La caída (parte 2)

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- ¡EREN, CORRE! - Grite al pasar a lado de los tres, no podía esperar más tiempo, debía hacer algo, mi mente me agobiaba.

No podía transformarme, había tanta gente, la puerta siendo destruida, los escombros volando y cayendo por todas partes, debía ayudar a esta gente hasta obtener la autorización.

- A la mierda la autorización. – Flotaba por los aires, el equipo de maniobras de ayudaban a moverme más rápido, ahí estaba, frente a mí.

Me encontraba de pie fuera de la muralla, peleando con los titanes que se acercaban, eran demasiados, me atacaban y morían. Los gritos de la gente siendo devorada eran muy fuertes, me aturdían, me quedé parada por unos segundos, pero fue suficiente para q me obligaran a salir de mi titan, no se cuanto tiempo estuve dentro de ella, pero si se por qué no hice nada.

No tuve tiempo de recuperarme, al instante otro titan había atravesado la puerta, eran diferentes a los demás, ellos no eran comunes y fue entonces que mis rayos alumbraron parte de la ciudad, este sería un enfrentamiento pesado.

Cada golpe era respondido, cada segundo donde los titanes entraban, cada grito de que huyera de ahí, que me fuera y no siguiera luchando, cuando notaba el cansancio, fue cuando me vi obligada a salir y escapar, perdimos la muralla Maria.

[...]

- Nadie te culpa de lo que paso, debes dormir.

- No puedo Hange, estos cinco años me he dedicado a perfeccionar a mi titan, a buscar puntos débiles, a fortalecerlos, a comprender sus ataques y defensas, siento el peso de un gran poder que no se de donde proviene. Me canse de no hacer nada.

- Sabes que no puedes salir, no puedes seguir desobedeciendo, lo hiciste una vez y ya viste que es lo que paso.

- Gracias por decirme que soy inútil. – Sentí sus brazos rodeando mi cintura, besaba con delicadeza mi espalda y mi nuca, sentir la calidez de su cuerpo junto al mío, me trajo paz.

- Vamos a dormir. ¿Viste a los nuevos?

- Si, conozco a unos...

- ¿En serio? – Asentí mientras me acomodaba en sus brazos. - ¿Se unirán?

- Espero y no, pero ya se cual es su respuesta.

[...]

- Odio el papeleo. - Se quejaba mientras ataba su cabello en chongo. – Tal vez debería de recortarlo, crece muy rápido.

- Deja de quejarte y apúrate, todavía tienes un juicio pendiente.

Yumei solo soltó un suspiro y siguió en su papeleo, cuando se escuchó varios pasos y se abrió con fuerza la puerta.

- Comandante, se destruyó la puerta del distrito Trost. - El joven todo nervioso y sudoroso por correr entraba para después salir siguiendo a la mujer y el hombre.

- Evacuen a todos los habitantes, yo me encargo.

[...]

Intentaba hacer lo más posible para evitar tantas muertes, conseguía moverse ágilmente entre los cadetes y a lo lejos divisaba a aquel niño y sus compañeros, otro ataque más, esto no era normal. Al final todo se quedaba en una suposición arriesgada, pero debía de hacerlo, debía de comprobarlo...

- ¡Armin! – Sacudía su cuerpo intentando hacerlo reaccionar. - ¡¿Dónde está Eren?!... Mierda, necesito que te calmes, ya, cálmate.

- Usted es de la legión de reconocimiento, ¿no?

- ¿Es pregunta? – Se sentó mirando todo el caos que había, ocupaba hacer algo y con tantos niños a su alrededor no ayudaban mucho. – Bien, ustedes váyanse y llévenselo, no estorben si no son capaces de matar un titán.

- Discúlpenme por ser un estorbo, voy a unirme a la retaguardia. – Veía a ese niño huir, mientras los demás se iban, estaba segura de que esto iba a ser un completo desastre.

Sobo su nuca, tenía un extraño presentimiento, algo que no iba para bien, la evacuación estaba siendo retrasada.

Debería de ir a revisar, esto es un caos total.

- Vaya, pudiste resolverlo. Bien hecho Mikasa. – Puso su mano sobre su cabeza y la sacudió un poco, ahora la evacuación era su menor problema, ese presentimiento seguía ahí, pensaba seriamente si debería de transformarse. - Mi cuerpo aún no está en condiciones...

- Comandante. – Volteo y subió al tejado de aquella casa. - ¿Ha visto a Eren?

Se alejo lo más rápido que podía, algo la llamaba y debía de averiguar que era, cada vez esa voz era más fuerte, algo dentro de ella decía que corriera. Los suministros de gas eran escasos, la campana de retirada ya había sonado y un grupo de titanes se encontraban rodeando la torre. 

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Despertar para amar •Hange Zoe•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora