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Taehyung mordió el labio inferior de Jungkook con fuerza, tirando de él y haciendo que el pelinegro gruñera ante el excitante dolor que le había causado. Su mirada oscureció y se separó, quedando a unos pésimos centrimeros de su rostro.

—Ponte a cuatro, las manos cruzadas detrás de la espalda— dijo con una firmeza y seriedad en su voz que hizo que el cuerpo de Taehyung ardiera
— Ahora mismo, vamos — ordenó sin dejar de mirar sus ojos tétricamente.

Taehyung obedeció y se giró, colocando su rostro en la almohada, inclinando su cintura y llevando sus muñecas a su espalda.

—¿Y ahora qué, vas a azotarme?— dijo Taehyung, esperando ansioso su próximo movimiento.

—¿Tienes lubricante?— dijo ignorando su pregunta.

—En el segundo cajón—

Jungkook sonrió y se acercó a la mesilla, abriendo dicho cajón y encontrándose con dos vibradores de un gran tamaño y un bote de lubricante medio vacío.

—Te diviertes mucho tú solo ¿eh?— dijo volviendo a la cama, colocándose de rodillas frente a Taehyung.

—Sí, me encanta follarme— admitió sin ningún tipo de pudor.

—Ah, realmente no tienes vergüenza alguna...— miró hacia abajo, ladeando  su cabeza y examinando perfectamente el cuerpo de Taehyung tan expuesto para él, ansioso por volver a enterrarse profundamente en su piel — Más te gustará follarte mi polla— dijo uniéndose a él, agarrando cada lado de su cintura y pegando su erecto pene cubierto por los pantalones, comenzando a moverse en leves ondas con lentitud.

—Mmh-g...— suspiró Taehyung, notando su entrada contraerse ante el movimiento.

Sus manos azotaron con fuerza las nalgas de Taehyung mientras se restregaba con más fuerza, gruñendo bajo y mordiendo su labio ansioso, notando su polla palpitar ante el contacto.— A-ah, mierda...voy a partirte, rubio— siseó rudamente aumentando la intensidad del roce.

Taehyung gemía débilmente cada vez que Jungkook impulsaba, haciendo que se deslizara entre las frías y suaves sábanas, las cuales rozaban sus pezones dejándolos completamente erectos y sensibles, causándole espasmos directos a su entrepierna.

El pelinegro detuvo sus movimientos, no sin antes dar un último azote en una de sus nalgas.

Sacó la pistola de su cintura y agarró el lubricante; esparciendo por la longitud del arma y luego metió la mano en su bolsillo, sacando un cigarro y colocándolo en sus labios.

—Manos en la espalda, he dicho— Taehyung rápidamente volvió a colocarlas detrás y Jungkook se deshizo de su propia camisa, tirando de ella hacía arriba y dejándola en cualquier lugar.

Taehyung escuchó el sonido de un mechero y frunció su ceño.

—¿Que haces?— preguntó confuso.

— No hables si no es para gemir— contestó bruscamente, expulsado el humo de sus labios. — Ábrete más.

—¿De nuevo con reglas?— susurró Taehyung con una sonrisa antes de dejar más espacio entre sus piernas.

El pelinegro observó totalmente cegado por la excitación, colocó el cigarro en sus labios, atrapándolo y con una de sus manos; agarró con firmeza las muñecas entrelazadas del rubio y con la otra restante; delineó su entrada con la pistola.

—Es...— dijo Taehyung al notar la textura de lo que amenazaba con entrar en él, pero no pudo terminar la frase.

—¿Que te he dicho, rubio?— dijo áspero, sujetando el cigarro entre sus dientes y alzando una ceja— Tendré que enseñarte a obedecer ¿o que mierda?

Taehyung asintió sin hablar, moviendo su cabeza de arriba a bajo y deslizando su cintura, suplicando por más contacto. Quería ser castigado.

—Huh— dió una calada más y tiró el cigarro al suelo, después volvió a agarrar las muñecas de Taehyung
—Veamos que tal tragas esto.

Hizo presión, adentrándose un poco y volviendo a salir, observando con lujuria la entrada del rubio contraerse cada vez que lo sacaba. Estaba jodidamente necesitado y eso, le encantaba.

Taehyung gimió al notar el frío acero entrar en su caliente y mojada entrada, mandando miles de escalofríos. Arqueó más su espalda y abrió más sus piernas.

—¿Quieres que te folle con la pistola, Taehyung?— metió un poco más, sintiendo su erección comenzar a doler— ¿Tan enfermo estás?— continuó— ¿Tanto como yo?

Taehyung solo asentía frenéticamente con su rostro, deseando ser llenado y complacido. Abriendo su boca y dejando escapar varios suspiros y gemidos que hacían enloquecer al pelinegro.

—Eso creía...— y tras esas palabras, metió la pistola hasta el gatillo, provocando un gran gemido por parte de Taehyung, quién formó sus manos detrás de su espalda en perfectos puños, apretando fuerte.

Comenzó un vaivén agresivo, sacando y metiendo el arma con velocidad y profundidad. Su mirada se centraba únicamente en la manera tan sucia y excitante en la que la pistola desaparecía en la entrada del rubio.

Tras jugar un rato con su arma, la colocó a un lado de la cama, su erección no soportaba ni un segundo más, estaba deseando follarse a ese rubio. Quitó sus pantalones junto a sus boxers, dejando ver su rojizo pene totalmente erecto el cual agarró y delineó, entrando en él de una sola estocada.

—A-ahh— gimió Taehyung, sintiendo el mismo cielo con cada ruda embestida que le otorgaba.

Jungkook agarró con fuerza su cabello y lo acercó a él agresivamente, pegándolo completamente a su cuerpo y lamiendo su cuello antes de susurrar en su oreja.

—Mi polla es mejor que tus juguetes, ¿cierto, Taehyung?— susurró ronco, gruñendo con furia mientras embestía con más fuerza sin dejar de tirar de su cabello y con su mano libre; masturbaba la erección del rubio.

—Aa-ah s-sí— dijo entre gemidos, sintiendo su orgasmo cerca.

Jungkook llevó su mano a sus pezones erectos y sensibles, pellizcando con una leve fuerza para después masajear todo el lugar con la misma presión y con la otra; agarró su cintura para impulsarse con más facilidad; sacándole más y más gemidos.

—J-jungkook, voy a correrme...— siseó como pudo, con sus ojos cerrados, sus labios abiertos y reposando su cabeza en el hombro del pelinegro.

— Córrete para mí, rubio— susurró, chocando su cálido aliento con la erizada piel de Taehyung, la cual se encargó de morder y succionar
—Vamos, muéstrame que tan sucio eres.

Aceleró sus embestidas y Taehyung comenzó a gemir más alto y sin pausas, gritando su nombre una y otra vez mientras su vientre se contraría y expulsaba semen sobre las sábanas blancas, llegando a su orgasmo. Jungkook dio algunas embestidas más y se corrió al igual, dejando marcas en su cuello ante la brutalidad con la que había ahogado sus gruñidos, mordiendo su piel.

—Ah, mierda...— susurró Jungkook con su respiración jodidamente agitada al igual que Taehyung.

Ambos se acostaron en la cama totalmente agotados.

—¿Y ahora qué?— dijo Taehyung en un suspiro, pues su pecho todavía subía y bajaba con velocidad.

—Mañana te llevaré a un lugar que te va a encantar— dijo llevando sus brazos detrás de su cabeza y reposandose en ellos.

—¿Venías a matarme y ahora me invitas a una cita?— preguntó burloso, girándose para mirarle.

—No tienes ni idea de lo que te espera, rubio. Pero antes, quiero hacer algunas cosas contigo— dijo observándole de reojo.

—Como sea—  una sonrisa maliciosa se posó en su rostro—¿Iremos a otro juego?

Había probado la ruleta rusa, la caza de humanos, la tortura, entre otros. Pero quería más, él siempre quería jugar.

—Algo así, sí.

DON'T MOAN [KOOKTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora