Al Día Siguiente

Te lo prometo

-Por favor, contesteme.

-Yessica...

-Yo no puedo juzgarla porque, todos tenemos motivos por los que la gente se piensa que nos equivocamps pero, sin embargo, lo hacemos por el bien de otros.

-Gracias... Cuando vi las fotos, mi mundo se derrumbó. Cuando Alex cumplió sus 5 añitos, yo no estaba casi nunca con él porque mis padres contrataron a especialistas en psicología y muchas cosas más. Cuando veía a Alex, echado en su camita, durmiendo tan plácidamente, sin saber lo que ocurría, me dolía. Él era mi hijo, fruto de un amor que jamás olvidaría ni sustituiría por nadie pero... yo estaba mal Yessica. Mi mente no funcionaba bien en esos momentos y tomé el peor error de mi vida. Cogí a Alex entre mis brazos y lo llevé a una iglesia. Me reuní con el padre y él me comprendió, a duras penas, pero lo hizo. Se ofreció en llevarlo a un orfanato y yo le di mil gracias. Cuando salí de la iglesia, partí rumbo hacia la casa de una amiga que vivía en un pueblo, fuera de la ciudad. Allí ella me ayudó en lo que pudo y hasta que decidí estudiar. Lo siento tanto... yo solo pensé en mí... dejando a mi hijo...

-No Iba, usted no tiene la culpa de nada. Venga.

Yessica la abrazó. Sentía un dolor en su pecho, tristeza.

-Le traeré a Alex, no se preocupe, se lo prometo.

- Gracias... muchas gracias Yessica...

Su voz se rompía con cada palabra, ella deseaba volver a ver al fruto de un amor invensible.