ONE SHOTS [Daryl y Merle Dixon]

La Breaking bad y Carcel mixta.(Volumen 2)

Suspiraré cansada dejándote caer rendida en tú miserablemente camita. Los trabajos forzosos eran agotadores, pero más agotador era soportar la mirada de un montón de simios en tu cuerpo. Era un día caluroso por lo tanto te quitaste la parte de arriba del "uniforme" para presos. Quedando así en una simple camiseta de tirantes blanca.

Neee, en verdad no era tan molesto tú también disfrutaste de unas buenas vistas, de hombres musculosos sin camisetas y el olor a testosterona que rondaba solo había conseguido alterar tus hormonas al máximo. De verdad, los hombres aquí tenían mucho tiempo libre y muchos lo dedicaban a trabajar el cuerpo. Y que coño para que negarlo estabas como un quesito de buena, como no iban a mirar.

•••

—pffff, algo bueno de la nueva reclusita es que nos alegra la vista a todos, ¿no es así compadre?— Hablaba un hombre bigotudo con un muy marcado acento mexicano. Golpeando la espalda de su compañero.

—Pues si carnal, estaba justo frente mío, con esas nalgotas, ese pantalón apretadido, apretadito... ya sabes delo que te hablo, papá. Una pena que no la pueda agarrar y darle unos azotea bien duros en la cola— Dijo este otro dándole una calada profunda a su cigarrillo.

—Y ni hablar de sus pechos, grandotes y...— No termino de hablar cuando Daryl paso por su lado dándole una patada en el tobillo, ocasionado su caída al suelo. —¿Pero que mierda carnal?— se levando del suelo el bigotudo y miro fijamente a este a los ojos— ¿Qué verga te pasa pendejo? ¿Quieres que te parta la madre o qué?

Daryl llevaba ya un rato largo escuchándolos babear obviamente por ti, diciendo todo tipo de groserías y vulgaridades. Y ya sus dientes y sus puños no podían apretarse más de lo rabioso y enfurecido que estaba.

Se encontraban en el patio, Dixon menor estaba a punto de levantar el puño pero escuchó la voz de Merle tras el.

—Hermanito, déjalo— Dijo intentando convencerlo— No vale la pena, ¿no crees que ya tienes suficientes sanciones?— Merle temía que la condena de su hermanito aumentara y eso no le gustaba un pelo.

Al final acabo cediendo y alejándose junto a su hermano.

—Mira Darylina, a mi tampoco me gusta que digan esas cosas de tu muñequita, pero no puedes defenderla a puñetazos y menos si ella ni siquiera está presente, ¿entiendes Darylina?— Le trato de Merle de persuadir.

—No es mi "muñequita" idiota, y deberían respetarla, si estuvieran hablando mal de ti haría lo mismo— Gruño Daryl aún enfadado.

—¿Qué no es tu muñequita?—Carcajeo el mayor—No jodas, si vas detrás de ella como un enfermo y la miras cual depredador sexual a una presa, estas coladito por ella, además me gusta para ti y de ahí saldrán bebés muy guapos ¿no crees?— codeo a su hermano.

—Cierra la puta boca— Lo empujó Daryl.

•••

Un guardia me sacó de mi celda, casi a empujones, estaba muerta, no estoy acostumbrada al trabajo físico. Pero noooo, era la hora del patio, obligatoria al parecer.

De repente un sol abrumador cegó mi mirada y el calor abrumador inundó mi piel. Juraría que hacía por lo menos 40 grados centígrados. Lo

Me di media vuelta buscando al guardia de mierda que me trajo aquí para arrodillarme y suplicar para volver a mi preciada celda, pero ya había desaparecido y cerrado la verja que separaba el pabellón con la zona descubierta.