Capítulo 14

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Xiao estaba en serios aprietos. Estaba encarcelado, atado como en sus peores pesadillas. Como estuvo hace mucho tiempo, hasta que rompieron sus ataduras. Habían recreado su castigo eterno.

Lo habían torturado, lo habían golpeado, y le habían intentado sonsacar información a base de interrogatorios. Pero Xiao era fuerte, y no conseguirían sacarle nada en claro, salvo quizás sembrar más dudas. Dainsleif había encargado a varios Heraldos que se encargaran de vigilar de vez en cuando al preso, pero estos no tenían que hacer nada realmente. Al recrear la cárcel de Xiao, ésta obtenía todas las maldiciones que se habían echado sobre ella al principio, por lo que Xiao estaba otra vez pasando el mismo calvario, aquello aumentaba su karma negativo, lo llenaba de odio. Estaba volviendo a convertirse en aquel Adeptus sediento de sangre. Todos los buenos recuerdos que había tenido durante estos días se estaban esfumando... y todo por dolor, odio, y sed de sangre y odio.

Estaba descontrolándose.

Lumine paseaba de vez en cuando por la cárcel. Miraba a Xiao, y se sorprendía de la resistencia que el chico estaba mostrando. Sabía que estaba haciendo daño a su hermano haciéndole esto a su pareja, pero ella debía ganar a toda costa la batalla contra Celestia, y no importaba el cómo. Sólo había que hacerlo. Sabía que teniendo recluido a su novio, podría negociar un trato siempre a cambio, lo que inclinaría la balanza a su favor, y podría utilizar como último recurso en caso de que la batalla fuera inclinándose a favor de su hermano.

En realidad, Lumine también ansiaba acabar con aquello y escapar del mundo con Aether. Sin embargo, había asuntos que no debían quedar sin terminar. Y uno de ellos era acabar con la guerra, terminando la Orden del Abismo como claro vencedor.

Dainsleif ayudaba a Lumine a viajar rápidamente por algunos sitios de Tevyat. Iban reclutando a más aliados, y los Hilichurls, si bien eran patéticos, servían para entretener a los enemigos y que de esa manera las fuerzas especiales de Lumine y la Orden del Abismo pudieran atacar con ventaja. Dainsleif era muy poderoso, por lo que contaba con una ayuda increíble. Ella también era increíblemente poderosa, y aquello se debía a que ella había conseguido reunir todos los poderes de Tevyat. Sin embargo, ella había alcanzado tal poder que había unido todos los elementos, y ahora volvía a ser tan poderosa como antes de que la separaran de Aether. A pesar de que luchaban por un futuro diferente, pretendía reunirse con él y derrotar a aquella mujer que los desterró hace tanto tiempo.

El tema de Dainsleif era uno delicado, y no se sentía orgullosa de ello. Cuando el rubio atravesó el portal junto a ella y el Heraldo, el de Khaenri'ah mató al Heraldo y ambos se batieron en un combate. Al final, después de quedar ambos agotados, decidieron que se darían un descanso, y en medio de ese descanso hicieron las paces y se contaron diferentes anécdotas y viajes que habían realizado. Al final, mientras el chico montaba guardia por la noche, Lumine lo manipuló en sueños para que se uniera a su bando, y además, debilitó al inmortal. Ahora, mediante trucos y engaños, ella lo controlaba. Aquello también entristecía a Lumine, porque en el pasado ambos habían sido muy buenos amigos, hasta que Dainsleif eligió defender a su pueblo antes que ayudar a destruir a Celestia. Pero no les había quedado remedio a ninguno de ellos. A Dainsleif, porque estaba encadenado a su tierra natal y estaba destinado a proteger su tierra hasta el fin de los tiempos, y a Lumine, que llevaba muchos años preparando la caída de Celestia. Por querencias del destino, ambos se habían vuelto a unir, aunque de manera superficial...

Xiao, presente mientras Lumine pensaba en todo lo anterior, observaba en silencio, alimentando su odio y rencor hacia todo el mundo. Su estabilidad mental había quedado reducida a pedazos, y perfectamente podría ser controlado por cualquiera que tuviera mayor fuerza mental que él en aquel momento.

ᴅᴇꜱᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴅᴏ ᴅᴇʟ ʟᴏꜱ ᴄɪᴇʟᴏꜱ [Xɪᴀᴏ-ᴀᴇᴛʜᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora