Juan Carlos iba a ir a una cita con Tulio, técnicamente era una cita aunque el otro no lo sabía. De todas formas Bodoque no quería dejar las cosas así con Juanin después de lo que sucedió así que unas horas antes de salir lo llamo para intentar arreglar las cosas.
- Mira Juanin yo...-
- No Bodoque, es... Está bien. Enserio, no tienes que disculparte. - Dijo Juanin sonando algo triste.
- No, si lo veo necesario Juanin, te conozco hace muchos años, y creo que eres un gran amigo, por lo cual me parece estúpido que tiremos a la basura todo ese tiempo de amistad por una simple discusión. - Respondió el conejo.
El de cabello blanco levanto la mirada y sonrió.
Ambos se abrazaron en señal de reconciliación. Luego de charlar otro poco, se despidieron y el Juanin se fue. Pero está vez con una sonrisa en el rostro.
Tras irse, Bodoque salió, dirigiéndose a su cita con Tulio.
Tulio estaba sentado en la mesa de una cafetería, habían decidido que se encontrarían en aquel lugar. Pero si somos sinceros Tulio no tenía mucha esperanza de que Juan Carlos fuera a aparecerse, muchas veces el conejo lo dejo plantado por lo cual no sería raro que volvería a suceder.
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- Hola, perdona la tardanza - Dijo Bodoque tocando el hombro de su amigo por detrás.
Tulio esbozo una sonrisa al verlo.
- No te preocupes, ven, siéntate. - Contesto.
Ambos hablaron y rieron durante una media hora.
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Hasta que una llamada del teléfono de Juan Carlos los interrumpió.
- ¿Hola? - Contesto Bodoque.
Tulio no escuchaba claramente lo que decía la persona que hablaba con el conejo.
- Esperar, ¿que? Te lo dije, te dije que hoy iba a estar ocupado en algo importante. - Dijo Juan Carlos aún hablando por teléfono.
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