Capítulo 4

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Cuando ambos jóvenes se levantaron y desayunaron, empezaron a hacer revisión de todos los suministros que deberían llevar durante el viaje. Tampoco era que necesitasen gran cosa, pues Aether podía recolectar cualquier fruto del bosque y preparar una excelente sopa de verduras en cualquier momento. Decidieron llevarse un poco de comida, materiales de emergencia, y ropa para el viaje. Cuando estuvieron listos, estaban a punto de salir del edificio, cuando de repente apareció Paimon flotando como siempre, y chilló con sus pequeños pulmones:

-¿Adónde os vais vosotros dos, que no habéis avisado a nadie?-preguntó extrañada de ver aquella escena-. Aether, Keching pregunta por ti.

Ante aquella declaración, el rubio se puso muy colorado al momento, cosa que no pasó desapercibida para el Fatui.

-Vaya, no sabía que el Equilibrio Terrenal estaba tan interesado en ti, amigo- dijo picando al viajero. Sin embargo, éste no se cortó un pelo, y respondió victorioso.

-No sabía que te gustaba espiar a Zhongli a escondidas, Tartaglia- el mencionado, al oír aquellas palabras, dio por perdida la conversación, e intentó cambiar de tema rápidamente, prestando atención a Paimon de nuevo.

-Paimon, estaremos fuera un tiempo, vamos a realizar una expedición bastante larga, y no creo que quieras venir con nosotros, teniendo a Xiangling al lado para prepararte platos tan deliciosos- dijo Tartaglia. A Paimon se le iluminaron los ojos al momento, y empezó a babear.

-Comida de Xiangling... descansar de aventuras... Creo que Paimon se quedará en Liyue con Xiangling- dijo la hada flotante. Y así, Paimon desapareció del piso del viajero, buscando de nuevo a la cocinera del restaurante Wanmin. Tartaglia y Aether al fin salieron de la casa, cerrando el último con llave el hogar, para caminar hacia las afueras de Liyue. El camino iba a ser largo, así que decidieron hacer varias paradas. Una de ellas, era en la Posada Wangshu, donde Aether esperaba encontrarse a Xiao de nuevo. Quería volver a visitarlo, y pasar otro rato como el de la noche anterior con él. Se había sentido bastante feliz al ver que el Adeptus de soltaba un poco más con él, y eso era un gran avance.

Ambos amigos habían salido ya de Liyue. Aether iba con sus ropas habituales, mientras que el Fatui llevaba en una pequeña bolsa su atuendo que utilizaría para cuando llegasen a Mondstadt. Ambos habían hecho ya una parada para comer, y el rubio había preparado sopa vegetariana de rábano.

-Riquísima- exclamó Tartaglia. El pelirrojo estaba disfrutando su comida con una sonrisa notoria, mientras que Aether estaba terminando de preparar su comida.

Habían hecho un alto en el Estanque Luhua, que estaba a mitad de camino entre Liyue y la Posada Wangshu. Habían aprovechado que por allí había bastantes árboles de los que recolectar manzanas y solsettias, además de menta y rábanos en un puesto de Hilichurls que había por la zona. Ambos habían disfrutado de una comida relajante y reparadora, dándose media hora de descanso antes de continuar con el viaje.

***

Retomaron su andadura al poco rato, y por fortuna no tuvieron ningún problema que atender mientras caminaban. Estaba todo bastante tranquilo. No había Hilichurls, no salían Fatuis, los slimes estaban escondidos... sospechoso, pero era de agradecer para ambos amigos. El paisaje era acogedor, un atardecer precioso, un viento suave que acariciaba la cara, pero sin la sensación de dar frío, y un tiempo favorable. No había sido un viaje muy pesado hasta donde se encontraban, pero era lo único que tenían. Los teletransportes habían sido desconectados porque estaban dando algunos problemas, y Albedo, Jean y Ninguang se habían puesto en marcha para arreglar lo antes posible ese problema. Para los viajeros como Aether, resultaba mucho más efectivo que caminar todo el rato de un lado para otro.

ᴅᴇꜱᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴅᴏ ᴅᴇʟ ʟᴏꜱ ᴄɪᴇʟᴏꜱ [Xɪᴀᴏ-ᴀᴇᴛʜᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora