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❪ johnny ❫
eran tan solo días, apenas un par de noches desde que no la veía, comenzaba a olvidar como era no recordar lo que soñaba la noche anterior. incluso había llegado a pensar que florencia se quedaría ahí por el resto de mis días, o noches, si es que lo podía llamar así.
pero, aún así, sabía que no estaba descansando, no lo hacía porque todo el tiempo estaba pensando en ella, en la chica de piel morena y cabello extravagantemente negro que me atraía.
su ausencia se sentía, y no me gustaba para nada, no me gustaba que comenzaba a tener aquella sensación en el pecho que me recordaba que la extrañaba.
después de todo, florencia siempre fue un producto de mis sueños, en algún momento acabaría, pero no esperaba que fuera de está manera, no de un día para otro.
o, irónicamente, de una noche a otra.
¿por qué me sentía de está manera? ¿por qué tenía que ser precisamente con una chica que solo se encontraba en mis sueños?
soportaría incluso miles de kilómetros, pero sabía que no era así, y sabía que florencia no podía estar en otro lugar que no fuera en mi cabeza, pero ahora mismo esa tampoco era una opción.
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—¿por qué tan distraído? —darian, como se había hecho hábito, me saco de mis pensamientos.
la mire, se veían ligeramente divertida, pero aún así podía notar que estaba preocupada, no quería que lo hiciera, no quería que se preocupara por algo que ciertamente no tenía una solución.
—no es nada. —me límite a decir.
me estire un poco sobre la silla, antes de soltar un bostezo, mis ojos pesaban producto del cansancio.
—¿sigue siendo ella? —negue, el ceño de darian se frunció. —sabes que puedes decirme cualquier cosa, ¿cierto?
—no es nada de que preocuparse, en serio. —asintio por lo bajo, aún sin creer completamente en lo que decía.
y si era sincero, yo tampoco sabía si podía creer en mis propias palabras.
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12:03 am.
mire por última vez los números rojo neon en el reloj digital que descansaba junto a mi cama, estaba cansado, no había sensación más fuerte en este momento dentro de mi, excepto por una, me sentía vacío.
pero no podía descansar, no podía cerrar mis ojos y tratar de dormir porque aunque lo hiciera, sabía que mi mente ni estaría descansando como lo haría mi cuerpo. y porque sabía que al caer en aquel estado profundo de sueño, florencia no estaría ahi.
aunque, ¿qué perdia con tratarlo? ¿qué perdia con cerrar los ojos y esperar a que llegara con su brillante mirada de un negro tan profundo como dos lagunas?
que sus delgados labios se curvaran ligeramente en una sonrisa al escucharme hacer un pregunta.
en momentos como estos, odiaba no poder expresarme completamente, lo detestaba, porque sentía una sensación de vacío en mi pecho, tan profunda que provocaba un nudo en mi estómago y, a su vez, que mi garganta se secara.
no sabía que era lo que tenía, el corazón roto quizá, porque su ausencia no había provocado más que eso, pero no podía culparla así lo deseara, todo lo había hecho yo, todo se había creado en mi cabeza.
solo esperaba cerrar los ojos y soñar con ella, que mi conciencia la trajera de vuelta puesto que sin ella me comenzaba a sentir perdido. ahogándome en mis propios pensamientos puesto que no tenía con quién compartirlos.
estúpidamente, la peor compañía que podía tener era yo mismo, solo me recordaba lo que ella diría o haría con cada uno de mis pensamientos. era una pequeña y lenta tortura que se sentía como si insertan miles de agujas en mi cabeza, provocándome que se sintiera explotar.
me desesperaba, principalmente la idea de que no encontraba el camino por mi mismo, que había dejado que mis sentimientos, mis expresiones y mi personalidad dependiera de una persona que simplemente no existía, o quizá más que estar desesperado, me encontraba frustrado.
¿pero que soy ahora? ¿que si estoy cansado? ¿que si soy la principal persona a la que no quisiera cerca?
sentía que caía, que caía otra vez, que caía muy profundo, ¿ella me extrañaría? esperaba que si, porque yo lo hacía.
porque yo extrañaba a florencia con cada uno de mis respiros, porque yo necesitaba de florencia.
