3: La pelirroja y la Rubia. :3

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Narrado por Airam:

Era la 3 semana de colegio en ese maldito instituto. Había una chica que bien podría ser mi amiga, ya que calificaba de rara tanto como yo. Tenía el pelo color café claro, y por lo que se veía le gustaba teñirse las puntas. Cuando la vi por primera vez, las llevaba moradas. Ahora las tenía naranjas y ocupaban toda mi atención. Sentada en la biblioteca, no había nada más divertido que hacer. Unos chicos pasaron al lado mío, y pude distingir la palabra "Rara" entre su conversación. Me sonrojé un poco, y agache la cabeza. Me gustaba pasar inadvertida. No me gustaba mucho la gente.

Dejé de ver a la chica con las mechas teñidas, cuando esta empezó a converzar con una chica pelirroja. No encontré sentido seguir mirandola como psicopata y tomando mis libros me retiré de la biblioteca.

El resto del día fue bastante tranquilo. Lo que me sorprendio fue que a la hora de almuerzo, me sente sola en mi mesa, y deje la bandeja de comida sin tocar. Miré por la ventana llevándome la cajita de jugo a los labios, pensando e imaginandome situaciones que solo podían pasar en mi mente. Casi siempre me encontraba en ese lugar. Me imaginar lo imposible y tratar de hacerlo posible.

No me percate que se me había acercado las dos chicas que había estado observando en la mañana hasta que las tuvé al frente.

-Airam,no?-Musitó la rubia. Yo asentí rápidamente con la cabeza y me rasque el hombro un poco incómoda. Quizás me habían descubierto y venían a por que las dejara tranquila.

-Yo soy Antonia.-Me dijo, y me sorprendí al pensar que tenía muy bonito nombre.-Ella es April.-Miró a la chica que tenía al lado, a la pelirroja con la polera amarilla que siempre llevaba puesta. O es que tenía muchas iguales? Y ella me sonrió. Le devolví la sonrisa mientras Antonia tomaba una cucharada de su plato y se lo llevaba a la boca.-No estan ocupado estos lugares, verdad?-Preguntó April. Yo asentí.

-Pueden sentarse, si es que quieren.-Murmuré, colocando una mano en el cuaderno que tenía apoyado en la mesa y mirando la comida con cierto desagrado.

-No hablas mucho, verdad?-Murmuró la chica rubia, Antonia. Yo no despegé la mirada de la mesa.

-No es que no quiera hablar, es que no se de que podría hablar.-Musité sacandole una sonrisa a las chicas.

-Sí. Qué tal si comentamos tu trabajo de Lenguaje?-Oh, ahí estaba la cosa. Por eso habían venido a sentarse conmigo. Me iban a interrogar y luego a burlarse.

-Cuál?-Me hice la desinterezada.

-La de danza de espadas. Así se titulaba?-Preguntó Antonia divertida.-Me ha encantado. Tienes un don para escribir.-Me sonrojé ante esas palabras y asentí rápidamente.

-A mi me sonaba que era un extracto.-Musitó April.-A qué estás escribiendo un libro?-Dijo medía distraída, ya que tenía la vista posada en dos mesas más allá, mirando a un chico.

-La verdad es que sí.-Murmuré.-Me he inventado un propio mundo.-Esperé que las burlas me llovieran, pero ellas no comentaron nada.-he inventado tantas cosas que creo que nada podrá sorprenderme a estas alturas.

-Eso crees?-Murmuró Antonia divertida. Yo asentí con la cabeza.-Ni si vieras... Mmh.. Mutantes por New york?

April la miró como si iba en serio.

Lo peor que Antonia parecía que si iba en serio.

Me encojí de hombros.

-No. Creo que no me sorprenderia. Puede. Que clase de mutantes?

-Tortugas!-Exclamó en voz alta sin pensarlo dos veces Antonia. April le pegó un codazo de que se callara pero era demaciado tarde.

La verdad es que no entendí nada.

-Sí. Eso me sorprenderia algo.-Admití. Antonia asintió.

-A nosotras también nos sorprenderia bastante.-Musitó rápidamente April. Mirando detenidamente a Antonia.-Cierto? Claro que sí, Anto?-Ella volvió a sonreir.

-Wow, sería raro.-Afirmó ella.

Mis sospechas estaban confirmadas.

Estaban tan locas como yo.

Peor, incluso.

Luego empezamos a hablar sobre el colegio. Cuando ibamos por la mitad de una conversación extremadamente normal y divertida, Un chico se acerco a la mesa e invitó a April a que la acomparaña a las canchas de deporte, llamandola pelirroja. Ella se sonrojó levemente un poco y se incorporó despidiendose.

Sólo quedamos yo y antonia. No sé porque, le empecé a contar casi mi vida entera. Ella parecía una pequeña niña preguntando por la vida "por qué ?" A todo. Así que le hable de Will, de mi departamento. De mi vida pasada. De mi locura por los gatos. En fin, creo que le caí bien. Y ella me callo bien.

Podría hacer amigos?

TMNT: La nueva integrante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora