Love Bites XXX [+18]

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La carcel puede ser el último lugar en el que un criminal puede acabar.
Sobre todo si se trata de un asesino serial, un loco homicida o un psicópata sin control.

Dentro de esos fríos pasillos, en una de las tantas celdas, se encuentra uno de los criminales más sádicos y a la vez, uno de los más peligrosos del lugar.

Un tipo rudo de hebras azabaches, tatuajes en sus brazos y alguna que otra cortada en su cuerpo.
Su mirada es tan fría e intimidante que puede partirte en dos.

Levi es temido y respetado por los demás reclusos. Lleva el título de "homicida desquisiado" por haber tenido el valor de asesinar y descuartizar a su madre y tío.

Lo condenaron a cadena perpetua y parece que terminará sus días tras las rejas.

Si tuviera que explicar todos los antecedentes penales que tuvo Levi, se haría largo y extenso.
Para resumir; estuvo involucrado en robo de autos, asaltos, bandalismo, uno que otro homicidio y ser el responsable del asesinato, y posible canibalismo, de su única familia.

Quién sabe por qué lo hizo.
Los psiquiatras del lugar apenas si pueden hablar con él.
Pero sospechan de una infancia llena de abusos físicos y maltratos.

No muy lejos de esos pasillos, en una de las tantas celdas que lleva por número 304, nos encontramos con otro de los criminales de pésima reputación.

¿Hay algo más peligroso que Levi?

Conozcamos a su contraparte.

Eren mantiene el título de "ángel tierno" por haber cometido una masacre con toda su familia.

No basto con apuñalar y desmembrarlos.
Este dulce chico de ojos esmeraldas, convirtió la carne de sus padres y hermano en algo más.
Una verdadera carnicería.

De mirada encantadora, pero sádica y demencial.
Si fue capaz de cortar a su propia madre como picadillo, de seguro serás hombre muerto si te le acercas.

A diferencia de los demás reclusos, que ponen resistencia ante los policías y guardias, tanto Eren como Levi son bastante tranquilos y obedecen a las órdenes.
Siempre y cuando esten de buen húmor, claro.

Aunque esten en celdas separadas y no las compartan con nadie, siempre pueden tener sus encuentros en las salas reactivas para los reclusos.

Como toda prisión de máxima seguridad, todo esta registrado por las cámaras de seguridad.
Ecepto una parte de la cancha de juegos, hay un punto ciego que afortunadamente Eren encontró.

La primera vez que el castaño conoció al azabache fue durante una práctica de basketball entre los reclusos.
La pelota rodó hasta los pies del rudo azabache.
Su penetrante mirada intimidó a los demás, que salieron huyendo como gallinas.
En cambio, Eren se quedó admirando al tipo de ojos fríos y sin emociones.

Sintió como si un cuchillo le apuñalara en el corazón repetidas veces.
¿Eso era estar enamorado?

Ni siquiera Eren lo sabía.
Jamás experimentó tal sentimiento luego de asesinar a sus padres y hermano.

A Levi le daba lo mismo si ese castaño tenía sentimientos románticos por él.
Estar en prisión por el resto de tu vida era detestable y aburrido al mismo tiempo.

Cada vez que llamaba al castaño era para divetirse con él, por aburrimiento o para experimentar el climax.
En las zonas más oscuras de la prisión, la "parejita" aprovechaba el momento justo para unir sus cuerpos.

Levi acorraló al castaño contra la pared, como un depredador descubrió el cuello del contrario, para comenzar a lamerlo cual si fuera una paleta o un dulce.