Todo por el

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Al día siguiente, los padres fueron a despertar a Yessica. Cuando entraron, no había nadie y como todos los padres normales, decidieron esperar en el salón. Pasaron horas y horas pero no llegaba. Ya era de noche y claro está, pensaron que estaría con aquel chico y decidieron dejarlo pasar. Al día siguiente, tampoco apareció. Se comenzaron a asustar y optaron por llamar a sus amigas pero ninguna les dijeron que estaban con ellas, ni ayer ni hoy.
Estaban tan desesperados que llamaron a la policía. Hicieron todo lo que estaba a su alcance pero no los encontraban por ninguna parte.

José, decidió ir acasa de Yessica y cuando estaba cerca, vió a muchos policías por todas partes y preguntó a unos vecinos.

-¿Que ha pasado?

-Parece ser que alguien a secuestrado a la señorita Isabela o bien se a escapado... pero lo que sí sé es que ha desaparecido y no la encuentran desde hace unos días.

Al escuchar eso, a José se le vino una gran idea a la cabeza. Se fue corriendo detrás de unos arboles sin que nadie lo viera y comenzó a romperse la ropa, vió una botella rota en el suelo y cogió un trozo para hacerse unos cortes por la cara, los brazos, las manos y como un sicopata, se dió unas cuantas bofetadas en la cara. Era tan grande el odio que tenía contra Alex...

Después de autolesionarse, entró al patio de la entrada de la casa de Yessica y los padres se preocuparon al verle y fueron directamente a ayudarle.

-Dime querido, ¿quien te ha hecho esto?-dijo la madre con cara de pena

-Yo... pude escapar... El me ha hecho todo esto... con... con un... cuchillo...-dijo José poniendo voy ronca y cansada.

Obviamente, los padres le creyeron.

-A rap... rap... raptado a Ye... a Yessica...-dijo José continuando con su mentira.

Al terminar de escuchar a José, los padres dieron una orden de denuncia a Alex. José, se encargó de informarles a los policías respecto el rostro de Alex.

~Mientras tanto~

Yessica cuidaba de Alex. Los dos tenían lo necesario para pasar allí los días sin ningún problema. Alex le contó a Yessica que no tení donde quedarse muerto.

-Yessica... mis padres murieron en un trágico accidente de coche cuando solo tenía 10 años...

-Alex yo...

-Me tuve que quedar con el único tío que conocía pero me maltrataba...

-No continues porfavor...-dijo entre lágrimas.

-Me obligó a trabajar a tan temprana edad y me hacía hacer todo el trabajo sucio pero lo peor era que...

-Alex...-dijo Yessica y seguidamente, lo abrazo mientras lloraba entre sus brazos.

-Lo peor era que... me obligaba a robar a humildes personas... Yessica te juro que yo no quería...

-No es culpa tuya Alex... igualmete yo te amo...

~Mientras tanto~

La policía comenzó a hacer preguntas a los empleados. Cuando le tocó a Rosario, estaba tan nerviosa... Los policías cada vez más sospechaban más de que supiera algo así que la presionaron y Rosario, intentando calmarse, no lo consiguió. Lo soltó todo. Cuanso terminaron las preguntas, Rosario fue corriendo hacia Robin para explicarle todo lo que pasó y Robin decidió llamar a Isabela. Les explicó lo que había pasado y Alex y Yessica, tuvieron que marcharse de allí. A Alex se le ocurrió dónde podrían esconderse. Mientras iban hacia allí, escucharon a la policía y se escondieron entre unos arbustos. Uno de los policías, vió algo moverse entre unos arbustos, cuando se fijó bien, era una persona. Llamó a la mayoría de los policías y los rodearon.

-¡Policía! ¡Salgan de ahí, los hemos visto, estáis rodeados!

Nadie contestaba. Uno de los policías comenzó a buscar entre uno de esos arbustos y de repente... recibió un puñetazo. Alex y Yessica salieron corriendo pero no pudieron escapar. A Alex se lo llevaron a comisaeia y a Yessica se la llevaron a su casa.

Cuando Yessica entró a su casa, su madre se dirigió hacia ella y le dijo:

-Nunca más volverás a ver a ese muerto de hambre llamado Alex.

Yessica se fue corriendo a su habitación llorando, con un gran dolor en su corazón.

Eran las 3:45 de la madrugada y Yessica bajó por su balcón dispuesta a escaparse, pero hubo un problema. Cuando estaba a punto de salir a la calle, dos policías la cogieron por los brazos y la subieron a su habitación. Los policías le prometieron no decir nada si ella no se volvía a escapar y así lo pactaron. Al día siguiente, Yessica no permitió que nadie entrara a su habitación, solo Rosario y Robin.

Eran la 1:30 de la madrugada. Intentó escaparse otra vez. Salió por su balcón, luego se escondió entre los arbustos de su inmenso patio y volvió a ver a los mismos policías que vió la noche anterior. Se dijo a si misma:

-Esta vez no me atraparán.

Abrió uno de los aspersores para regar la hierva y uno de los policías que hacía vigilancia, fue a averiguar lo que había pasado. A Yessica solo le faltaba librarse del otro. Yessica gritó:

-¡Socorro, socorro!

Y volvió entre los arbustos. El policía que estaba vigilando la entrada, no tuvo más remedio que ir en busca de Yessica y Yessica aprovechó la ocasión para escaparse.

Hacía mucho frío, Yessica extrañaba los abrazos y besos de Alex. Quería verlo, quería abrazarlo y vesarlo. Quería estar con el...

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