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Amalia

Bueno, y... ¿como ves tu progreso en estas dos semanas?

El doctor Medina me citó aquí hoy para tener la primera sesión después de abandonar la rutina de verlo todos los días durante semanas.

—Pues bien... supongo, se me han pasado rápido, no pensaba que todo fuera a ir de esta manera.

—¿A que te refieres?

—A que no esperaba que al volver todos me mirarían con lastima, una parte de mi esperaba con ansias que todos los que me conocen hubieran olvidado lo que pasó y decidieran tratarme de la misma manera que antes.

Jugueteaba con mi manos, estaba nerviosa, nunca lo había estado cuando me reunía con el, pero se sentía como un recordatorio, de que todo ha cambiado, de que probablemente tenga que estar mucho más tiempo viniendo por aquí del que me gustaría, y de que voy a tener que hacer un esfuerzo enorme, por mi misma, para poder sentirme bien.

—Es entendible, pasaste por algo traumático que te dejo marca, como a cualquiera que hubiera pasado por eso, pero mira quiero serte sincero esta vez. Siempre me he limitado a mantener esa relación de doctor-paciente, pero te he cogido cariño después de todo este tiempo, y hablando contigo me he dado cuenta de que eres digna de admirar, eres muy fuerte porque después de todo sigues aquí, luchando contra ti misma para poder conseguir la felicidad que tanto te mereces.

>> Debe ser frustrante que la gente te mire como si te estuvieran juzgando o como si se apiadaran de ti, ya has sufrido lo suficiente, has perdido mucho, pero mi consejo es que te limites a ti misma, a que lo único que te debe importar son tus opiniones y preferencias, y también a los que más quieres. No te cierres tanto, solo déjate llevar y mira por ti, porque algo aplicable a toda situación es que todo el mundo ve las cosas como más les conviene verlas, y si así le viene bien, también se esforzarán en cambiarlas.

(...)

—Hable con ella esta mañana, no nos veíamos desde que terminamos el instituto, la verdad es que me sorprende que después de todo el tiempo que ha pasado haya decidido contactarme ahora.

Lilia le estaba contando a Luca algo sobre una amiga del instituto con la cual había vuelto a hablar, estaban ambos sentados en el sofá mientras yo estaba sentada en el suelo jugando con mi nintendo, iba ganando, soy la mejor al Mario Kart.

— Pero a ti te caía bien, o eso me parece q dijiste...

—Era mi mejor amiga, por supuesto que me cae bien, solo nos distanciamos por su primer año fallido en la universidad de Nueva York, la echaron de la carrera y su padre la ha hecho volver y estudiar en la ciudad.

>>La verdad es que no se que hacer va a ser todo muy raro, volver a verla como si nada, no seré capaz de hablar con ella como lo hacía antes.

Mi curiosidad era increíblemente alta y yo necesitaba respuestas, soy una persona de lo más cotilla.

—¿Y que se supone que te ha dicho para que estés tan indecisa?

—Amy pero que dices, cállate anda que no tiene nada que ver contigo—Luca me regaño.

—¿Que? somos amigas...

—No pasa nada ni que fuera secreto de estado— Miramos a Luca a la vez y este agachó la cabeza así dejando claro que cerraría la boca—Llegó la semana pasada y va ha hacer una fiesta en su casa, quiero ir pero no se como actuar cuando estemos cara a cara... Oye Amy podrías venir, va ha haber gente de tu edad seguramente.

—Ni hablar, me niego.

—Venga Amy te vendrá bien, es para pasar un buen rato juntas, desde que te conocí no hemos ido a ningún lado sin este tipo— señala a mi hermano que se queja porque no le hacemos caso y evitamos que sigue ahí sentado— así también puedes hacer de apoyo moral.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2021 ⏰

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