El guardaespaldas (volumen 3)

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—¿Quién es?—Pregunto Daryl abriendo la puerta de su nuevo piso.— ¿Que haces aquí?— Le pregunto enfadado a su hermano.

—Igualmente Darylina, yo también te eché de menos—Merle entro al pequeño apartamento a la fuerza observando todo a su alrededor.

—Merle ¿Que coño quieres? No te vas ha quedar aquí—Dijo Daryl persiguiéndolo.

—La hostia...—Dijo Merle mientras terminaba de verlo todo—Esto es un puto cuchitril, ¿No había uno lugar peor hermanita?—Se burló el mayor.

—Cierra la boca, es temporal, hasta que gane más—Se defendió el menor.

—Bueno, a lo que vine, ¿Recuerdas el trabajo de ese periódico?— Pregunto Merle sonriente.

—Aja...—Daryl le incitó a continuar.

—Pues me lo han dado— Termino el mayor.

—Una mierda—Contradijo el pequeño sin creérselo.

—Que si coño, mira—Le dio su contrato a Daryl doblado por la mitad.

—Dame eso— Se lo quito bruscamente empezando a leerlo.—Deben pagarte una miseria...—Susurro el menor.

—Pasa la página, ahí tienes mi sueldo nenaza— Merle se encendió un cigarro.

—¿Pero qué? Tu jefe tiene que ser idiota— Comentó.

—Jefa—Corrigió Merle dándole una calada a su cigarro.

—Seguro que es una vieja que busca acostarse contigo imbécil...—Merle le interrumpió.

—Sinceramente no creo que tenga más de 22 años, es dueña de una empresa y tuve que hacer una entrevista y todo Darylina— Se burló su hermano.

—Pues no entiendo una mierda, ¿que es lo que quieres?— Dijo Daryl esperanzado de que su hermano volviese de rodillas queriendo vivir con el.

—Nada, bueno... decirte que estás a tiempo de renunciar a...—Merle miro a su alrededor dudoso—Este truño y volver a lo de antes—Terminó de decir.

A Daryl eso le sonaba tentador, las cosas no le habían ido muy bien en su nueva vida.

—Ni de coña—Le respondió a su hermano, arrepintiéndose segundos después. Pero ya era tarde para volver atrás.

—Como quieras—El mayor alzó los hombros en señal de indiferencia y se fue por donde había venido.

•••

Un nuevo día de trabajo. A las nueve de la mañana Merle ya estaba en la dirección que le mandaste por teléfono. Frente a tu casa.

—Buenos días señor Dixon— Le saludaste amablemente al aparecer a su lado.—¿Pudo descansar bien esta noche?—Le preguntaste formalmente.

Merle se lo pensó un poco. De hecho no, no había dormido ese día. No tenía casa, aun no había cobrado y no tenía dinero suficiente para alquilar un lugar donde dormir. Se pasó la noche borracho en un banco cual vagabundo, medio en coma etílico. No se sentía muy orgulloso de eso.

—si, claro—Dijo sin darle importancia.

—¡Genial!, toma— Le entregaste una copia de las llaves de tu Audi.—Son para ti, así no tendré que dártelas cada día— Merle las tomo para abrirte la puerta del copiloto para que entrarás seguido de el.

Empezó a conducir en dirección a tu edificio de trabajo. Te extraño tanto como impresiono el que no necesitase JPS. Ni siquiera pregunto una sola vez la dirección, se la sabía de memoria y solo había ido un par de veces.

ONE SHOTS [Daryl y Merle Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora