░⃟┊┊┊ - - - ✦02| єиτяє τυѕ ϐяαzοѕ

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T૯ɱค੮ɿ८ค: Hurt/Confort

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T૯ɱค੮ɿ८ค: Hurt/Confort.

ᴘᴀʀᴇᴊᴀ: ObaMitsu

Iᴅᴇᴀ: Iguro trata de calmar a Mitsuri, luego de que esta se enterara de la muerte de Rengoku

Iᴅᴇᴀ: Iguro trata de calmar a Mitsuri, luego de que esta se enterara de la muerte de Rengoku

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◦•●◉✿✧ᗪιѕfяυтєη✧✿◉●•◦

La tormenta aumentaba con el pasar del tiempo, Mitsuri estaba sentada en el tatami como de costumbre. Los ojos de la chica estaban fijos en las afueras del jardín, sumida en los pensamientos de cuando iba a terminar la insesante lluvia. La pelirrosa tenía un mal presentimiento sobre ese día, con cada gota de lluvia aumentaba esa sensación amarga como si algo malo fuera a pasar. Él la observaba desde lejos, tenía un inmenso miedo a perpetuar la paz de la chica cuando se acercara con la noticia, pero debía ser él porque nadie la comprendía mejor que él mismo.

—Estás aquí Kanroji. —Los ojos verdes de la chica se toparon con los heterocromáticos del chico, ella pudo fijarse en la expresión de él que para nada era la pacífica que siempre solía tener.

—¿Qué ocurre Iguro-san? —El pelinegro tragó en seco, no le quería decir la noticia pero algún día la chica se enteraría aún no ser por él y más como volaban los rumores de los cuervos.

—Escúchame tranquila y relajada. —Mitsuri miró ansiosa a su amigo, Iguro no se veía muy bien sus ojos delineaban una línea roja por debajo de ellos y su cabellera estaba completamente despeinada.

El pelinegro se sentó a su lado para tener más oportunidad de consolarla cuando le dijera la noticia. La muchacha era una persona perspicaz, ya sabía que la situación era bastante seria. Iguro tomó un poco de aire armándose de valor, él sabía que destrozaría a la pelirrosa cuando le dijera aquello y más que sabía cuánto ella amaba a su “maestro”,  eso era Rengoku para la chica un maestro que le enseñó muchas cosas como a valorar su propia vida, para Iguro el rubio también era alguien importante, él había perdido a su mejor amigo. El sonido de la lluvia resonaba con el silencio que había entre ellos, el ambiente frío y oscuro ocacionado por esta era un complemento perfecto para entristecer más a ambos.

Color Club: Amathyst•Iguro Obanai | KNYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora