- ¿No se supone que debe de estar en descanso?
- Cállate y escucha niño, no te voy a enseñar a controlar al Fundador como tal, eso podría ocasionar un caos. Pero si el de ataque y el mío.
- Ajá, ¿Eso es posible?
- Acuérdate que como tengo sangre real, puedo hacerlo. Aparte de que al tener tú el poder del Fundador, puedes controlar a los de sangre pura, el mío no es como tal. Pero aquella vez que nos llevaron pudiste hacerlo, así que si es posible.
- Ok.
- Ataca.- Y así estuvieron todo el día, intentando que Eren pueda al menos mover a ambos Titanes. Al día siguiente lo hicieron mucho antes de que amaneciera, lo que en la tarde ambos se detuvieron para que cada uno hiciera sus deberes.
____ solo mantenía una mirada sería mientras caminaba, al llegar al orfanato los niños se acercaron a ella. Los saludo como siempre mientras era vista por Hange.
[...]
Empece a jugar con ellos mientras que en brazos sostenía a mi próxima hija, la pequeña Laila. Tenía ya dos años, una niña que me recordaba a mi sobrina.
- Ya es de noche, es momento.- Asentí, los acompañe a qué duerman, Laila estaba dormida en los brazos de Hange, la cual la tapaba con una manta.
- Vaya, llegó el momento de despedirnos de Laila. Ya había dicho yo que tardabas demasiado en adoptarla.
- Bueno, era hora.- Nos despedimos junto con Laila, fuimos a la casa. Dónde la acostamos en una habitación especial para ella.
- Se parece mucho a Mari.- Dijo Hange mientras me abrazaba por la cintura, puse mi cabeza recargada en su pecho y asentí.- Ahora que están los de Marley, no podemos confiar en ellos al cien. Por lo que, Mikasa las cuidara de ellos. Ahora estás en recuperación y como tenemos a Laila, será mejor tener protección para ella.
- Buenas noches.- Dije sin más, ella me dió un beso en la frente y yo cerré mis ojos. Laila por las noches era tranquila, no hacía ruido. Mientras mantenía los ojos cerrados escuchaba a Hange de nuevo cantar aquella canción.
Sonreí ligeramente, pronto mi mente comenzó a detenerse y solo escuchaba aquella melodía.- Con este degradado azul en tu cabello, le da mucha más hermosura en tu rostro.- Alcé mi cara y la besé, reímos por lo bajo mientras nuestros labios seguían unidos.
- No te vayas, no me dejes otra vez.
- ¿Otra vez?.- Me quedé quieta por unos segundos, no se porque mientras decía eso lágrimas caían de mis mejillas. Solo lo solté sin más, abracé más a Hange buscando calor y tranquilidad en ella.
Por la noche casi no pude dormir, fui al baño y me puse delante del espejo. Mirando mi cabello y mis ojos, intenté hacer cambiarlos de color. Pero no podía, me recargue en el lavamanos y miré enfrente.
Lágrimas caían sin parar de mis ojos sin ninguna razón aparente, sentí unos brazos rodeando mi cintura. Alcé mi rostro y Vi el rostro de Hange recargado en mi hombro, sonrió levemente.
- Vamos a dormir, al menos inténtalo.- Me sujeto de las piernas y de mi espalda, cargando me y llevándome a nuestro cuarto. Pude dormir de nuevo.
En la mañana todo paso casi igual, entrenaba con Eren mientras Hange cuidaba a Laila. En la tarde hacíamos cambio y en la noche ambas la cuidamos.
Laila era una niña juguetona y muy alegre, era apegada a nosotras dos y a Carl. Solía llevar a Laila al lugar, siempre jugaba con las flores y una que otra vez se caía al río. El cual no era profundo y su corriente no era peligrosa.
- Toma.- Falta 1 año para que me vaya a Marley, el tiempo pasa rápido. Era mi cumpleaños, Laila traía una caja con ella y a lado estaba Hange sonriendo.
La tomé y abrí, encontrando un collar, el cual tenía el centro de una flor. Ellas se sacaron algo del cuello mostrando la mitad de los pétalos de la flor, una flor margarita.
- ¿Te gusta mamá?.- Pregunto sonriendo mientras se ponía en mis piernas, asentí mirando el collar. Me lo puse mientras seguía sonriendo ligeramente.
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Se que es corto, pero pues inspiración baja. Ya casi se acaba esta primera parte. Para Enero tendré ya el primer capítulo de la segunda parte.
Espero y les guste. ✨🏳️🌈✨
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- AHHHHH
- Vamos tú puedes.
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Despertar para amar •Hange Zoe•
أدب الهواة𝓟𝓸𝓻𝓺𝓾𝓮 𝓬𝓪𝓻𝓰𝓪𝓻 𝓬𝓸𝓷 𝓾𝓷 𝓹𝓸𝓭𝓮𝓻 𝓺𝓾𝓮 𝓷𝓸 𝓭𝓮𝓼𝓮𝓪𝓫𝓪𝓼 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓼𝓮𝓻𝓲́𝓪 𝓮𝓵 𝓹𝓻𝓲𝓷𝓬𝓲𝓹𝓲𝓸 𝓭𝓮 𝓾𝓷 𝓶𝓾𝓷𝓭𝓸 𝓼𝓲𝓷 𝓯𝓲𝓷, 𝓼𝓲𝓷 𝓽𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓻, 𝓾𝓷 𝓶𝓾𝓷𝓭𝓸 𝓭𝓸𝓷𝓭𝓮, 𝓮𝓷𝓿𝓮𝓳𝓮𝓬𝓮𝓻 𝔂𝓪 𝓷𝓸 𝓮𝓼 𝓵�...