Skulls and Bones [𝗦𝗮𝗺 𝗨𝗹𝗲𝘆] ᵉˢᵖᵃⁿ́ᵒˡ |✓|

𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄

"Está bien, o me dices lo que está mal o tendrás que lidiar con un jefe malvado".

Regan miró a Paula cuando dejó de llenar el salero y el pimentero. Su jefe lucía actualmente una mirada muy enojada, probablemente debido al hecho de que Regan había estado de mal humor todo el día. La morena se encogió de hombros y volvió a llenar las cocteleras.

"Simplemente no me gusta tener a mi papá cerca, eso es todo".

Eric Hamilton era como un hongo. Lentamente se extendió por cualquier espacio que habitaba. Solo había estado en la casa durante tres días, pero Regan ya estaba encontrando sus cosas tiradas por toda la casa. Quería tirarlos afuera y dejar que hurgara en el barro, pero Tammin le había advertido que no lo hiciera.

Luego estaba Corrine, que no hacía más que leer sus libros de literatura todo el día. La casa podría estar en llamas y Corrine ni siquiera lo sabría. Regan estaba perfectamente bien con que su hermana se mantuviera sola y no entrara en su espacio, pero Regan podía ver que el comportamiento de Corrine estaba lastimando a Tammin. Y eso era algo que irritaba a Regan.

"Mira, sé mejor que nadie que tu papá es un idiota", dijo Paula poniendo los ojos en blanco, "pero eso no es lo que te molesta, y lo sabes".

Regan suspiró. Era asombrosa la cantidad de información que Paula podía reunir con solo la expresión del rostro de Regan. Ella era como Harry en ese sentido.

Harry, con quien Regan había hablado durante tres horas. Ella le había dicho lo que Paula estaba suplicando escuchar ahora: que tenía sentimientos por alguien que no podía tener. Le había dicho a Harry cuánto odiaba sentirse así, cuánto odiaba sentirse impotente. Ella le había dicho que odiaba tener a su padre ya su hermana cerca.

Regan miró alrededor de The Mudhouse y no vio a nadie con quien estuviera familiarizada. Cuando volvió a mirar a Paula, su rostro estaba solemne. "Me peleé con Sam".

Paula asintió. "¿Qué pasa?"

La mente de Regan zumbaba como una máquina. ¿De qué fue su pelea? Ella le había gritado y gritado porque él sentía algo por ella cuando estaba con Leah. Pero había un significado más profundo, Regan lo sabía.

Simplemente no sabía cómo expresarlo con palabras.

"Él cree que le gusto", dijo Regan simplemente, golpeando un pimentero con demasiada fuerza. "A pesar de que todavía está con Leah. Y solo espera que yo lo acepte. Leah es mi mejor amiga, Paula. Ella es básicamente mi hermana. No puedo simplemente ignorar eso".

"Jesucristo, Regan", dijo Paula, su voz salió en un suspiro. "Mira. No conozco a nadie que sea más desinteresado que tú. Y esa es una gran cualidad para tener". Paula hizo una pausa y miró a Regan con simpatía. "¿Pero no crees que mereces ser feliz? ¿Solo por esta vez?"

"¿A expensas de la felicidad de Leah?" Preguntó Regan, sacudiendo la cabeza. "Si Leah está devastada, yo estaré devastada. Me odiaría a mí misma, Paula. No puedo hacer eso".

Paula se encogió de hombros, agarró un salero y ayudó a Regan a llenarlo hasta arriba. "Lo sé, chico, lo sé. Pero si Sam está enamorado de ti como dice que está, entonces es mucho más grande que solo tú no querrás lastimar a Leah. Alguien saldrá lastimado de cualquier manera, como yo lo veo".

Regan suspiró. No quería que nadie saliera lastimado. Desafortunadamente, ella sabía que ese no era el caso. Si ignoraba sus sentimientos por Sam, lo estaba lastimando. Si seguía su instinto y su corazón y admitía que sentía lo mismo, aplastaría a Leah.

"Me lastimaré de cualquier manera, ¿no?" —Le preguntó Regan a Paula, con los ojos llorosos por las lágrimas.

Paula asintió con la cabeza con tristeza. "Lo parece, bebé. Pero no te concentres en Sam ahora, ¿de acuerdo? Concéntrate en Corrine y tu papá."