𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐎𝐂𝐇𝐎

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Leah llevaba diez minutos en casa de Regan y no había dicho una palabra.

Regan no sabía lo que esperaba. No estaba segura de que ningún escenario en su mente estuviera a la altura de lo que sucedería cuando Leah finalmente decidiera hablar. Todo lo que Regan sabía era que estaba esperando ansiosamente ese momento mientras se sentaba frente a Leah en su sofá, con las manos entrelazadas mientras trataba de mirar a cualquier parte menos a su invitada.

"¿Quieres... quieres algo de beber?" Regan finalmente preguntó. "Tenemos jugo de naranja, y estoy bastante seguro de que tenemos leche con chocolate-"

"¿Por qué?" Leah interrumpió de repente, con los ojos fijos en su mejor amiga. Regan había notado que la luz aparentemente había abandonado los ojos de Leah, reemplazados por una mirada dura. Sabía que era culpa suya, pero aún así no le gustaba verlo allí.

"¿Por qué tenemos leche con chocolate?" Preguntó Regan, confundida. "Mi mamá lo bebe".

Leah puso los ojos en blanco. Pero no fue de la manera amistosa y sarcástica que solía hacer. Esto era diferente, frío. Le hizo saber a Regan lo que Leah pensaba de ella ahora. "¿Por qué elegiste a Sam? De todos los de los que enamorarte, ¿por qué la persona de la que estaba enamorado?"

Regan no tenía una explicación, ninguna que tuviera sentido para su amiga. Abrió y cerró la boca, sintiéndose como una idiota bajo la mirada fulminante de Leah. "Lo siento."

"Eso no responde a mi pregunta."

Regan asintió mientras se miraba los dedos. Trató de formular lo que iba a decir en su cabeza. Ella nunca había querido lastimar a Leah. No tenía la intención de enamorarse de Sam. Una serie de excusas que se dio cuenta de que caerían en saco roto.

Entonces decidió decir la verdad.

"Quería ser egoísta", admitió.

Ante la mirada de Leah, continuó.

"Leah, sabes que cuando amo, lo doy todo. A mi familia y amigos. Y aunque ser amigo tuyo ha sido el mayor privilegio de mi vida, he pasado esos años de amistad tratando de complacerte. No estaba tratando de ser la mejor versión de mí mismo, sino la mejor versión del mejor amigo que querías. Cuando mi papá se fue, mantuve la boca cerrada porque no quería que mi mamá me escuchara hablar de lo mucho que lo odiaba. Pero lloré con tu papá casi todas las noches ". Regan negó con la cabeza, su cabello cayendo frente a su cara. "He tratado de ser desinteresado todo el tiempo que pude, pero en ese momento solo quería algo para mí".

"¿Entonces ser mi mejor amigo fue una carga para ti?"

"Sabes que eso no es lo que quise decir", respondió Regan. Podía verlo en el rostro de Leah. "Esto no va a ayudar, pero ¿sabes cuánto tiempo oculté mis sentimientos por Sam?"

Leah decidió no responder, solo hizo una mueca al escuchar el nombre.

"Me gusta desde Halloween. Bueno, me di cuenta de que me gustaba en Halloween. Creo que me gustaba mucho antes de eso". Regan tragó saliva con dificultad y las lágrimas empezaron a arder en sus ojos. Hizo todo lo posible para no dejarlos caer. "He estado enamorado de él durante tanto tiempo".

"¿Y yo no?" Preguntó Leah, saltando de su lugar en el sofá de dos plazas. "¿No lo he amado? Regan, me rompió el corazón cuando terminó las cosas. Y me convencí de que nunca le devolverías sus sentimientos, porque me amabas más. Perder la confianza en él no significaba nada comparado con perder la confianza en ti. "

"Lo sé", dijo Regan en voz baja. "Sé cuánto te duele".

"¡No, no es así!" Leah espetó. "No lo sabes, ¿y sabes por qué? Porque no has estado sentada en tu habitación, deseando que él cambiara de opinión. No has cancelado todos estos planes de boda que estúpidamente hiciste con alguien que no lo hizo". Realmente te amo. Y tú no eres el único que se siente solo cada maldita noche. Ese soy yo, Regan, no tú ".

Skulls and Bones [𝗦𝗮𝗺 𝗨𝗹𝗲𝘆] ᵉˢᵖᵃⁿ́ᵒˡ |✓|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora