11

353 35 6
                                    

—Sookie, ¿Estás bien?

La pregunta de Jisung me sacó de mis pensamientos. Giré un poco mi rostro para verlo, encontrándome con su mirada preocupada, sonreí para tranquilizarlo.

—Estoy bien, sólo recordaba la letra de una canción—, rasque mi cuello, soltando una risita nerviosa.

—Supongamos...—susurró viendo al piso

Estábamos camino a su casa, esta vez sería yo quien lo acompañara. Odiaba que él fuera siempre el que me acompañara a casa, así que acordamos en turnarnos a la semana.

Estaba atardeciendo, hacía un poco de frío y las personas caminaban de un lado a otro por la acera. Miré a Jisung quien pareció ponerse nervioso y tomé su mano, caminamos un poco más rápido hasta llegar a su departamento.

Él abrió rápidamente la puerta, el silencio del lugar recibiéndonos, se tiró al piso de rodillas y quitó su corbata rápidamente.

—Sookie, no respiro...—musitó

Me senté a su lado y trate de calmarlo. Le quería dar un ataque de ansiedad, de nuevo.

—Todo está bien, cariño. Respira conmigo...—sonreí tomando sus hombros

Él me apartó suavemente y se sentó en el piso, pegando su espalda de la pared, sus ojos cristalizados y respiración agitada.

—No respiro, me voy a morir... Sookie, no respiro...

Negué poniéndome de rodillas frente a él.

—Mírame, Han. No vas a morir, tus pulmones están bien, tú estarás bien. Respira conmigo, uno...dos...

Empezó a inhalar y exhalar conmigo, apretó sus piernas y negó rompiendo en llanto.

—Soy un monstruo, Sookie. Te voy a lastimar, me voy a volver loco y moriré... Yo...

—No, no eres un monstruo ni un loco. Esto es sólo algo pasajero, yo estoy aquí apoyándote cariño... Trata de calmarte, tú eres fuerte—sonreí tristemente, tenía que ser fuerte y no romperme.

Tenía que ser fuerte por él...

Volvimos a inhalar y exhalar hasta que su respiración se calmó, se lanzó a mis brazos y lloró como un bebé. Acaricié su cabello y besé su frente para tomar sus mejillas entre mis manos y limpiar sus lágrimas.

—Todo está bien, Sunggie... Estoy contigo—sonreí

Jisung sufría de ansiedad debido a un pequeño trauma de pequeño, aunque no me lo ha contado aún porque recordar eso lo ponía fatal. Había pasado un mes desde su última recaída, lo cual me pone algo triste verlo así de deprimido.

Ambos éramos iguales en ese aspecto, aunque yo no he tenido un ataque desde hace un año gracias a visitas constantes al psicólogo y ayuda por parte de Dae. Lo mío se debe a aquel problema que tuve hace un año, todo por un mal entendido, donde se rompió un amor y amistad por mi inmadurez.

—Voy de mal en peor—soltó una risa ronca, suspire dejando la taza de té en la mesita frente al sofá y me senté a horcajadas sobre él, poniendo mis manos sobre su pecho desnudo.

—No, sólo fue una pequeña recaída ¿Y la venciste, no?

Él asintió tristemente, pasando sus manos por mi cintura.

—Se supone que debía estar mejor, siempre tomo mis pastillas y voy con el Doctor Kang pero es como si no avanzara...

—Si has avanzado bastante...—susurré haciendo una mueca

Él sonrió un poco y besó mis mejillas, comencé a peinar su cabello algo desordenado, poniéndome nerviosa por su mirada.

— ¿Qué?

—Mi camisa te queda perfecta...—sonrió pícaramente, haciéndome sonrojar.

Luego de que pasara una hora de su ataque de ansiedad, ambos nos pusimos a hacer tarea aunque no fueron terminadas debido a su picardía, sí, según él necesitaba olvidar lo ocurrido haciendo cosas que hacían los adultos.

Él era un tanto cómico, ¿No?

—Necesito una ducha—reí tratando de levantarme pero él lo impidió, apretando mi cintura y tomando mi mejilla para besarme.

Sus besos eran algo agresivos y excitantes. Sus labios se movían a la par con los míos, mordió mi labio inferior haciendo que soltara un quejido y se separó un poco de mi para reírse. Su pecho subía y bajaba rápidamente, nuestras respiraciones todo un caos por ese candente beso, besó la punta de mi nariz y metió su cara en mi cuello.

—Quiero otra ronda...—susurró sobre mi cuello, dándome cosquillas y una sensación extraña en mi parte baja.

No fifí, cálmate.

— ¿Seguro? Te puede dar otro—sus labios estampándose contra mi piel me hizo callar, comenzó a repartir besos húmedos en mi cuello mientras su mano se metía por las aberturas de su camisa de botones.—Siempre me convences...

Pasamos toda la tarde que quedaba viendo películas, sí, si vimos luego de hacer travesuras.

La verdad no era la primera vez que hacíamos eso...

Recuerdo haber iniciado mi vida sexual con cierto viejo amigo mío, Seo Changbin, en serio nos queríamos mucho...

Miraba el oscuro cielo mientras caminaba por las frías calles en dirección a mi casa, aún estaba algo preocupada por Han, no quería dejarlo solo por si sufría otro ataque pero él me aseguró que estaría bien.

Una silueta conocida me hizo sonreír, corrí hasta subirme a su espalda, asustando al chico y casi se le caen unas pequeñas bolsas en su mano.

—Casi me matas, gases tóxicos...—susurró tocando su pecho, reí al ver su cara y caminé junto a él en silencio.

¿Por qué tan callado? Era extraño en él...

— ¿Pasa algo, moco suelto?

Él me miró indignado por su apodo y suspiró negando.

—No, sólo pienso cosas.

— ¿Cómo cuáles?

—No seas chismosa—rodó los ojos

Llevaba una pijama elegante y sus pantuflas de hurón, súper tierno.

— ¿Qué consejo me das para el concurso...?

—Sólo practica, siéntete segura de ti misma y cómete al mundo—sonrió hacia mí

—Es muy grande, no puedo—hice una mueca, él rodó los ojos haciéndome reír.

—Tú y tus chistes malos...—susurró abrazando las bolsas. Caminamos en silencio, él llegó a su casa así que me despedí e iba a seguir mi camino cuando él me detuvo.—Le dije a tus padres que te sentiste mal del estómago, fuiste a enfermería y por eso faltaste... Alguien les fue con el chisme, así que ahí te medio bajé el castigo.

—Gracias, Jinnie—sonreí muy agradecida

Me despedí de él y seguí mi camino algo asustada. Seguro venía algo muy feo...

All For A Kiss...💋 [•Hwang Hyunjin•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora