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Jungkook después de presenciar bastantes partidas de la ruleta rusa, se le ocurrió un juego mucho más divertido, a su parecer. El cual llevaba planeando meses, solo necesitaba a alguien tan enfermo como él.

Déjame explicártelo.

Es necesario más de un jugador, en este caso serán dos. Se trata de mantener relaciones sexuales o simplemente intentar excitar de alguna manera al otro jugador. Se basa en tratar de no gemir ni hacer ningún tipo de sonido sexual. Quien pierda, es decir, quien gima primero; estará a la total disposición del otro jugador, que su deber será asesinarlo de la manera que desee. Puede ser desde un simple disparo hasta una muerte lenta y dolorosa. Eso ya depende de cada quien.

Y no era fácil encontrar a alguien para jugar, ya que no a cualquiera le importa una mierda su vida. Pero afortunadamente ya encontró a esa persona dispuesta a cumplir su macabra fantasía.

Taehyung.

-Que comience el juego- Sin esperar ni un solo segundo, Jungkook agarró la cintura de Taehyung y lo empotró con fuerza a la pared. Pegándose a él y besando ferozmente sus labios.

Taehyung entrelazó sus dedos en la cabellera de Jungkook e intensificó el beso, succionando más fuerte.

Sucios chasquidos cada vez que sus labios se separaban, era todo lo que se lograba escuchar.

El rubio, puso sus manos en el pecho de Jungkook y agarrando su chaqueta de traje, en un rápido movimiento se colocó en su lugar. Dejando, esta vez, a Jungkook contra la pared en un bruto empujón.

Jungkook sonrió ante aquello, mordiendo su labio inferior juguetonamente mientras observaba a Taehyung comenzar a desabrochar los botones de su camisa.

Una vez que se deshizo de ella, la tiró al suelo y su cálida lengua se posó en su pezón. Succionó y mordió uno hasta dejarlo erecto y sensible para después hacer lo mismo con el restante.

Poco a poco, fue bajando sus húmedos besos hasta llegar a su perfecta V marcada de Jungkook. Se puso de rodillas y antes de desabrochar el cinturón y la cremallera de sus pantalones; levantó su mirada coqueto.

-Todo tuyo- Dijo Jungkook y Taehyung comenzó a sobar con sus rosados y gruesos labios la entrepierna del pelinegro sobre la tela de sus pantalones. Jugando con su paciencia.

Terminó de bajar totalmente su ropa interior y con sus finas manos sostuvo su pene semi erecto. Lamió levemente su rojizo glande y miró nuevamente a Jungkook, el cual se encontraba con los ojos cerrados y mordiendo sus labios, seguramente evitando gemir.

Una dulce pero maliciosa sonrisa se posó en su rostro y ahuecó sus mejillas antes de introducirse todo su pene, provocando una arcada que apretó más el glande del pelinegro.

Jungkook agarró su cabello rubio y ondulado con fuerza al sentir su pene engullirse por completo en la caliente y húmeda boca de Taehyung, junto a la exquisita textura de su lengua.

Movía su cabeza rítmicamente, dejando que entrara y saliera, utilizando su mano para mantener la presión en toda la erección. Parecía un experto en esto.

Jungkook agarró más fuerte su cabello y comenzó a embestir él mismo su boca, profundo y rudo. Las arcadas se volvieron más frecuentes y sus ojos lagrimeaban ante aquello, pero aún así, notaba su propia erección crecer y su entraba contraerse.

Tras algunas embestidas más, Jungkook agarró la mandíbula de Taehyung, obligándole a levantarse.
-Me toca- Susurró, avanzando algunos pasos hasta que Taehyung tropezara con la cama y cayera en ella.

Sabiendo lo que debía hacer, se quitó la ropa y se colocó en cuatro. Elevando su cintura y pegando su rostro a las sábanas.

Jungkook se colocó de rodillas en el suelo y visualizó frente a él las preciosas nalgas de Taehyung.

Sin previo aviso, dió un azote. Provocando que Taehyung mordiera las sábanas, ahogando el grito que quería salir de su garganta.

Masajeó el lugar y volvió a dar otra fuerte nalgada en el mismo sitio, mordió sus labios al ver la preciosa mancha rojiza que comenzaba aparecer.

Se acercó más y pasó su lengua suave por su entrada, superficialmente.

Taehyung se estremeció ante ese mínimo contacto y abrió más sus piernas, dándole más espacio al pelinegro.

Siguió jugando, dando lamidas desde sus testículos hasta su necesitada entrada, hasta que finalmente introdujo su lengua.

Taehyung mordió más las sábanas, mojandolas de saliva y comenzando a mover el mismo sus caderas. Embistiéndose con esa jugosa lengua.

El sudor manchaba sus rostros y sus respiraciones estaban agitadas. La lujuria estaba impregnada en sus cuerpos  y el calor se estaba volviendo más denso, no gemir cada vez era más complicado. ¿Quién caerá primero?

Jungkook succionó una última vez su entrada y se apartó, dejando a Taehyung con deseo de más pero rápidamente su boca se abrió en una perfecta "O" cuando sintió algo más grande atravesar su mojada entrada.

Jungkook había dado la primera estocada.Salió repentinamente y volvió a entrar en él, brusca y profundamente.

Ambos mordieron sus labios, tratando de no perder el control absoluto, pues las consecuencias serían mortales.

Jungkook agarró la pequeña cintura del rubio para coger impulso y seguir embistiendo más rápido. Sus cuerpos chocaban creando un sonido tan obsceno pero excitante para ambos.

Tras varias embestidas más, Taehyung decidió tomar el control y se colocó encima de él. Jungkook volvió a sostener su cintura y el otro se dejó caer lentamente sobre su erección mientras sus manos estaban enredadas en su propio cabello.

Cuando estaba completamente dentro de él, comenzó a mover su cintura en círculos. Sin dejar que saliera, provocando miles de sensaciones y una ola de calor explotar en la entrepierna de Jungkook.

-A-ah, joder-


Grave error, Jeon.


Jungkook al instante mordió sus labios, pero ya no había vuelta atrás.
Una sonrisa maligna se apoderó del rostro inocente de Taehyung y comenzó a saltar sobre él.

Ahora ambos gemían en descontrol, pues ya había un perdedor.

Taehyung posó sus manos en el cuello del pelinegro mientras seguía embistiéndose rápidamente.
Comenzó a apretar el agarre.
Sus gemidos aumentaban, al igual que su satisfacción al ver como el aire del chico debajo de él comenzaba a faltar.

-Ah-h s-si ¡Sí!- Gritaba exaltado riendo sin parar, una risa siniestra pero adorable porque así era Taehyung. Dos únicas personalidades en una sola.

Sus manos ejercían fuerza en demasía, las de Jungkook dejaron de sostener su cintura, pues su debilidad aumentaba. Aún así, sentía ese conocido calor en su vientre, al igual que el rubio.

Ambos terminaron por correrse, Taehyung con un gran gemido y con sus manos todavía en el cuello de Jungkook.
Jungkook con su último suspiro antes de que su respiración se esfumara por completo.

Taehyung le dió un último eso y se colocó a su lado, posando un cigarro en sus labios con una sonrisa victoriosa. Él nunca perdía.

-Game over, Jungkook-

DON'T MOAN [KOOKTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora