All For A Kiss...💋 [•Hwang Hyunjin•]

32

Yang JeongIn.

Todos mis amigos ya tienen pareja, menos Dae Hwi. Él seguro quedará soltero hasta viejo por amargado.

Hace un tiempo la profesora de Química me mandó a llevar unos libros a la biblioteca, allí la conocí a ella. Mi primer amor.

Era la chica más tierna, bonita e inteligente que había conocido. Aunque, nunca me había fijado en sí en otra chica, soy más de juegos y series junto a mis amigos.

Aún recuerdo el día que la conocí. Uno de los libros que llevaba le cayó en el pie, fue chistoso escuchar sus quejas con esa voz chillona pero tierna. Intenté acercarme a ella luego de ese incidente, quizá ya ni se acuerde que fui yo quien casi le quita un dedo pero conservaba esperanzas.

'No pierdas la esperanzas abuelita', siempre me animaba Suni con esa frase.

Suspiré nervioso, apretaba aquella galleta en mi mano con algo de fuerza mientras veía con cautela por la ventana que daba vista a la biblioteca. Allí estaba ella, como siempre metida en sus libros.

A parte de estudiar, también le gustaba mucho dibujar, más de una vez que he pasado 'a buscar un libro' por las estanterías cerca de ella, he visto ciertos dibujos muy lindos en su cuaderno.

Casi siempre estaba sola. Algunas veces la acompañaba una chica o su amigo, lo cual era raro verlo con ella, siempre andaba caminando con más chicas que parecían tener una relación extraña con él. Eso me tranquilizaba, me quitaba el miedo de que quizá tengan algo.

A paso ansioso me acerqué hasta su mesa cuando ella se levantó a hablar con la bibliotecaria. No me percaté del bolso que estaba en el piso y mi pie se enredó, haciendo que tropezara y hiciera caer su cartuchera. Todos los lápices y colores se regaron por el piso, haciendo un escándalo que no sólo llamó la atención de todos allí sino también de la bibliotecaria quien me miró mal y ella.

Mientras ella se acercó a paso veloz, escondí la galleta en mi bolsillo trasero del pantalón. Miró sus cosas en el piso y luego a mi, su ceño se frunció y me señaló acusatoriamente.

— ¡Tú! ¿De nuevo? —exclamó algo molesta
—Primero casi me quitas un dedo y ahora tumbas mis cosas.

Se veía muy tierna cuando arrugaba la nariz molesta. Sonreí emocionado al saber que me reconoció.

— ¿Te acuerdas de mí?

Soltó un bufido, cruzándose de brazos.—Obvio, eres el amigo de mi prima y el tonto que casi me quita un dedo con un enorme diccionario.

—En mi defensa, esa profesora usa muchas palabras raras así que utiliza mucho diccionarios... —respondí pensativo. Esa profesora se toma muchas molestias para amargarnos la vida.

Ella me ignoró y se puso de cuclillas para recoger sus cosas. Hice lo mismo para ayudarla, estaba muy apenado pero me parecía chistosa nuestra manera de entablar conversación.

En esa posición estaba muy cerca de ella, su perfume olor a mandarina inundaba mis fosas nasales, su piel se veía limpia y delicada, sus pequeños lunares... Era muy hermosa.

Le entregué los colores que tomé, ella agarrándolos para ponerse de pie y acomodar su cartuchera de unicornio. —Gracias, para la próxima ten más cuidado.

Asentí apenado, ella me quedó mirando un buen rato sin decir nada y negó sentándose. Dudé en su darle la galleta, seguro se enteraría que yo era quien se las dejaba allí siempre y sería aún más vergonzoso. No, sería para después.

Solté un gruñido y caminé para salir de la biblioteca. Bravo, Yang JeongIn.

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