de la confesión de JungKook. y había un brazo colgando alrededor de mi cintura, me sentí un poco mareado. Un beso aterrizó en la parte de mi hombro que no estaba cubierta con mi camiseta. Sonreí y di la vuelta, quedando cara a cara con un chico bastante apuesto.

—Buenos días.—Puse mi cara en su pecho
cuando hablé.


—Buenos días.—El me abrazó fuerte mientras besaba la parte superior de mi cabeza. Sonreí travieso y estiré intencionalmente mi pierna sobre sus muslos.

—Es absolutamente necesario que vayamos
a trabajar? Somos una pareja nueva, así que somos muy frágil.—Si, quería aprovecharme.


—Eso puede ser cierto, pero aun así tenemos que ir a trabajar.—Hice un puchero y me alejé de él, poniendo mis brazos sobre mi cabeza.


—Me imaginé que dirías eso. Tu horario para este día es terrible.


—¿Ya has visto mi horario?


—Si, le hice unos ajustes el mismo viernes.
¿Impresionante, cierto?— El sonrió y pasó sus dedos por mi pelo.


—Si, muy impresionante. Eres un pequeño
secretario perfecto. ¿Cómo debería
recompensarte?— Sonreí y me toqué el
mentón. Sexo? No, demasiado pronto.


—Hm, no lo sé. Cualquier cosa está bien para mí.—Inclinándose, besó una linea por el lados de mi cuello.


—Te haré la cena y luego podemos ver una
pelicula.—Incliné mi cabeza hacia atrás para que pudiera besar mis clavículas también.

—¿Tú cocinas?— El tarareó y llevó sus manos a mis costados.


—No muy a menudo, pero lo hago de vez en
cuando. Además, no te quiero en mi cocina
por el momento.—Rodé los ojos y apreté un
poco su pelo para que mirara hacia mí.


—Oh, así que supongo que eso significa que tu casa está lista.—El asintió con la cabeza y me dio un beso en la mejilla antes de levantarse de la cama.


—Está lista desde la semana pasada después de que volvimos de Jeju.—Sonreí y me senté.

El príncipe demonio se estaba quedando
conmigo a pesar de que su casa ya estaba
reparada.

—Oh, no podías soportar dejarme. Estoy muy halagado.

Él no dijo nada, pero pude notar que probablemente estaba ruborizado. Me reí
y caí de nuevo en la cama. ¿Quién iba a decir que los demonios podían ser tan adorables?
Salimos al trabajo y una vez que estuvimos
dentro del edificio, recibimos miradas de los empleados una vez más. Fruncí el ceño y golpeé a JungKook en su costado un poco.

—Acaso es tan extraño verte entrar con alguien?

—Sí.

¿Eso debería hacerme sentir especial?

Descarté la idea antes de que subiéramos en el ascensor. Antes de que se cerrara, alguien gritó que sostuviéramos las puertas. Extendí la mano y las afirmé.

—Oh, gracias, Jiminie. Buenos días, señor
Jeon. JungKook— me sonrió y yo hice lo mismo. JungKook por supuesto, hizo su gruñido habitual.

—¿Cómo estuvo tu fin de semana?

—Fue increíble. ¿Quieres saber por qué fue
increíble? Fue increíble gracias a ti.— Levanté una ceja.

Devil Boss // Kookmin //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora