Detrás Tuyo [Woosan](Adaptación)

S U M U L I L G O P

¿Maratón hasta el final? Maratón hasta el final
1/??

-Oye San, tu celular esta sonando desde hace un rato- habló un compañero omega del australiano a penas lo vio salir de los camarines de la empresa, ya aseado y con una nueva muda de ropa-. Te están llamando.

-Oh, gracias hyung- agradeció agachando levemente su cabeza.

Sonrió, observó como el otro chico se retiraba y entonces contestó la llamada que no había dejado de marcar. Sabía con claridad quien era.

-Sanshine, ¿Todavía estás en prácticas?- preguntó Wooyoung rápido, queriendo saber el paradero de su chico.

-Si, hyung, estoy a punto de salir. ¿Me estas esperando?- respondió interesado, demostrando en cada facción de su rostro la felicidad que el hablar con el alfa le producía siempre.

-Traje a Eunnie conmigo, estamos afuera. Estoy ansioso de verte- comentó el alfa en tono meloso, deseando tener ya a su pequeño omega.

-Ahora mismo salgo- fue lo único que dijo San antes de reprimir una risita y proceder a cortar la llamada.

Antes de partir, como es costumbre suyo, reviso si tenía alguna nueva notificación en su móvil. Tenía unos cuantos chat de sus amigos y de sus familiares, como también notificaciones sobre juegos y actualizaciones. Pero fue uno el que más le llamo la atención, uno de su correo.
Sin dejar duda, entro a la aplicación verificando como el emisor era la universidad a la que había hecho la prueba de selección semanas antes. Temblando, con los nervios de punta solamente se dedicó a leer.

Estimado señor Choi

Quiso salir corriendo, ir a buscar a su alfa y enterrarse en su pecho, en sus brazos. Guardo su celular con prisa, metiéndolo en uno de los bolsillos del bolsón mientras corría despreocupado sin estar atento a su alrededor, y por esta misma razón, no visualizó como un brazo de pronto lo detuvo, que sostenía su chaleco por el cuello impidiéndole avanzar. Ladeó su cabeza tan solo un poco encontrándose con el rostro enfadado de su entrenador. Aquella mueca con extremo enojo le dio temor. Las cejas fruncidas con fuerza, boca apretada y ojos cerrados mientras acariciaba su mente le hacía sudar frío, tragando con dureza por tal siniestra expresión.

-¿Hyung? - susurró.

-¿Qué crees que haces, Choi? ¿Por qué no estás entrenando cómo el resto?

-¿Disculpe?- dijo sintiéndose confuso con lo que parecía ser un regaño.

-¿Cómo es que crees qué tendrás éxito si no te esfuerzas, es qué no lo ves? Nunca entrenas, solo te quedas en las prácticas obligatorias, no haces nada por ti. ¿Te conformas con tan poco?- exclamó irritado, desprendiendo furia por sus ojos.

-Perdone, pero el tiempo en que practique es asunto mío.

-¿Pero qué dices? ¿No tienes un objetivo, alguna razón por estar aquí?

-Sí, lo tenía. Pero tengo prioridades y por esa razón me iré. Había hablado ya antes de este tema, así que no se preocupe, mañana vendré para retirar todas mis pertenencias- respondió, ya harto de la situación, y sin importarle si se mostraba irrespetuoso no dejo al hombre mayor continuar, pasando de largo dejando atrás las palabras que tenía en su boca.

Chasqueó molesto por la actitud del mayor. El hombre le quitó su sonrisa, pero por suerte supo como deshacerse de él sin implicar un problema mayor que dos caras largas, una más que la otra frustrada.

Por suerte, Wooyoung estaba para él. Lo pudo confirmar una vez más cuando al abrir la puerta principal de la empresa, se lo encontró en la vereda de la calle de enfrente agachado acariciando a Eunnie. No tomo mucho para que el alfa subiera la mirada, encontrándose a un sonriente Choi.

San no tardó en correr hacia el, sin borrar su sonrisa embobada, sorprendido al alfa cuando decidió saltar encima suyo haciendo que Wooyoung lo sujetará por sus muslos mientras que colgaba de el posando sus piernas en la cadera y pasando sus brazos por el cuello de Jung.

-¿Sanshine?

-Hola, hyung.

San lo saludo, posando sus manos en las mejillas del contrario, acariciándolas con cariño antes de sorprender a Wooyoung y chocar ambos labios, tan solo un leve roce que la sacudió a los dos con una electricidad adictiva, sedienta por el otro. El menor no se detuvo, luego del pequeño beso, le dio otro más, y posterior al segundo le dio un tercero, igual de corto pero encantador que el primero

-Te ves bonito, Sannie. ¿Cómo te fue hoy?- le preguntó el alfa aún sosteniéndolo, ocultando su rostro en el cuello del menor brindándole un pequeño beso ahí.

-No fue el mejor día, pero no me interesa.

-¿Qué ocurrió? - preguntó preocupado.

-Nada, es solamente que me aceptaron, pase la evaluación- murmuró feliz, volviendo a conectar la mirada con Wooyoung cuando llevo su mano al cabello del chico.

-¿En verdad, Sannie?

-Lo conseguí.

-¿Es cien por ciento real?

El omega asintió, sin soportarlo más para volver a unir sus bocas con la diferencia de ser esta vez un beso más intenso, moviendo sus labios con suavidad, con necesidad de consumirse en su gusto y amor, en ellos mismos, juntos.

-¿Sabes algo?- le dijo una vez separados, ya bajado de los brazos del alfa volviendo a tocar tierra firme pero aún conversando un fuerte abrazo. Solo hizo falta un sonido de garganta para continuar-. Eres la mejor persona que he conocido, nunca nadie se había arriesgado tanto por mi, por motivarme a cumplir un sueño, por no dejarme de lado. Te debo mucho, gracias a ti logre ser aceptado.

-Es suficiente con que no te vayas de mi lado, porque yo estoy dispuesto a cruzar cada camino si tengo tu mano tomada- habló con sinceridad, atrayendo más el cuerpo de quien tanto ama a su lado, cerca suyo.

Y cuando otro beso más iba a ocurrir, un ladrido los separó de golpe, pidiendo atención mientras se paraba en dos patas sosteniéndose de las piernas de San quien no dudo en abrazarlo.

De esa forma estaba bien.

Si San tenía a Wooyoung junto a él, como Wooyoung tiene a San a su lado. Ya nada más era necesario, no cuando su universo ya estaba completo.

Jung termino por besar la mejilla de San, cerca de sus labios para tomar el bolsón que cargaba el menor y llevarlo él.

-¿Vamos, precioso?

San río nervioso, tomando la correa de Eunnie encargándose de la pequeña mascota mientras que con su mano libre buscaba la mano del alfa para entrelazarlas y de esa forma, comenzando a caminar.