Capítulo 5 parte 1

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La boda parte I

─Una gota diaria será suficiente, viértela en la bebida y comida de ambas, nadie más puede probar de esa comida.

Vertió una gota en el puré de papas, mientras recordaba las palabras de la bruja, solo ambas comían de ese puré, ya que sus padres eran alérgicos y sus hermanas odiaban las papas, así que no había fallos, no podía haber fallos.

Todo debía ser perfecto.

Luego de la comida fueron a dormir, Ariel aún estaba despierta repasando el plan en su cabeza mientras alimentaba a su pez Flounder y a su pequeño cangrejo Sebastián. Todo estaba saliendo tan bien que era extraño y eso la inquietaba, su futuro dependía de los resultados de su plan, y cuando las cosas van bien, demasiado bien, hay que preocuparse.

Cansada de tanto pensar decidió ir a dormir y descansar, tenía cosas que hacer al día siguiente.

[•••]

  Tan solo faltaban 3 semanas para que se consumara la boda y la poción aún no hacía el efecto completo, pero unas pocas veces veía, sentía y vivía lo mismo que su hermana y eso solo significaba que estaba a punto de terminar el cambio.

En esas pocas veces veía cosas que quizás era mejor no haberlas visto.

Era de noche, y lo supo por la inminente oscuridad que encerraba la habitación.

Sabía que en ese justo momento veía a través de los ojos de su hermana, solo esperaba que ella no estuviera enterada, o que no viera lo que hacía, porque todo podría irse a la mierda.

  Estaba en la cama con Eric, besándose.
Porque su hermana no perdía el puto tiempo, siempre aprovechaba cualquier ocasión para besuquear o follarse al príncipe en cualquier lugar, como la puta barata que era.

Y ese era uno de esos momentos, no sabía si excitarse o sentir vergüenza ajena.

─Fóllame Eric, hasta que no puedas más ─susurró Andrina mientras se quitaba sus prendas y se quedaba solo con el sujetador y las bragas.

Mierda.

  De un momento a otro Eric se colocó encima de Andrina.

La pelirroja sintió como su corazón latía desbocado, esta vez no solo vería, también sentiría.
Vio por primera vez al príncipe despojado de toda prenda, el torso ligeramente marcado, y más abajo algo con lo que toda mujer fantasea.

Sin pensárselo obligó mentalmente a su hermana a tocarlo, como un pensamiento, y así lo hizo, su mano se desplazó de arriba abajo por toda la longitud del miembro del chico, quién gemía de placer y llevaba sus dedos hasta la entrada de la chica quien ya estaba excitada y algo lubricada. La chica emitió un pequeño grito de placer una vez los dedos del príncipe se introdujeron en ella.

  Ambos ahogaban sus gemidos en besos, mientras se daban placer uno al otro. Cuando Eric se separó de ella y sacó sus dedos de su interior, ella ya supo lo que le esperaba.

Y de un golpe introdujo toda la extensión de su miembro en ella, y sus gemidos fueron ahogados nuevamente con besos, las embestidas comenzaron suaves y lentas, y al poco tiempo eran cada vez más rápidas, y con más deseo.

─Más fuerte ─jadeó Andrina, cumpliendo los deseos de su hermana, como si fueran simples pensamientos.

Tanto Andrina como Ariel disfrutaban del buen sexo que les estaba brindando Eric.

La malvada Sirenita [+18].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora