⭒ Indistinto ── soohua ╱ minyeon.

interés

— Quizá metí la pata

— Debe ser bastante grave para que lo aceptes

Miyeon se cruzó de brazos, observando a Christopher. El rubio relamió sus labios, bajando la mirada.

Bastante grave.

— ¿Recuerdas que estaba en detención? —susurró el muchacho, aún mirando el suelo. Miyeon hizo un ruido en señal positiva—. Bueno, ese chico molesto, Hyunjoon, estaba molestando a Felix. Así que... Digamos que... Intervine

— Oh por Dios, ¿golpeaste a ese niño? —exclamó Miyeon, exaltada. Chris frunció las cejas:

— ¡Por supuesto que no! —se apresuró a responder, mirando finalmente el rostro de la más baja—, eso me causaría más problemas de los que necesito ahora

Miyeon alzó una ceja, al escuchar su justificación.

El cachorro que ambos estaban paseando comenzó a gruñir en dirección a un grupo de gatos, así que ambos se vieron obligados a detenerse; Chris tomó entre sus brazos a la mascota de la que Miyeon llevaba la correa, mientras consideraba cómo continuar su historia.

El sol comenzaba a caer y teñía de naranja el firmamento. Las estrellas casi eran visibles ahora; la luna amenazaba con su llegada. Entonces, Miyeon observó el rostro que se teñía en tristeza de Christopher, y asumió que realmente había hecho algo de lo que se arrepentía.

— Fuimos a detención en el salón donde tiene clases Felix, y Hyunjoon estaba burlándose de él. Hizo toda clase de comentarios, algunos eran... Estaban pasándose de la raya. Así que intervine. Simplemente me burlé de él, eso fue todo —el rubio hablaba con lentitud, intentando que sus ideas se organizaran—. Luego, hice salir a Felix conmigo. Lo llevé al baño, y-

— ¿Te comiste a Felix?

Chris se detuvo en su lugar, frunciendo las cejas mientras observaba a la más baja.

— ¿Qué? ¡No!

— ¿Y entonces qué es tan grave? —Miyeon lucía genuinamente confundida—. Si no golpeaste a nadie, y no besaste a nadie, ¿cuál es el problema tan grande que dices tener?

— Le grité —interrumpió—, grité, y él luego comenzó a llorar. No tenía idea de que era... Que era sensible. Cuando comenzó a llorar, me di cuenta de que ni siquiera soy su amigo, como para regañarlo, y que probablemente él ya se sentía lo suficientemente mal, gracias a que su compañero le molesta. Fui un idiota. Pero gracias a ti, me doy cuenta de que no soy tan idiota después de todo.

— Chris... —Miyeon dudó durante unos segundos sobre lo que quería decir. El rubio dejó al cachorro que llevaba en sus brazos en el suelo, buscando la llave de su casa en el bolsillo de su chaqueta—. Eres grosero y siempre te metes en asuntos, y problemas, sin razón. Has maldecido la familia entera de otras personas por cualquier estupidez y luego te has metido con personas de quienes luego no recuerdas su nombre. Eres un idiota. ¿Por qué ahora te preocupa, que fuiste un idiota con alguien más?

El rubio pareció ofendido, pero sabía que ella tenía la razón.

— Tú mismo lo dijiste. Ni siquiera son cercanos. No te justifica, y no digo que la forma en que te comportas sea correcta, pero... Es simplemente tú, siendo tú —Miyeon soltó una risita.

Ambos se quedaron en silencio, mientras Chris analizaba las palabras de la muchacha. ¿Qué se suponía que iba a responder?

Ella tenía razón.

— ¿Sabes? Te noto interesado.

De inmediato, el más alto se alarmó.

— ¿Qué? No.