Y E O L I L G O P

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San bostezó con un notable sueño presente no solo en su rostro, el cual tenía notorias ojeras y ojos caídos, sino también en su aspecto, del cual la mitad de sus prendas iban desordenadas al igual que su cabello. Sabía más que nadie las consecuencias que provocaba el jugar hasta altas horas de la madrugada, no obstante, su excelente racha de buena suerte no siempre aparecía y siendo sincero no pensaba en desaprovechar la situación.

Aún si eran recién las diez de la mañana y el sol se mostraba intensamente con ganas de brillar, nada parecía querer despertarlo... Nada a excepción de Wooyoung.

Esperando el autobús prefirió mantenerse de pie que sentarse en las bancas ya que si reposaba al menos unos breves minutos, caería fácilmente dormido en plena calle, cosa que no deseaba para nada.
Sus pequeños ojos fueron abiertos con sorpresa al notar la silueta del alfa caminando en la calle paralela a la que él se encontraba. Por unos pocos segundos, creyó que el sueño le había ganado y ahora el pelinegro aparecía en ellos, pero desechó la idea luego de pellizcar reiteradas ocasiones sus mejillas y brazos.

A pesar de que su corazón deseaba llamarlo, su cabeza le decía que seguramente estaba ocupado y tenía cosas por hacer. Entonces, entre dudas y muecas al debatirse a si mismo que debería hacer, guío su mirada nuevamente al alfa y se tenso levemente al encontrarlo con su vista clavada en su persona. Ambos se observaban desde aquella distancia que los separaba queriendo grabar el momento a la vez que pequeñas sonrisas se hacían presente en sus labios, sin olvidar, los fuertes latidos que los dos corazones tenían solo por verse.

Wooyoung permanecía parado en el cruce, esperando ansioso a que el semáforo señale a los autos que debían detenerse para así los transeúntes continuarán su camino. Cuando este cambio al color verde, el alfa decidido corrió hacia San quien todavía se encontraba congelado en su sitio, reclamándole a su lobo lo indeciso que había sido a comparación de el alfa, ahora delante suyo.

-Hey Sanshine- saludó Wooyoung sonriendo aún más que antes.

-Hola hyung, ¿Cómo estás?

-Creo que un poco más despierto que tú- comentó divertido alzando sus brazos para acomodar el cuello de la blusa que el omega traía puesto-, ¿Dormiste mal? O quizás, ¿Te quedaste despierto hasta la madrugada?

San con vergüenza asintió. Se lamentaba haber permanecido frente a la televisión sin tener las horas suficientes de descanso y más aún si se mostraba desarreglado frente al alfa que le empezaba a gustar. Comenzaba a creer que no tendría oportunidad de parecer atractivo a Wooyoung, ni mucho menos responsable y cuidadoso como un omega debía ser.

-¿Por qué?- al contrario, Wooyoung sólo se preocupó y sus deseos de protegerlo aumentaban más y más.

-Es vergonzoso- confesó San tímido sin querer pronunciar palabra alguna sobre el tema.

-Vamos Sannie, que me preocupo.

-Es que es tonta la respuesta.

-Y aún así quiero saberla- insistió.

Con un puchero en su boca y desviando su mirada hacia otro lugar, San comentó la razón de el porque tenía tanto sueño y se mostraba tan desarreglado. El alfa no dejo de sonreír, y lejos de sentirse incómodo o molesto por la actitud del australiano, se siento feliz y su gusto por el omega solo creció más.

-Supongo que tienes que ir a entrenar, ya que hubieras podido estar cómodo en tu cama durmiendo pero al contrario estás aquí.

-Sí, sólo llevó un mes y medio en la compañía pero en ocasiones aún dudo sobre la decisión de continuar como bailarín.

-¿Dudas por lo qué me comentaste hace días?- alzando una ceja Wooyoung preguntó algo curioso-, ya sabes, sobre estudiar diseño de interiores.

-Sé que también es algo tonto- asintió ante las palabras de Wooyoung-, quiero decir, nunca me fue bien como para entrar a estudiar con facilidad, pero aún así estoy dudando.

-Te deberías dar la oportunidad, quizás te sorprendas en lo que te prepara el futuro y las oportunidades que puedes tener si te decides estudiar la carrera.

-De todas formas tengo miedo a intentarlo.

Jung asintió comprendiendo la situación. Cuando su objetivo fue claro sobre sus estudios superiores, Wooyoung también estaba inseguro sobre si en realidad era buena opción estudiar música, si dedicarse a la composición le traería buenas oportunidades en su vida. Estuvo durante varias semanas dudando hasta que Jongho lo convenció aconsejando lo bueno que es arriesgarse en la vida, aprovechar las oportunidades y sobre todo no arrepentirse de nada. Actualmente, tales palabras nunca le fueron indiferentes y cumplieron todos sus sueños.

Antes de lograr responder, su celular sonó debido a una llamada entrante. Se disculpó por unos segundos y respondió teniendo de por medio solo una corta conversación monótona. Su compañero de trabajo ya había llegado mientras que el todavía no. Tenían una canción que entregar en dos días más y aún le faltaban algunas correcciones por hacer.

-¿Te desde ir?- preguntó San viéndolo asentir.

-San, ¿A qué horas sales hoy?

-Pues, debería salir a las seis con cincuenta, ¿Por qué?

Wooyoung sonrió. Necesitaba terminar rápido con su trabajo y convencer a Yeosang que le diera la dirección, pero eso se encargaba después.

-Te pasaré a buscar, ¿Si? Nos veremos dentro de unas horas Sanshine- terminó por decir y le guiñó un ojo despidiéndose con una sonrisa. Le hubiera encantado ir a dejar al menor directamente a la empresa, pero por desgracia, tenía cosas por hacer, prioridades que ahora San encabezaba y que al llegar la tarde le mostraría lo planeado hace, literalmente, segundos atrás.


Dije que iba a actualizar diario, pero se me olvido pidoperdón
Como recompensa por mi olvido les traigo una mini maratón u u

Detrás Tuyo [Woosan](Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora