❝Los Ángeles como tú no pueden volar al infierno conmigo. ❞
⠀ㅤㅤㅤㅤ ❥ Pareja Principal: Wei Ying x Xie Lian.
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Listo, vayan a leer corazones. ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ Por la noche, antes de que dieran las nueve, Hua Cheng decidió mejor ir a la camara que se le fue asignada a Xie Lian.
Era más sencillo para él ir que viceversa, pues sus camaras estaban relativamente lejos, por lo que si Xie Lian se arriesgaba a cruzar hacia el pabellón donde estaba la camara de Hua Cheng a esas horas... Probablemente hubiera sido descubierto fácilmente.
—San Lang...¿Crees que ahora podría saber cómo y por qué llegaste aquí?. Realmente creo que este es el último lugar donde hubiera esperado encontrarte.
—En realidad, originalmente había venido solamente para investigar un asunto de Ciudad Fantasma aunque... Tampoco es de gran importancia. — Hua Cheng se hundió de hombros.
—Sino fuera importante San Lang no estaría aquí.
— Gege es tan astuto. — Hua Cheng omitió deliberadamente esa parte de la conversación y continuó — En mi camino escuché rumores.
—¿Rumores?. ¿Que rumores?.
—Escuche rumores sobre una Secta que estaba siendo perseguida y acusada de grandes crímenes. — Empezó — La secta se ocultó por mucho tiempo y estaba en desventaja, hasta que de la nada desapareció del radar. Al parecer encontraron un escondite, pero los rumores sugieren que la figura de blanco que parecía ser un Cultivador errante, y según ellos apareció de la nada, tuvo algo que ver con el Patriarca de Yiling.
A Xie Lian casi se le cae la cara en ese instante. Hua Cheng se cruzó de brazos y arqueó una ceja.
— Gege dime la verdad. ¿Te involucraste con ese Patriarca de Yiling?.
—No. — Hizo una pausa haciendo una mueca — Bueno si. ¿A qué te refieres exactamente San Lang?.
—. . .Gege...— Hua Cheng guardó silencio unos momentos pensando en las palabras apropiadas —...Cuando te lastimaste tuve la oportunidad de venir aquí. Te encontré en un estado preocupante, y tuve que prestarte de mi energía espiritual para poder estabilizarte.
—¿Eh?. — El rostro de Xie Lian inmediatamente enrojeció y todos sus pensamientos anteriores fueron opacados. El corazón de Xie Lian golpeó con desespero y su voz tembló. —¿Quieres decir que nosotros nos...?.— Xie Lian titubeó. Su mente justo ahora era un caos y sentía la necesidad de taparse las mejillas con ambas manos.
