Capítulo 13

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El espectáculo que Aether y Tartaglia se llevaría a cabo a las afueras de la ciudad de Mondstadt para no provocar daños dentro del perímetro de la muralla. Para ello, se aseguraron entre todos de llevar los respectivos materiales para crear una zona de combate y sillas para los espectadores. El espectáculo se llevaría a cabo a las 20:00 de la tarde, para que después todos fuesen a cenar en la intemperie a modo de camping.

El asalto fue todo un espectáculo. Aether y Tartaglia se atacaban como la primera vez que se enfrentaron. Las espadas entrechocaban y el ruido del metal provocaba pequeñas chispas. Ambos estaban entregados a la pelea, pero también se notaba que se contenían. No sería un buen plan agotar las energías horas antes de la batalla final. Tartaglia pasó a la fase dos muy temprano, ya que Aether lo había derrotado rápidamente en su estado normal. Ahí la batalla se igualó un poco más. Evidentemente, Aether era mucho más poderoso que Nobile, y por eso el ex Fatui necesitaba de su segunda y tercera fase para poder medirse ante Aether en condiciones.

La batalla duró un buen rato más, y estaba previsto que quedaran en empate, pero de un movimiento Aether le quitó el arco y Tartaglia quedó indefenso. Viéndose así, el Fatui deshizo su armadura, y volvió a su estado normal.

-Buen combate, Aether. Has mejorado desde la última vez- dijo Nobile. Aether, que le estaba devolviendo el arco, sonrió con aire de superioridad.

-Creo que tú has empeorado, ha decir verdad- soltó riéndose. El Fatui recogió el arco, y chocó los puños con Aether. Aquel gesto de complicidad tranquilizaba a todos los allí reunidos, pues veían como el Fatui mostraba tanta complicidad con el héroe de Mondstadt y de Liyue.

***

La cena resultó ser excelente. Todos formaron un círculo alrededor de una fogata, y entre el vino y el empacho de comida, Venti empezó a cantar como el buen bardo que era. Algunos intimaban más que con otros, como era el caso de Chongyun y Xingqiu, y otros bebían y simplemente se dedicaban a reírse de los demás. Kaeya y Beidou, los dos piratas, parecían estar congeniando bastante, a pesar de las miradas de celos que Rosaria les dedicaba. Jean estaba con Ninguang, hablando sobre el orden de Mondstadt y Liyue, sus diferentes maneras de gobernar y otros asuntos formales. Aquello aburría a Aether, por lo que apartó la vista de allí. Nobile ahora se encontraba coqueteando con Mona, quien parecía estar pasándolo muy bien en compañía de su nuevo amigo con el que compartía elemento.

"Menos mal que los elementos opuestos son los que se atraen" rió para sí mismo Aether. Él echaba de menos a Xiao, pero sabía que el Adeptus podía estar bastante liado con lo que tuviera que hacer, por lo que se apartó un poco del grupo, y se subió a la copa de un árbol. A pesar de haberse alejado un poco del gentío para descansar y meditar un poco, le llegaba una voz femenina desde abajo. Se asomó por debajo, pero lo único que veía eran destellos morados que iban de un lado a otro. Se quedó mirando un poco más, pero no vio a nadie. Cuando volvió a apoyarse en el tronco, se encontró con la cara de Keching. Aquello hizo que Aether perdiera el control y se cayese desde arriba del árbol hasta las raíces mismas.

-¡Ay!- dijo un dolorido Aether. Keching apareció al momento a su lado, y miró a ver si el viajero tenía alguna herida. Por suerte,el impacto no había sido muy fuerte. Keching lo acomodó junto a su cuerpo, y juntos se quedaron apoyados contra el tronco, viendo el mini festival del que sus amigos estaban disfrutando.

-No está mal, ¿verdad?- comentó Keching.- Tanya gente reunida, tantas nuevas amistades, y todo por la llegada de un extraño a nuestro mundo- dijo sonriendo Keching. Aether no contestó, pero sonreía y miraba a sus amigos.

Pasase lo que pasase mañana, él estaría muy orgulloso de todos. Había conocido a cada uno de ellos. Había formado buenos amigos y un montón de grupos. Si todo aquello acabara mañana... bueno, Aether moriría sabiendo que había sido feliz aquí. Keching lo miró, y adivinó lo que pensaba en aquel momento el rubio.

-Ey, tú eres nuestro general, y vas a llevarnos a la victoria. Yo confío en ti, como hice la primera vez que te vi- dijo mientras tomaba de la mano al Caballero Honorario. Aether apretó su mano, y la calidez del momento les embriagó. Secretamente, Aether había estado durante un tiempo detrás de Keching, pero al ver que esta se encontraba muy atareada y ocupada ayudando a Ninguang y haciendo otras cosas, que había decidido olvidarse de esa posible relación y verla solo como amiga, para no tener que molestarla.

Keching otra vez pareció adivinar los pensamientos del chico, porque sonrió para disimular el color que habían adquirido sus mejillas. Apretó la mano del chico de nuevo, pero esta vez en señal de amistad. Ambos se quedaron un rato más allí, a pesar de que sus amigos habían empezado a recoger el lugar. Keching sólo miraba a Aether, que parecía estar sumido en sus pensamientos. Intentó sacarlo de ahí, pero parecía que él hubiera entrado en trance. Viendo que Aether no reaccionaba, tuvo que darle un par de bofetadas leves, y aquello sí que hizo reaccionar al rubio.

-Perdona, pero te veías mal mirando así. ¿En qué piensas?- preguntó curiosa Keching.

-Xiao debería haber vuelto ya, me dijo que para la cena estaría de regreso- respondió Aether dubitativo. No pretendía sonar como un niño pequeño, pero así se lo pareció a él mismo. Keching miró al horizonte, y suspiró.

-A veces los Adeptus se olvidan de sus promesas, Aether. Es normal que pase- dijo ella dulcemente.

-No lo entiendes. Creo que tenía un encargo, algo difícil. Una especie de misión, de la cual no ha llegado aún.

-Aether, si para mañana no ha regresado, no podemos estar retrasando el ataque solo por esperar a Xiao. La salvación de Tevyat depende de nosotros. Si no vuelve, nos tendremos que hacer cargo nosotros. Contamos con aliado muy fuerte menos, pero eso no quiere decir que los demás no podamos hacer nada- dijo apretándole la mano.- Tranquilo, todo saldrá bien. Si no regresa para entonces, una vez acabemos con la Orden del Abismo iremos a buscarle. Seguro que alguien sabe acerca de su paradero- consoló Keching. Aether suspiró, y se levantó de allí. Ofreció la mano a la chica, quien la aceptó, y juntos regresaron a Mondstadt. Aether se despidió de Keching en la plaza, y se dirigió a su casa. Cuando abrió la puerta, se encontró con una pequeña sorpresa. Había dos personas dentro de esta.

Una de ella era Paimon, su amiga flotante, o como prefería decir él, su comida de emergencia.

La otra persona era él mismo, solo que en versión canadiense. Tenía el pelo largo y blanco, con un mechón rojo. Sus ropas se asemejaban a las de un samurai, y estaban prácticamente pintadas de rojo. Aether miró a Paimon, y le dijo:

-Antes de traer a extraños a casa, avísame por lo menos de que vuelves- dijo mientras hablaba con ella. Miró a Aether versión pálida, y le extendió la mano.- Supongo que ya sabes quien soy, imagino que mi compañera te ha hablado de mí- dijo. El chico estrechó la mano, y se presentó:

-Mi nombre es Kaedehara Kazuha, encantado de conocerte, Aether. Paimon me ha contado todo lo que ha pasado últimamente en esta zona de Tevyat, y permíteme decirte que estoy totalmente de acuerdo en que no podemos consentir que la Orden del Abismo se salga con la suya. Déjame luchar a tu lado, y cuando la batalla se salde con victoria nuestra, déjame llevarte a una zona nueva. Déjame llevarte a Inazuma- dijo el chico. Aether lo estaba mirando fijamente, y sonrió.

-Me alegro de tenerte en el equipo. Mañana te presentaré a todos los demás- dijo mientras miraba a Paimon de reojo.

-¡Paimon ha traído ayuda, y ha hecho los deberes!- dijo ella alegremente. Aether le revolvió el pelo, y volvió a hablar.

-Muy bien, Kazuha. Encantado de tenerte. Mañana al amanecer te espero en la puerta de mi casa. Ahora, si me disculpas, perdona por decírtelo así, pero tengo que descansar- dijo mientras bostezaba. Kazuha asintió con la cabeza, y se despidió con un "nos vemos mañana aquí mismo", y salió de la casa. Aether miró a Paimon, quien estaba flotando ahí, sonriendo, y dijo antes de tumbarse en la cama:

-Tú y yo mañana vamos a tener una charla importante.

Aether no esperó respuesta de su amiga flotante. Se tapó con las sábanas, y se durmió, pensando en cómo estaría Xiao, allá donde esté. 


Espero que os haya gustado el capítulo 😁

A partir de aquí, comienza la batalla ;)

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ᴅᴇꜱᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴅᴏ ᴅᴇʟ ʟᴏꜱ ᴄɪᴇʟᴏꜱ [Xɪᴀᴏ-ᴀᴇᴛʜᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora