Capitulo 5

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Me quede pensando parado como idiota junto a la puerta que acababan de cerrar otra vez, no se si era por que estaba asustado o por que simple y sencillamente ya no sabía que demonios hacer.

-Bueno así que su nombre es Rebeca, valla nombré le pusieron, bueno no debería quejarme mi nombre es aún peor que el de cual quiera- lo dije sin siquiera contenerme en lo que decía-.

Llevaba mucho rato encerrado sin hacer nada la verdad estaba harto de que siempre me tratarán así, aunque esta vez era diferente yo estaba encerrado y antes tenía libertad, ha joder que confusión tan grande, solo divagaba en mi propia mente y suspiraba como loco. Así que se me ocurrió una idea.

- ¡Estoy aburrido si alguien me escucha por favor dígale a la cara larga que me estoy enfadando! - grite junto a la puerta y espere a que alguien más respondiera, pero nunca lo hicieron, esa cara larga no quería venir-.

- Por un demonio me mandas llamar y lo primero que encuentro es que este está tirado y dormido como sí no fuera nada raro lo que te está pasando, ¿todos los humanos son iguales o sólo tu saliste idiota? - dijo la cara larga desgraciado que me llevaba asiendo la vida de añicos desde que termine aquí, pero note que estaba cansado-.

- Siempre eres tan ruidos- conteste molesto y asiendo getas-.

- Así de malcriado debiste de haberte comportado cuando te estaba torturando ahora no le veo chiste de que te hagas el fuerte niño rico, total desaparecerás una vez que le devuelva la flama que tu familia le robo a la mía ase generaciones atrás- hubo un momento de silencio, se recargó en la esquina del cuarto donde me encontraba tirado-.

- No te lo tomes personal solo que por la culpa de tu familia la hemos pasado muy mal, y creo que ya es necesario que regresen lo que robaron de aquí, te doy mi palabra de que tratare de sacártelo sin arrebatarte la vida-.

- ¿Cres que lo conseguirás tan fácil?, ¿qué te hace creer que yo lo tengo? y aún que así fuera sí eso es lo que me mantiene con vida ¿crees que te dejare sacarlo así de fácil como si nada pasara? - le conteste gritando y parándome de un salto-. ¡Esto no tiene que ver sí es de vida o muerte, si no del porque yo debo pagar lo que mis ancestros hicieron ponte en mi maldito lugar cara larga, no la he tenido fácil nunca me dejaron convivir con nadie siempre estuve sólo, y a como supe tu eres igual o hasta peor que yo!

Seguí diciéndole cosas más bruscas cada vez y la verdad no me arrepiento de a ver dicho todo lo que dije, pero, cada vez que hablaba él ponía una cara más de desanimo.

-Ya hablando en serio ¿quién diablos eres tú?, me traes aquí y ni siquiera se tu nombre- pregunté con un nudo en el estómago pensé que me iba a caer-.

- ¿Por qué demonios te diría mi nombre?, sabes, es verdad que sólo eres un simple recipiente que alberga algo interesante en su interior a sí que aún que te diga mi nombre dudo mucho que se lo puedas decir a alguien más, ya que para salir de aquí lo más probable sea muerto- lo dijo en tono de soberbia y odio-. No lo tomes personal, no fue tu culpa y no te culpo por ello, al contrario, maldice a tus antecesores ya que fueron ellos quienes van a provocar tu muerte, yo sólo ayudare a regresar lo que es de mi gente.

Terminando de decir esto se fue del calabozo me estrese y pensé ¿cómo quiere odie a quienes estuvieron antes que yo?, ¿que acaso este tonto no entiende la gravedad?, aah joder que horror.

-Oye cara larga- dije acercándome a la puerta y con voz fuerte-. Se que estas hay, no sé por qué demonios quieres hacerme esto, pero sabes me da igual ya que más puedo perder, mi amigo Andrés ya no me habla a sí que, ya no importa lo que me pase a mi-.

Antes de que terminara de decir lo que pensaba la puerta se abrió y me golpeó la cara.

- ¡Qué demonios te pasa, podrías haberme dicho que abrirías la maldita puerta! - se pone la mano en la cara y hace un gesto de dolor-.

-Bueno creo que no es necesarios que exageres, ¿por qué demonios muestras ser tan rígido cuando siempre fuiste manipulado a antojo? Yo creo que es muy raro, además quien te manda a poner tu horrible cara a tras de la puerta - dijo alisando un poco las manos y haciendo una mueca sonriendo-.

-estas completamente loco, que tal sí esa puerta hubiese tenido algún palo salido o algo, me abrías matado- dije furioso por el golpe que me había dado con la puerta-.

-Porque eres tan llorón- dijo jalándome la oreja-. Porque no sólo te callas, quien diría que el señorito fuese a sí, siempre aparentaste ser de esos que no rompía ni un plato- dijo mientras me miraba con desprecio.

-Cállate maldito cara larga- me acerque y lo empuje-.

-Huy atrévete a repetirlo en mi cara y atrévete a empujarme otra vez- se acercó bruscamente y empujando me-. Solo tienes la lengua larga no te ánimas a siquiera golpear...

Antes de dejarlo terminar mi sangre hervía como si estuviera a una alta temperatura, seguí mis instintos y lo golpee.

Oscuro DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora