El conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder comprender el color, debemos entender de dónde proviene.
¿Qué es lo que reside en el...
Temática: Vida Universitaria|Boys Love|Romance|Cafe Shop|Confort
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Las tareas se acumulaban cada vez más, en su escritorio estaban miles de hojas sueltas y unas cuantas libretas. Iguro odiaba la universidad, estudiar para poder graduarse de Ingeniero era para él una monótona vida. No salía a beber porque no poseía amigos y si lo que podía llamar amigo era a otro inadaptado social como él, tal vez Iguro si poseía un amigo. Tomioka Giyuu, la persona con la que Obanai pasaba la mayor parte de su día, eran compañeros de cuartos y se podían decir que quien no los conociera por la actitud tan parecida que ambos poseen los llamarían hermanos. Normalmente Obanai se las pasa haciendo las tareas que ha dejado acumular por jugar muchos videojuegos o leer manga, el pelinegro solo pensaba en dos cosas terminar cuanto antes y el nuevo videojuego que había comprado.
Eran las doce del día, de un fin de semana cualquiera. Solo cambiaba el hecho de que Giyuu se había conseguido novia y andaba con ella por ahí disfrutando de sus años de juventud. Obanai no se sentía celoso, al contrario tenía muy clara su sexualidad para decir que las chicas le llamaban la atención, exacto este era otro problema en su vida era homosexual, encontrar pareja le suponía un reto.
—Agh, odio plano —masgulló en un comentario mientras estrujaba la hoja de papel al frente de él.
Cansado de tantas rectas y figuras sostuvo su cabeza por unos momentos y miró con aburrimiento la sala, de estar. En su casa no se iba a concentrar por el silencio y la atmósfera que había. Aunque a Iguro no le gustara estar rodeado de personas a veces creía que la atmósfera de un café era la mejor para aliviar sus problemas y dudas, para su suerte había cerca de su casa.
—Mejor recojo las cosas y voy a estudiar allá. —Se dijo así mismo hechando todos los libros en una mochila y dejándola sobre la cama, para darse un baño y salir.
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