Y E O L Y E O D E O L

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Wooyoung permanecía de pie caminando en la entrada de la empresa de Yeosang y San esperando a él último mencionado, quien llevaba casi veinte minutos de retraso.

Había sido una tarde ajetreada para el alfa, quien terminó una canción en tiempo récord e indagó sobre buenas opciones universitarias además de soportar el mal carácter de Seonghwa a través de una llamada la cual inicialmente era para Yeosang, pero debido a un arranque de celos, Seonghwa se integró y le entrego toda la información que necesitaba Wooyoung ya que, cierto omega presente en la llamada se negaba a dársela. Todo termino cuando Seonghwa le dio la dirección de la empresa con exactitud y corto rápidamente sin dejar que Wooyoung le agradeciera, sin embargo, a Seonghwa no pudo importarle menos.

No se molestó con el menor, sin embargo, a penas lo volviera a ver se encargaría de quejarse por ser tratado de mala forma cuando él es el mayor.

Aseguró tener su mochila por casi novena vez, rezando para que todos los papeles que guardo antes de salir de su trabajo continuarán sanos entre todos los cuadernos y carpetas que traía consigo. No sabía si lo estaba haciendo bien al tener todos aquellos datos para San, pero quería hacer algo bueno por el omega que soñaba cortejar. Aunque, todavía pensaba en como confesarle sin tener problema alguno todos los sentimientos que tiene por él.

-¡Wooyoung hyung!- un gritó algo ahogado hizo que sus pensamientos fueran desechados a un lejano lugar para prestar atención a esa dulce personita que venía corriendo hacia el como un pequeño niño de primaria al salir de clases, quien a penas llegar a su lado sin vergüenza se lanzó a sus brazos mientras que con un notable puchero se disculpaba reiteradas veces.

El alfa sonrió, imaginándose lo similar que sería algún día sí el omega fuera suyo, cuando luego de tanto tiempo al fin pudiera llamarlo su novio y quizás también portara en su cuello una bonita marca que los uniría a los dos en un lazo únicamente formado por amor.

Olvidándose de todo lo demás, dirigió su mano hacía las hebras del omega que reposaba su cabeza en su pecho y acarició con dulzura a la vez que una sonrisa se hacía presente en sus labios.

-¿Qué sucedió Sanshine?- habló con suavidad encargándose de no dejar de mimar a su menor.

-Lo siento, te hice esperar mucho pero el coreógrafo no nos quería dejar salir porq- se calló sin terminar su explicación al sentir como el alfa lo envolvía en sus brazos logrando oler el aroma que emanaba donde mismo provenía, donde era más fuerte y lo arrasaba a un mundo de tranquilidad.

-Sanshine no te preocupes, yo soy capaz de esperarte todo el tiempo del universo si hace falta.

. . . 

-Hyung- murmuró San terminando de comer el kimchi que Wooyoung preparó minutos atrás, sintiéndose totalmente satisfecho y a gusto. Observó como ahora e alfa lo miraba demostrando toda su atención puesta en él-. ¿Por qué en la mañana dijiste que pasarías por mí?- preguntó librándose de esa duda que lo carcomía desde que se había despedido del mayor en la mañana.

No hubo respuesta, pero el alfa se levantó de su sitio y fue en busca de su mochila la cual reposaba en uno de los sillones cercano al par. La tomo y volvió a su lugar para alejar los trastes sucios a un lugar apartado de la mesa para finalmente, sacar una carpeta y extenderla hacia San indicándole con esa simple acción que revisara su contenido.

-¿Es-esto es?- consiguió decir por lo bajo el omega al sentir como temblaba por lo que decía en los papeles.

-Estuve buscando algunas opciones, conseguí solo tres pero por lo que me han dicho son universidades aceptables para estudiar. Están todos los datos de la carrera que te gusta y las pruebas para ingreso son en dos meses más, tiempo suficiente para estudiar y repasar algunas cosas de la secundaria- comento señalando las partes necesarias en el papel-. Puede que no sea mucho, pero me gustaría que lograrás cumplir uno de tus sueños y por lo mismo te entrego todo eso, porque quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte y ayudarte en lo que necesitas, incluso más que eso.

-Pe-ro yo no pue-edo- murmuró sintiendo sus ojos cristalizarse por la preocupación y también detalle de Wooyoung, uniendo la mirada con el alfa sin deseos de apartarla nunca.

-Sí, San, tu eres muy capaz de conseguir todo lo que deseas- respondió acercando su mano para acariciar la mejilla del omega, sintiendo lo caliente que estaba seguramente por sus palabras.

Ambos mantenían sus ojos puestos sobre el otro, observándose queriendo ver más allá de lo que estos reflejaban, anhelando ver la alma que tenían sintiendo sus lobos revoloteando en el cariño que comenzaba a existir en ellos sabiendo que algún día lograría convertirse en amor.

San no se resistió más y volvió a abrazar a Wooyoung enredando sus brazos en la calidez del cuello del alfa mientras que escondía su rostro en ese mismo lugar soltando con libertad unas cuantas lágrimas.

-En serio, muchas gracias hyung, gracias por creer en mi- sollozó dejándose llevar por los brazos de Wooyoung quien lo sostuvo y lo sentó en su regazo, repartiendo caricias intentando calmarlo para que no continuará llorando más.

Y San estando ahí aprisionado sintiendo el aroma de Wooyoung cubriéndolo, sabía que estaba bien.

Que Wooyoung era más que una simple atracción.

Que lo quería a tal punto de desear estar siempre a su lado, que lo quería y le gustaba demasiado como para querer ser más que un simple amigo, quería más de él que un simple abrazo. San quería todo, quería ser su pareja.

Detrás Tuyo [Woosan](Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora