Odio A Primera Vista.

6K 972 375
                                    

Miruko sabía que esto no normal.

Un bosque nunca sería un lugar seguro para un pequeño de su edad, aún si venía con sus padres.

Además, las vendas y moretones que habían alrededor de su cuerpo no eran para nada sutiles, maldición.

--- No, cuido mis flores.--- fue su respuesta, tomando una regadera de plástico azul con agua, regando las plantas que estaban por ahí.
--- Ya veo... ¿Te gustan las flores?--- se hincó en el suelo, analizando cada movimiento que esté daba.

Su movimiento era lento, muy lento, de vez en cuando incluso soltaba ligeros quejidos demasiado bajos como si no quisiera que se diera cuenta, tenía vendas incluso debajo de su camisa y juraba haber visto una mancha de sangre por ahí.

--- Me gusta plantar cosas, nada más.--- respondió a la defensiva, Rumi sabía que algo no cuadraba con todo esto, ser una heroína tenía sus ventajas a la hora de desenvolver un misterio.
--- También me gusta plantar cosas, pero soy muy olvidadiza y terminan secándose.--- soltó una pequeña risa ante esto, tratando de hacer un ambiente más amistoso.

Hubo silencio después de eso.

--- ¿Y como te hiciste estos raspones? Se ve que eres alguien duro.--- pregunto tomando su mano libre con extremo cuidado, recibiendo una mirada instantánea por parte del rubio.

Él... Él estaba demasiado delgado.

--- ...fue un accidente.--- contestó.

--- Si, suceden a menudo, quiero decir, la otra vez atoré mi oreja en el elevador de mi departamento... Y eso que soy una adulta.--- el pequeño sonrió ante esto, fue sutil, casi imposible de ver, pero ahí estaba.

--- ¿Que tipo de accidente fue este? No creo que un elevador sea capaz de hacer algo como esto.--- ambos soltaron una risita ante esto, siendo que la broma en si era bastante tonta.

--- Bueno, realmente no le interesa como me hice esto y mamá dice que no hable con extraños, así que no te lo diré.--- huh, el niño era listo, tal vez estaba mal acerca de sus heridas.

--- ¡Cierto, cierto! Niño, mi nombre es Rumi Usagiyama, pero muchos me dicen...--- se levantó y posó de forma dramática, flexionando sus brazos para hacer notar sus músculos.

--- ¡Miruko, la héroe coneja!---

Bakugou sonrió ante esto, jugando con sus dedos llenos de banditas algo ansioso ante la situación.

Todos los mayores siempre tenían un problema con él, esto era raro en muchas formas.

No ibas confiar en alguien como ella... Aún si se trataba de una pro héroe.

--- Escuche hablar de ti en la escuela, ¿Cómo se siente ser un héroe?--- cuestionó acercándose más a ella, todavía dudoso ante la forma de actuar de la fémina.
--- Es muy divertido y todo, ¡Pero basta de esto! Tienes que decime tu nombre, ¡Así seremos amigos!---

--- El decirle tu nombre a alguien no te hace amigo de el.--- respondió, dejando a la mayor en un trance.

--- Ya tengo que irme, es tarde y mamá me está esperando.--- Rumi frunció su ceño ante esto, tomando con cuidado el hombro del pequeño para detenerlo.
--- Perdón si te incomode, a veces suelo hablar sin pensar y grito demasiado...--- Katsuki apretó sus labios, acercándose con sus hombros tensos, esperando el golpe que le daría.

Jamás debía darle la espalda a un adulto.

--- La razón por la que pregunto por tus heridas es porque un villano hizo cosas malas por aquí y varios niños fueron afectados por eso y estamos buscando a otras personas afectadas.--- su voz era más suave que antes, realmente había hecho una escena horrible hacia unos momentos.

Mamá. [Drabbles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora