Capitulo 7

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Jean examinó a Venti, tratando de descifrar si el bardo estaba de broma o no. Sin embargo,

cuando Venti se ponía serio, quería decir que algo malo pasaba. Jean tomó la palabra:

-A ver... ¿Me estáis diciendo que se avecina una guerra?- quiso saber.


-Así es. El Abismo está preparando un ejército para conquistar todo Teyvat. Además... -


Venti miró a Aether, como si estuviera esperando su aprobación para decir lo siguiente- la hermana de Aether está implicada en el asunto. De hecho, es la máxima autoridad del Abismo. Creo que la hacen llamar "Princesa del Abismo".


Jean, que no daba crédito, seguía la historia con suma atención, pero aquello la estaba desconcertando. Suficientes problemas ya tenían en Mondstadt, cómo para lidiar con una guerra.

-¿Y qué tenemos que hacer?

-¿Preparar al pueblo para una masacre? ¿Esconderlos en un sitio seguro?- preguntó Jean de nuevo. Para su sorpresa, la respuesta se la dio Tartaglia.

-Lo que tenéis que hacer, Caballera de Dandelion, es unir Mondstadt y Liyue. Con la ayuda de las Siete Estrellas, los Guardianes y otros Adeptus, seríais capaces de hacer frente en la batalla. Además, están los Caballeros de Favonius disponibles para luchar. Con todos unidos, podremos derrotarlos. Pero no será fácil.

-¿Y tú cómo sabes todo eso? ¿Quién eres tú?- Tartaglia miró a Aether, y este dio un paso al frente.

-Maestra, él es un amigo... Fatui- comenzó diciendo Aether.- Sé que en Mondstadt las rivalidades entre ambos grupos son muy fuertes, pero Tartaglia quiere ayudar. Él me salvó un par de veces en Liyue. Es verdad que luego nos enfrentamos, debido a los intereses de la Zarina, pero créame, él tiene un buen corazón. Nos hemos ayudado mutuamente, y él mismo creo que puede decírselo, que no es un Fatui como los demás.


Aether guiñó un ojo a Tartaglia, y éste, un poco acalorado, elevó la voz.

-Es cierto lo que dice Aether, Caballera de Dandelion...

-Dime solo Jean, o maestra Jean.

-De acuerdo, maestra Jean. El caso, que Aether está en lo cierto. Él lucha por una causa justa, y algo despertó en mi corazón cuando noté aquello. Fue una sensación de que él hacía lo correcto, que yo estaba en un bando equivocado. Eso hizo que despertara. Lo busqué por Liyue, y le expliqué mi situación... -Nobile siguió relatando la historia, y Jean asentía en silencio. Venti estaba jugando con la trenza de Aether, quien no le hacía caso.

Cuando Nobile acabó, Jean suspiró.

-Nadie puede saber quién eres aquí, Nobile, o estarás en problemas. Muchos quieren muertos a los Fatui. En fin, tendré que mentir al pueblo de Mondstadt sobre tu identidad.

-Muchas gracias, Maestra Jean.

-Pero no quita que no vayas a estar vigilado. Aether, como Caballero Honorario, tienes la misión de vigilarlo. Tú lo has traído, tú lo vigilas.

-Así lo haré, Jean. Venti, ¿tienes información al respecto de lo que se avecina?

-Aether, lo primero que tienes que hacer es hablar con todas las personas que conoces aquí, y asegurarte de que vayan a emplearse en la causa. Después, será el turno de Jean de hablar con Liyue. Yo tengo que hablar con un viejo amigo.

Aether observó a Venti, tratando de averiguar si se trataba de quien él pensaba. Venti lo miró, y sus ojos se clavaron en él. Aether formuló en silencio la palabra Rex Lapis, y Venti asintió. Ni Jean ni Nobile lo notaron.

-Bueno, pues hemos acabado la reunión. Venti, hazme el favor de enseñarle a Nobile Mondstadt. Quiero hablar con Aether en privado.

-¡De acuerdo!- estalló en júbilo Venti. -Vamos Nobile, ¡te voy a enseñar el mejor bar para ponerse bizco!

Y se fueron de allí, dejando la puerta entrecerrada. Aether se levantó para cerrarla, y cuando lo hizo, tenía la cara de Jean pegada a la suya.

¿Por qué me pasan estas cosas a mí? pensó Aether. El aliento de Jean olía a menta, cosa que le gustó a Aether. No se había fijado en que la chica tenía una nariz pequeña, pero muy linda. Se sonrojó levemente, e intentó apartar la mirada, pero Jean no se separaba de él. Tenían la nariz la una contra la otra. Jean lo había apresado. Y no era la primera vez que sentía esa sensación. Cómo podía decirle a Jean que se apartara?

-Jean, por favor...

No pudo acabar la frase

Jean juntó sus labios

ᴅᴇꜱᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴅᴏ ᴅᴇʟ ʟᴏꜱ ᴄɪᴇʟᴏꜱ [Xɪᴀᴏ-ᴀᴇᴛʜᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora