Despertar para amar •Hange Zoe•

¿Qué tiene adentro?

Al abrir el cofre, de inmediato saco un aparato de la caja. La caja era algo grande y en esta habían muchas cosas, pero lo que sacó era la más grande.

Lo puso en la mesa y saco lo que tenía el cofre, todo estaba acomodado por números.

Vio el papel que estaba en el cofre y vio las instrucciones que habían ahí, eran de como utilizar el aparato.

- Bien, vamos a ponerlas.- Dicho esto, puso el número 0.

Se quedó en su silla escuchando todo, se quedó sin palabras y apenas era el 0. Estaba con su cabeza recargada en la silla, sus manos estaban tapando su rostro.

No se esperaba lo que tenía el cofre, pocos recuerdos llegaban y se iban.

- ¿Esto me lo estaban ocultando?

{No puedes mostrarla a nadie más, si lo haces el peligro estará en esas personas}

Acabo la grabación, ella al escuchar eso entendió el porque sus muertes. Se levantó y salió directo a la cocina.

Antes de irse cerró con seguro la puerta y puso una pequeña trampa, no quería que nadie entrará. Justo camino a la cocina, se topo con los chicos del escuadrón 104.

- Comandante.

La mujer paso de largo ignorando los, lo que menos quería era hablar con alguien. Llegó a la cocina y empezó a hervir agua, se preparó su café y volvió a su oficina.

Abrió la puerta y la pequeña trampa seguía en su lugar, cerró con seguro y puso el número 1.

Al día siguiente

- Chicos, ¿Han visto a ____?.- Pregunto la castaña mientras traía los libros en sus manos.

- La vimos ayer mientras iba a la cocina.- Respondió Connie.

- Creo que está en su oficina.- Está vez fue Sasha.

- Muchas gracias.- La castaña se fue casi corriendo a la oficina de la pelinegra.

Cuando llegó intento abrir la puerta, pero está estaba cerrada. Tocó varias veces la puerta, hasta que le abrió.

- ¿Qué?.- Pregunto mientras abría la puerta, se le podían ver ojeras muy notorias y sus ojos rojos.

- Deberías dormir.- Le dijo mientras entraba a la oficina, vio todo ordenado.

- No gracias, ¿Ya los leyeron?.- Pregunto la mujer mientras bostezaba.

- Si, pero. ¿Qué tiene adentro?.- Dijo mientras dejaba los libros en la mesa.

La pelinegra se quedó quieta y solo se estiró.

- Fotos de cuando era niña.- No le diría lo de las grabaciones, pero lo de las fotos era verdad. Se ató el cabello con una liga y fue a donde estaba el cofre.

- A ver.- Dijo emocionada Hange, ver a su pareja de niña se le haría lo más tierno.

Estuvo viendo las fotos feliz, la pelinegra solo se quedaba callada y quieta. 

- ¿Quién es?.- Preguntó la pelicastaña, la pelinegra no había visto las fotos y por lo tanto fue a ver.

Cuando agarro la foto, Hange hizo que se sentará en sus piernas mientras ella observaba la fotografía.

- No se, no lo recuerdo.- En la foto estaban dos niños. Uno rubio y nuestra comandante, ambos con un brazo encima del hombro del otro y sonriendo.

- Eso es raro, se supone que la ¿Cámara? Pertenece al mundo exterior y tú eres de las Murallas.

- ¿Qué incinuas Hange?.- Pregunto la mujer poniéndose de frente con la castaña, aún permaneciendo en sus piernas sentada.- ¿Creés que soy de afuera?

- No, no, no, no... Lo que quiero decir es que sigue siendo raro, son fotografías tuyas con personas que no recuerdas.- Dijo agarrándola de la cintura mientras con su mano derecha acariciaba la mejilla de la otra.

Fueron pocos minutos los cuales ninguna decía algo, hasta que la castaña decidió hablar.

- Lo siento, soy una completa estúpida, me deje llevar por lo que miraban mis ojos y no te hice caso. No sé por qué sigues conmigo, soy celosa y lo admito, pero me preocupo por tí y no quisiera que alguien te arrebatará de mi lado. Te amo demasiado y eso no lo podrías cambiar.- Dijo la mujer viendo a la pelinegra a los ojos.

- Si lo admito, eres estúpida pero eso es lo que amo de tí. Comprendo tú preocupación, se que te preocupas por mí, más por lo de mi titán pero es algo que nadie puede cambiar. El destino nos puso juntas y esas peleas insignificantes pueden ser más que eso. Te amo Hange Zoe, me case contigo por esa razón.- Termino de decir la pelinegra, ambas juntaron sus labios haciendo que fuera un beso tierno y suave.

{Atención, desde está parte habrá lemon lésbico. Si no es de tu agrado será mejor que te saltes esta parte y esperes el próximo capítulo, evita comentar cosas malas y leer bajo su propia autorización}

Pero eso se convirtió en un beso profundo y algo rápido, haciendo que ambas abrieran sus ojos y chocarán las miradas. Sonriendo mientras seguían el beso, despojándose poco a poco de la ropa.

Lo único que quedaba era la ropa interior, se podían notar los cuerpos bien trabajados de ambas mujeres. Sobretodo las cicatrices que tenía la pelinegra por todo el cuerpo.

La mayor se encontraba quitando el sostén de la pelinegra, haciendo que su pecho quedarán liberados. Con su boca empezó a lamer un pezón y con una de sus manos apretaba el otro.

Los gemidos por parte de ambas se escuchaban levemente por toda la oficina, al ser las paredes finas. Tenían que guardar el mayor silencio posible, pero al no tener alguna intimidad durante meses, eso lo hacía imposible.

La ropa interior de la pelinegra estaba en el suelo, haciendo ver el cuerpo desnuda de esta. Acariciaba cada centímetro de este cuerpo y besaba las partes más sensibles de ella.

Hizo que la mujer se volteara y quedará a espaldas de la mayor, abrió las piernas de esta e introdujo un dedo sacándole un gemido a la menor. Empezó a dar pequeños círculos con ese dedo, mientras que con la otra mano acariciaba el clítoris.

Tenía ya tres dedos saliendo y entrando en su entrada, la mayor disfrutaba los sonidos obscenos que sacaba su pareja, tanto del cuerpo como la boca. Escucho como su pareja se vino luego de varios minutos, saco sus dedos viendo el líquido transparente escurriendo de estos.

Sonrió y con un trapo se los limpió, volteó a su pareja quedando de frente. La empezó a besar mientras la acostaba en el sofá, se quitó lo último que le quedaba y puso su pie izquierdo a un costado de la cadera de la menor.

Si pierna derecha estaba tocando el frío suelo, tomo una pierna de su pareja y la puso en su hombro. Empezó a gritar ambas intimidades, sacando gemidos por parte de ambas.

Fueron otros minutos los cuales se corrieron juntas de nuevo, se vistieron para irse a bañar rápido. Una vez bañadas, se fueron a dónde estaban los demás.

- Hasta que llegan, ¿Dónde carajos estaban?.- Le preguntó enojado Levi, sacando una pequeña risa nerviosa de Hange.- Luego follan, ahora mismo debemos de prepararnos.- Termino para darse la vuelta e ir con su escuadrón.

Ya todos los sobrevivientes de la Legión, se encontraban de rodillas mientras esperaban que les dieran sus medallas.

____ estaba a lado de Hange, la cual fue la primera en recibir su medalla y una vez recibida, beso la mano de Historia por ser la reina. Paso uno a uno, hasta que llegó el turno de Eren.

El cual se quedó quieto al besar la mano de ella, la ceremonía termino y cada uno se fue. ____ volvió a su oficina para terminar el último audio.

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Muchas gracias por leer. Les quiero decir que tengo otra historia en mi perfil por si les interesa, es Aizawa y tú.

Dicho esto, hasta la próxima.

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