Espero que el agua del mar se lleve todas las promesas falsas que me hiciste; aquellas que me enseñaron que el sabor del amor es indistinto al dolor.
⋆ㅤProhibida la copia y/o
adaptación de cualquier tipo.
⋆ㅤTragedia romántica, juvenil, 16+
⋆ㅤHistor...
Indiferente. (adjetivo) [persona] "Que no muestra una actitud positiva ni negativa hacia determinada cosa o persona, o que no la muestra hacia nada ni nadie".
Desafecto, desafecta. (adjetivo) "Que no siente estima por una cosa o muestra hacia ella desvío o indiferencia".
Desapego. "Falta de afecto o interés por una persona o una cosa".
Apego. "Aprecio o inclinación especial por algo o alguien".
Indistinto, indistinta. (adjetivo) "Que tiene características que lo hacen indiferente para lo que se expresa".
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No era necesario tapar el sol con el pulgar para que aquella bella mujer fuera capaz de convencer a su hija de lo que ella creía. "¡Esto está bien!" "¡Esto está mal!", el corazón débil de una niña no era capaz de reconocer cuándo, cómo, ni qué era exactamente la verdad, o de qué era lo bueno o lo malo para comenzar.
"¡Ve al cielo!" "¡No te corrompas!" "¡Terminarás en el infierno!"
Aquella mujer soltera había criado no a uno, ni dos, sino tres hijos, con el mismo pensamiento e ideal que ninguno jamás sería capaz de enfrentar aunque intentara pensar. Sus cerebros habían sido lavados desde que tenían uso de la razón: era ella la única capaz de reconocer el bien y el mal (o eso era lo que ella les hacía creer), así que el simple hecho de saber si algo era o no bueno o malo era imposible si no se lo informaban a ella.
Aquella mujer les había creado como niños de bien, eso sí era verdad. Siguiendo al pie de la letra su ideal creyente, visitando la iglesia y leyendo la biblia, confiando siempre en que las palabras de la madre eran siempre la única verdad absoluta. Había sido difícil para alguien alguna vez siquiera tratar de entender cómo había logrado por sí sola conseguir que aquellos infantes desde muy pequeños estuviesen convencidos de sus palabras sin tener siquiera el interés de dudar.
No hubo intento alguno, porque ellos estaban ciegos por el amor que sentían por su progenitora.
¡Oh, señora Seo! Usted está tan equivocada, mientras escribe en su diario una vez más el versículo que planea recitar frente a aquel montón de creyentes para continuar pensando fielmente que llorar frente a un altar iba a traer la vida de eterna felicidad luego de morir. ¡Oh, señora, usted solamente verá el cielo romperse cuando sus pulmones dejen de funcionar y su cerebro entienda que tan solo desperdició su vida por creer en algo que no era creíble!
¡Oh, cielo bendito y almas dormidas! ¿Por qué no despiertan de su pesadilla a ésta pobre creyente que no vive por vivir y simplemente existe? Sonriendo ante la imagen de cerámica de un hombre blanco y atractivo porque alguien más le dijo que esa era la apariencia de su deidad.
