Capítulo 47

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   –Dos funerales–

                                –Dos funerales–

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CLAIRE

–Dicen que somos un mosaico de todas las personas que coincidieron a lo largo de nuestra vida. Solía creer que era estúpido pero la noche de ayer mientras veía la foto que nos tomamos en el cumpleaños de Spencer, me di cuenta que Harry Potter es mi película favorita porque era la de Kol, acostumbro a decir "perra" en el final de cada oración porque Spencer lo hace y suena bien. Me gusta salir de noche y ver la oscuridad porque Max una vez me dijo que solo en ella encontraría la luz, y suelo escuchar Fredy Mercuy y decir "que comience el juego" porque Kass lo hacía y me gustaba ver como sus ojos grises brillaban en ese momento. Cada vez que veo a una persona con maletín me recuerda a Robbins y tengo la costumbre de creer que vendrá con un nuevo misterio. La mayoría de esas personas hoy ya no están más, el pueblo por fin esta en paz y no hay misterios rondando entre nosotros. Jamás pensé que esto terminaría así, probablemente jamás creí acabar con vida y ni siquiera sé si eso me agrada o no. Pero hoy estoy sola aquí parada y puedo confirmar que aquellas personas me salvaron la vida de la misma que manera que me la destruyeron −mire a mi alrededor −. Como diría Kass en este momento: fin del juego.

Guarde la hoja en el pequeño bolsillo de mi vestido y deje el micrófono de lado. Habían asistido todos al funeral de Kass y tal vez porque fueron espectadores de su muerte. Caminé tratando de esquivar sus miradas.

–¿Claire Evenson? –me di la vuelta cuando una voz me llamo –. Puedo sentir algo muy oscuro cerca tuyo –miró mi vientre y luego fijo sus ojos contra los míos –. Debes acabar el juego.

Fruncí mi ceño y mi piel se erizo.

−El juego se acabo cuando Minerva murió −miré su atuendo totalmente malgastado −. ¿Quien eres?

Ella se acercó con su rostro preocupado y melancólico.

−El tiempo corre, pequeña Claire. Recuerda tu motivo y termina de una vez lo que empezaste antes que sea muy tarde −intenté retenerla pero se dio la vuela dispuesta a irse  −. Me llamo Patricia, nos vemos pronto.

−¡Espere! No puede... −me detuve en el lugar cuando una familia se interpuso en mi camino y la perdí de vista.

Trate de olvidarme que estaba en el funeral de Kass preguntando a las personas de mi alrededor quien era esa señora y me quede más tranquila cuando me contaron que la pobre mujer sufría de demencia y su pasatiempo era perturvar a los habitantes del pueblo.

Todos solían acercarse a mí y darme el pesame, solían dejar rosas en su ataúd como si supieran que eran sus favoritas. Como si hubieran pasado tres días gritando su nombre hasta darse cuenta que nunca más van a volver a verlo, como si dormir en un puente muerta de frío, podría revivir esos viejos recuerdos, y tener presente su voz, me haría enojar de la misma manera que cuando me decía "Estrellita."

Wonderf  © (sin editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora