5: El gato y el dueño.

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Narrado por Michelangelo:

Anduvé circulando por los edificios atento a todo, pero no pasaba absolutamente nada.

Luego de media hora, mi estómago empezó a gruñir. Tenía hambre y tan solo de imaginarme comiendo un pedazo de Pepperoni con extra queso..

Mmhhh... No creo que Leo se enojara conmigo por irme a la guarida un poco antes. No?

Pensando en una pizza me distrajé y no me fijé que alguien me venía siguiendo. Cuando me dí la vuelta, en alerta encontre un lindo gatito bebé mirándome.

-Miau.-Maulló haciéndome deretir por completo.

-Awww. Pero si es una monada!-Musité agachandome y acariciandolo. El gatito recibió mis caricias y pronto empezó a ronronear.-Te habrás perdido, gatito?-Le dije. Recordé que  mi último encuentro con un gatito perdido todo había acabado mal, así que lo mejor era dejarlo... Pero quién se podría resistir a un gatito tan tierno como él?

No podía dejarlo solo.

-Como te llamas, gatito?-Le pregunté. Este maulló en respuesta y miré su pelaje suave de tres colores. Blanco, negro y café. Parecía un helado de capuchino.-Eso! Te llamaras Capuchino.-Lo tomé con cuidado en mis brazos y Capu se acomodó ahí.-Aww si te a encantado tu nuevo nombre. A que sí?- Escuché como ronroneaba y eso fue todo lo que necesite para saber que tenía que llevarlo conmigo a las alcantarillas si o si.

Empecé a andar con Capuchino en mis brazos y este no se demoró en quedarse dormido.

Estaba cerca de llegar a la alcantarilla cuando empiezo a escuchar pasos atrás mío. Se escuchan fuertes para ser de otro gato a si que supongo que es una persona.

Saco rápidamente mis Nunchakus y me doy la vuelta en alerta.

Encuentro a una chica vestida de negro. Pero con ropa simple. Eran unos Jeans Skins, y una polera a manga larga sin diseño también del mismo color. Lo primero que pensé al verla fue en Karai. Pero ella no sé parecía a Karai. Tenía un pasamontañas puesto en la cabeza y solo me dejaba verle los ojos. Eran un color café carmesí bien parecido al color de ojos de Donnie.

-Guarda eso.-Musitó apuntando mis Nunchakus. Sí, era una chica. Esa era voz de chica.-No te haré daño.

Tenía amarrada a la cintura unas Kusarigamas, pero decidí confiar en ella. Así que las guarde.

-Porque me persigues?-Le pregunté sosteniendo con fuerza al gatito en mis brazos. Ella se quedó en silencio un rato.

-No te perseguía.-Respondió.

-Pero eso es lo que estabas haciendo.-Contraataque.

-No lo hubiese hecho si no te hubieses raptado a mi gato.-Esas palabras me concertaron. Miré al gatito que se había despertado y este maulló.

-Yo no.. Yo no lo estaba raptando.-Musité. Ella se acerco despacio hacía mí.

-Pero eso es lo que estabas haciendo.-Musitó mis propias palabras. Yo no sabía si irme, dejar al gato, llevarmelo o hacer otra cosa. Así que le sonreí.

-Estaba sólo y me necesitaba.-Murmuré en respuesta.

-Nym no necesita a nadie. Es un gato independiente y ninja. Se sabe cuidar solo.-Me quedé mirando el gatito que se estaba lamiendo los bigotes. La verdad es que se veía la cosa menos ofensivo de todo el mundo.

-Parece un gatito tierno y amigable.-Respondí. La chica parecío rendirse y con un suspiro lo admitió.

-Si. La verdad es que Sigue siendo un bebé inofensivo.-Murmuró aún más cerca de mí. Tomó al gato y mantuvo la distancia conmigo.

-Cómo se llama?-Pregunté.

-Nymeria.-Murmuró. Era extraño pero me gusto el nombre.

-Es boni...Espera!-Dije sorprendido apartandome de ella.-No... No estas sorprendida ni asustada?

-Porque debería estarlo?-Preguntó ella finjiendo diferencia.

-Emhh.. Porqué soy una Tortuga mutante?-Musité no muy seguro. Era la primera persona que no gritaba horrirozada al verme. Y además era una chica como de mi edad.

-Conozco a más mutantes...-Murmuró incómoda.

Yo no me lo podía creer. Ella conocía más mutantes? Sí que era una chica rara.

-Me llamo Michelangelo.-Musité haciendo una mini reberensa.-Puedes decirme Mikey, de cariño.

-Mikey, de cariño...-Repitió ella.-Gracias por confiarme tu nombre, Mikey. Pero no sé si sea prudente revelarte mi nombre.-Dijo. Yo volví a mirar al gatito Nymeria-Capuchino y me sentí incómodo por primera vez. No supe como seguir la conversación, ni siquiera con una tontería.

-Eh... Esta bien que no me reveles tu nombre.-Me encogí de hombros.-Soy un extraño.

TMNT: La nueva integrante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora