Tu falta de querer.

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[Todo esto sucedió antes de la caída de Maria]

Apenas amanecía y aquellos puestos en la calle se estaban poniendo, el sol salía del este y el viento soplaba.

Sería un día soleado y con aire, el descanso de los de la Legión empezaba. Algunos tenían planes, otros lamentablemente estaban obligados a limpiar el cuartel.

Las calles se llenaba de gente, comprando en cada puesto.- ¿Entonces quieres ir a la ciudad subterránea?.- Dos amigos, caminando tranquilamente comprando productos de limpieza.

- Es lo que dije.- Habló el más bajo de los dos.

- ¿Y por qué quieres que vaya yo?.- No comprendía porque el pelinegro le pedía que le acompañará.

- Pues necesito que vayas. ¿Vas a ir o no?.- Aquel enano no le quería decir el porque, dudosa asintió.- Vamos a dejar esto y nos vamos en unos minutos.

Pagaron todo y se marcharon al cuartel, dejándoles los productos a los cadetes encargados de la limpieza de hoy.

Se tuvieron que ir en caballo, llegaron hasta la Muralla Sina dónde Levi entregó aquel permiso para entrar. Una vez dentro, se fueron hasta donde es la entrada a la ciudad subterránea.

- ¿Y?.- Bajaron y pagaron lo que costaba la entrada y de paso la salida. Fueron caminando hasta llegar a un hueco en el cual entraba el sol.

Habían dos ramos de flores, Levi se puso de cuclillas y cambio los ramos.- Farlan, Isabel. Tal y como me lo pidieron, ella está aquí.

La pelinegra solo se quedó en su lugar, siempre recordaba a aquellos dos chicos. A pesar de que nos conocimos poco tiempo, eran personas que llegaron a tener mi confianza y cariño.

[...]

Hasta ahora me duele su perdida, pero esa es la consecuencia de entrar a la Legión. Perder aquello que tanto quieres, tus compañeros o tu vida.

Me acerque y me senté en el suelo terroso, no me importaba que mi vestido se ensuciara. Era lo de menos, agarre un pétalo caído de las flores que trajo Levi, son las que les gustaban.

Un girasol y un Lirio, ninguna palabra salía de los dos. La melancolía llegaba a mí, sigo repitiendo me todos los días.

¿De qué sirve que sea comandante si no sirvo para nada, si no hago nada?

- Vamos.- Levi se levantó y seguido yo, empezamos a caminar y subimos las escaleras. Empecé a bromear con Levi, salimos de la Muralla Sina.

Llegamos a Rose, donde pasamos y fuimos camino al cuartel de nuevo. Vi una cabellera conocida para mí, en ese momento no le tome importancia.

Seguimos nuestro camino, ignore ese detalle y no le dije nada a Levi. Pero pude ver su ceño fruncido, estaba enojado y no sabía porque.

- Ne Levi, ¿Has visto a Hange?, Desde la mañana no la encuentro.- Le pregunté mientras bajaba de Arya.

-... No.- Su respuesta fue con un gran tono de irá, no sabía si era dirigida a mí o a ella.

Dejé con comida a Arya y me fui a mi habitación, la compartía con Hange así que debe de estar en ella.

[...]

Extraños ruidos se escuchaban de la habitación, ella confundida se acerca a la puerta. Estuvo a punto de abrir la puerta, sin embargo, unas voces le detuvieron.

- Hange, ¿Cuándo se lo dirás?. No me gusta compartir te, tú misma me dijiste que se lo dirás antier y no lo hiciste.- Una voz desconocida para ella, y una voz conocida para la castaña.

Despertar para amar •Hange Zoe•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora