28- La amor por...

1K 109 18
                                    

—Bellatrix, tu los lideras— asignó Voldemort, después de salir del ministerio

—Yo puedo acompañarla— se propuso Draco, a sabiendas que Luna estaba ahí

—vaya, querido Draco, al fin puedo ver tu iniciativa— canturreó complacido, Draco sonrió a medias ante la felicitación implícita —pero no me apetece está vez— negó, dándose la vuelta y dejándolo con la palabra en la boca

—Pero...—

—he dicho que no, querido, no desobedezcas a tu amo— le cortó, aún saliendo del salón para dirigirse al despacho

El prácticamente fue escoltado a su habitación y al cerrar la puerta les oyó alejarse por los pasillos

Iba a desaparecerse, pero escucho a Nagini sisear detras de su puerta y esa fue una amenaza contundente de que ni siquiera lo intentara

La desesperación le invadió y no se detuvo a pensar que, solo tiró y rompió todo a su paso, no sabría si Luna se encontraba bien y lo más terrorífico fue lo que le dijo su tía antes de partir

voy a torturarla cuanto me plazca, es más divertido saber que su dolor afecta a alguien más

Sentía que al pensar en sus palabras le enfriaban la sangre, podia experimentar nítido como si la cuchilla filosa se presionara contra su pecho y por alguna razón su cuerpo sentía leves corrientes de dolor

Estaba furioso, necesitaba cuidarla y lo único que le ordenaron fue mantenerse dentro de su habitación

—Draco— llamó su madre —¿Que es lo que te pasa?— cuestionó molesta

—después lo limpio— acotó, pateando algunos cristales —vete— ordenó

—¿para que?, ¿Para que hagas explotar el lugar?, Por supuesto que no, ahora siéntate y mantén la calma— le demandó casi empujándolo para tomar lugar en la cama

—vete— repitió

—¿Por que estás así?—

—por que la amo y si algo le llegase a pasar una parte de mi moriría con ella— contestó y más allá de eso se lo estaba recordando a si mismo

—Deja de sonar como un idiota enamorado— aseveró, realmente enojada por qué el no guardara sus emociones —acepta tu realidad, no se de quien estás hablando, pero si la mantienes en secreto es por algo, no pueden estar juntos y punto—

—no digas eso— le rengo, alejandose de la mano que se apoyaba sobre su hombro, como si quemara —ni tu, ni papá pueden decir o interferir en esto, ustedes fueron los que me metieron en las filas de Voldemort, los que me ahogaron en el lodo— acusó, mirandola con molestia y profundo dolor —ella es lo único que me queda— quería hacer entender a su madre, quería salir corriendo, pero ella le impedía el paso y empujarla era impensable

—¿te estás escuchando?— cuestionó su madre, con severidad —como puedes aferrarte a alguien que no es tu familia—

—ella lo es— aseguró —es mi familia, no me interesa nada más que ella, ni su arbol genealógico o su estatus sanguíneo, es Luna, es mi Luna y la amo, como jamás pensé hacerlo— le dijo por fin, con una firme serenidad, haciéndole parecer más adulto que nunca, la mujer se quedó perpleja, asombrada de quién se trataba

Recobro la compostura para seguir con la conversación —es absurdo, tienes 17 años, más te vale olvidarla—

Draco miró a su madre, cada palabra que salía de su boca lo hería, sentía que sus padres no tenían la capacidad para reprocharle nada, ellos en lugar de protegerlo lo arrastraron hacia el pozo sin fondo y cuando encontró compañía, alguien que lo sostuviera para no caer, simplemente estaba mal ante sus ojos, su madre era injusta

extraña casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora