seokjin

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Seúl, Corea del Sur

Mi fin de semana pasó en un borrón, enfatizado por reproducciones mentales follando a Hye en su oficina. Honestamente, nunca había pensado en la misma mujer después de haber tenido sexo, pero cuanto más intentaba no pensar en Hye, más imágenes de ella retorciéndose contra mis labios venían a mi mente. Más imágenes de ella inclinada sobre el escritorio y diciendo mi nombre invadían cada pensamiento.
No solo eso, sino que hoy no había oído de ella. No había contestado mi mail de "Lo que necesito hoy" con su usual "Bien", y ya estaba retrasada por más de dos horas. Creí que estaba intentando usar la mierda de "Me quedé hasta tarde el viernes así que llegaré tarde el lunes", por lo que decidí no pensar en eso.
Intenté distraerme lo mejor que pude hasta nuestra reunión de las dos, porque ella sabía que lo mejor no era perder un día de trabajo por el próximo mes desde que era temporada de adquisición.
Mientras estaba leyendo la pila más reciente de acuerdos de libros aprobados, llegó un suave golpe a mi puerta.

—¿Sí? —Aparté mis papeles, esperando ver a Hye, pero solo era Nam y un camarero.

—Buenos días —dijo Nam mientras se acercaba a mi escritorio—. Quería venir más temprano e invitarlos a Hye y a ti a un almuerzo tardío si no es molestia.

—No me molesta —mentí, diciéndole al camarero que pusiera la comida en mi escritorio.

—¿Fin de semana salvaje? —preguntó Nam.

—No. ¿Qué te hace preguntar eso?

—Te ves tenso, como si no hubieras dormido en días o estuvieras estresado por algo. O tal vez es... —Se detuvo, soltando un suspiro exasperado—. ¿Estás por decirme una historia para los tabloides? — Sacudió la cabeza—. Ibas tan bien, Seokjin. Tan bien...

—No. —Rodeé los ojos—. Y no estoy tenso. Si quieres saber, no dormí bien anoche y aún tengo que atravesar una sesión de tres horas contigo y Hye que comienza en cualquier momento.

—Hablando de Hye... —comenzó a decir, pero lo interrumpí.

—Es alérgica al ajo —le dije al camaro, levantando la canasta de pan que había colocado—. ¿Puedes reemplazarlo con pan de trigo?

—Sí, señor.

—Y esto. —Le señalé la botella de jarabe de caramelo que había traído—. Pensará que es avellana y tendrá un ataque de tos si toma un sorbo. Tómalo y trae jarabe de chocolate en su lugar.

—Sí, señor. —Recogió los ofensivos objetos y se dirigió a la puerta— . Vuelvo enseguida.

Nam alzó sus cejas, viéndose completamente confundido.

—¿Siempre haz memorizado las preferencias de comida de tu asistente?

—Solo de las que duran más de un año.

—Ah. —Se rio—. Bueno, como estaba diciendo, Samsung y LG llamaron para decirme que aún no has regresado sus llamadas sobre su referencia, así que realmente necesitas hacerlo en algún momento de esta semana. Planeas darle una buena recomendación, ¿verdad?
Mi teléfono sonó antes de que pudiera abordar esa pregunta.

—¿Sí? —respondí.

—Buenos días, Sr. Kim —dijo una voz suave—. Soy Shelby de Recursos Humanos. Lamento estar notificándole tan tarde, su asistente ejecutiva llamó más temprano y presentó un aviso por una semana de licencia por enfermedad.

—¿Una semana?

—Sí, señor. ¿Quiere que cubra su espacio con un empleado
eventual durante este tiempo?

—No, gracias. —Colgué y me recliné en mi silla. Hye nunca usó la licencia por enfermedad, incluso cuando estaba enferma de verdad. Había venido a incontables reuniones tosiendo y estornudando cuando probablemente debería haberse quedado en casa, así que no estaba seguro de si estaba usando nuestra reciente cita como ventaja, o si de alguna manera se había enfermado mortalmente en cuestión de cuarenta y ocho horas.

—¿Seokjin? —Nam intentó llamar mi atención—. ¿Seokjin? 

Lo ignoré, sacando mi teléfono y enviándole un email a Hye.

Asunto: Licencia por enfermedad.
Será mejor que tengas una maldita nota del doctor... Kim Seokjin
CEO, Kim Publishing

Su respuesta fue inmediata.

Asunto: Re: Licencia por enfermedad.
¿Y si no la tengo?
Kang Hye
Asistente Ejecutiva del CEO de Kim Publishing

Asunto: Re: Re: Licencia por enfermedad.
Si no la tienes, te sugiero que llames a RR.HH. ahora mismo y anules tu "licencia por enfermedad" desde que sé que es falsa. Luego te sugiero que aparezcas mágicamente en mi oficina en la próxima hora así podemos prepararnos para la ronda de adquisiciones de autores de la semana que viene.
Kim Seokjin
CEO, Kim Publishing

Asunto: Re: Re: Re: Licencia por enfermedad.
Oh, es verdad. La semana que viene es muy importante...
Probablemente también estaré enferma la semana que vine.
(Probablemente seguiré "recuperándome" de algo.)
Tal vez si me voy por un tiempo verás lo difícil que en verdad es mi trabajo. Tal vez entonces me apreciarás más.
Kang Hye
Asistente Ejecutiva del CEO de Kim Publishing

Asunto: Re: Re: Re: Re: Licencia por enfermedad.
No estarás "probablemente enferma" la semana que viene. Traerás tu trasero a trabajar.
(No lleva dos semanas recuperarse de ser propiamente follada.) Te apreciaría mucho más si vinieras a trabajar hoy...
Kim Seokjin
CEO, Kim Publishing

Cerré mi bandeja de entrada, sin esperar su respuesta. Levanté la vista y noté a Nam mirándome como si hubiera visto un fantasma.

—¿Qué? —dije.

—Follaste a Hye, ¿verdad? —

—¿Disculpa? —

—Me oíste. —No se retrajo—. Dormiste con ella... dormiste con ella y es por eso que no has llamado a esas compañías. Es exactamente por eso que no quieres que se vaya.

—No, es por eso que no quiero que se vaya.

—¿Entonces estás admitiendo la parte de follarla?

—No —dije, negándolo y pasando incontables minutos intentando calmarlo. Sabía que tendría un paro cardíaco si sabía la verdad.

Cuando me aseguré de que estaba convencido, saqué las carpetas para la reunión de hoy para que los dos pudiéramos ocuparnos de esto solos.
Mientras comenzaba a organizar sus propias carpetas, abrí una nueva pestaña en mi buscador y busqué una florería local para poder ordenar unas flores que digan "mejórate" para Hye, así podría enviarle una nota más directa de "trae tu trasero a trabajar".
Escogí un ramo de lirios de siete capas, ya que una vez había mencionado amarlas en una reunión de novela, y estaba a mitad de camino de la pantalla de compra cuando me detuve.
¿Qué diablos estoy haciendo?
Cerré la pantalla y agarré mi bolígrafo.
Definitivamente podía sobrevivir a una semana sin su ayuda si quería seguir con juegos. Estaba bastante seguro de que podía hacer su trabajo incluso mejor que ella.
No podía ser tan difícil.

ceo | ksjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora