☙ 𝑻𝒉𝒆 𝑼𝒏𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒃𝒍𝒆 ☙ [𝑫𝒖𝒄𝒌𝑻𝒂𝒍𝒆𝒔]

Capítulo 12: Adiós, pequeño niño azul

Recuerdo que siempre te decía que pienses antes de actuar. Tal vez, tuve que haber seguido mi propio consejo por una vez.

Desde que Dewey se había ido, Scrooge sentía que una parte de él murió junto con el niño. Y ahora que el silencio dominaba la mansión, todos los días parecían el mismo día, el mismo doloroso día. Todos los días eran la misma rutina desde entonces; levantarse, ir a la bóveda, volver a la mansión, ignorar todo a su alrededor, y ir a dormir. Como todos los días. La rutina siguió así por meses, igual como cuando perdió a Della, porque aunque Dewey no era Della, no pensar que todo se repetía era imposible. Era como si la vida le recordará lo irresponsable que podía ser a veces. Porque tal vez tanto Della como Dewey tomaron sus propias decisiones, pero tuvo que haberse esforzado más con Della, y no haber construido la Lanza de Selene en primer lugar. Y Dewey era sólo un niño, claro, uno muy imprudente. Pero tan sólo un niño que se fue muy rápido, a él le faltaba tanta vida por delante, tanto que hacer, tantos sueños y metas que ahora quedarán en el olvido. Sí él hubiera podido hacer algo, sino hubiera aceptado ese duelo, si tan sólo hubiera sido más listo y rápido, por lo menos estaría aquí, ¿no?

Era su culpa, era su deber protegerlo, y fallo, fallo en todas las maneras. No fue una simple herida, fue algo que lo llevó a la muerte. Aún no era el momento, él aún no quería irse de aquí. Pero la muerte no perdona. Si tuviera una segunda oportunidad, si pudiera hacer las cosas bien esta vez. Lo haría, cambiaría completamente está historia, y él estaría aquí, siendo él mismo como siempre. Siendo algo irritante, impulsivo, inexperto, pero también alguien que le faltaba un grán caminó por delante. Alguien que aún le faltaba dejar su pequeña huella en este gran mundo. Pero eso ya no será posible. Lamentablemente, ése fue el final de su historia, una que capaz casi nadie sepa, un final muy doloroso para Dewey Duck.

Pero él necesitaba tiempo, aún no quería aceptar lo que pasó, lo que está pasando. Donald lo odia otra vez, Huey intento quitarse la vida, Louie parece que no volverá hacer el mismo, Webby perdió otro miembro de su familia, Lena fue arrastrada a todo este sufrimiento, y él fue el culpable de la muerte de su sobrino. Dewey se fue demasiado rápido, hubo tan poco tiempo para decirle adiós. El tiempo que le dieron junto al niño que vestía de azul no fue suficiente, necesitaba más tiempo junto a él, más tiempo necesitaba, sólo un poco más. Pero ya es tardé, se fue hace tiempo, y la culpa lo seguiría hasta el día de su muerte.

Ya algo cansado de todo estos pensamientos, decide que será mejor dormir de una vez. Son alrededor de la una de la madrugada, le fue complicado conciliar el sueño, pero pasando los minutos, cayó rendido al reino de los sueño por las próximas horas.

•••

Explicar dónde se encontraba ahora era complicado, ya que si sabía dónde estaba, pero el preferiría no tener que volver a ver toda está escena, como una antigua película que se repetía sin parar.

Él estaba en la habitación del hospital, y en la cama del hospital estaba acostado Dewey, la sangre marchaba la ropa del chico, y podía oír los gritos de dolor del chico. No había nadie allí, solo él y Dewey. Se acercó lentamente al chico, como sí pudiera desaparecer frente sus ojos. Las ganas de huir estaban presente, pero no podía dejarlo solo. Está podía ser una segunda oportunidad de decirle adiós, era el poco tiempo que estuvo pidiendo. Podría ser esa tan deseada oportunidad.

—Hey, muchacho—Lo saludo, las ganas de llorar estaban allí, pero no iba a dar marcha atrás, no lo iba a volver hacer.

—Hola, t-tío Scrooge. Sabés lo que pasará, ¿verdad? Me estoy muriendo, tío... —Soltó una pequeña sonrisa a decir éso, como si no se tratará de la gran cosa. Y las ganas de llorar y la culpa sólo crecían más y más dentro de él.