𝐔𝐧𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐄𝐧 𝐋𝐚 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚

Capítulo 7

—Tanjiro-san... se quien es el traidor...— Kanao llamo su atención cuando regreso.

—¡¿Quien es el traidor?!

—El traidor es...

—¡Tanjiro!— Zenitsu había llamado su atención —¿Lograste alcanzarlo?

—No Zenitsu.

—Maldición.

—Pero yo si se quien es el traidor— Dijo Kanao.

—¿Quién es?

—El traidor es Félix.

—¡¿Félix?!

Le preguntaron todos al mismo tiempo.

—Si.

—No. No te creo Kanao-san— Nezuko se negaba a aceptar que el era el traidor.

—El es el traidor Nezuko-san, mi vista no me engaña.

—Pero el es uno de los mas fieles caballeros del reino— Ahora también protestaba Tanjiro.

—Pero créanme es el es traidor.

—No Kanao, puede que lo confundiste, pero el no es el traidor— Aoi también se sumo.

—Por favor, créanme, se lo que les digo.

—No Kanao, no te creemos. Félix a servido al reino desde hace años. El no puede ser el traidor— Tanjiro se negaba.

—¿Qué tengo que hacer para que me crean?

—Pruebas.

—Nunca pensé decirlo pero inosuke tiene razón.

—¿Y si Kanao-chan tiene razón?— Fue Zenitsu quien apoyo a la Stuyuri.

—Tendríamos que castigar a Félix. Pero el no es el traidor.

—Pero puede que Kanao-chan tenga razón.

—¿Por que estas tan seguro Zenitsu?

—No estoy seguro al 100%.

—¿Entonces por que insiste en que Kanao-san tiene la razón?— Nezuko se había ¿enojado? por como el defendía a la oji-lila.

—Por que yo eh notado un comportamiento raro en Félix desde hace un tiempo.

—Eso no significa que sea el traidor.

—¡Ya basta!— Kanao estaba harta de que se pelearan por su culpa —No quiero que se pelen por mi culpa. Pero yo les voy a demostrar que el es el traidor.

Cuando estuvo a punto de salir de la lugar, un dolor horrible apareció en su herida, haciendo que se desmallara.

—¿Donde...?

Kanao se había despertado en un lugar algo alejado de su reino, pero noto algo raro.

Tanjiro estaba arrodillado con barias heridas, mientras sus amigos estaban viendo... ¿algo?, y a sus alrededores muchos soltados muertos.

—¿Q-qué esta pasando aquí?

Al acercarse a ver... se llevó una gran sorpresa.

Tanjiro estaba abrazando un cuerpo sin vida... pero después de unos segundos se dio cuenta que el cuerpo que estaba abrazando era el de ella.

—¡¿E-esa soy yo?!

Retrocedió 3 pasos hacia atrás para después seguir viendo aquella ecena un poco rara

—Si tan solo... Hubiera sido mas rápido... ¡Tu estarías viva Kanao!

Esas eran las palabras eras las que repetía el Kamado en esos momentos.

—Tanjiro, por favor. Ya no podemos hacer nada, ella esta muerta.

—¡Pero la puede haber salvado Nezuko!

—Ella se sacrifico por ti.

—Además, murió con orgullo. Gracias a ella ganamos la guerra.

—¡Eso ya no me importa!

—Pero...

—Nada Nezuko... Si ella ya no esta conmigo... Yo iré con ella.

—¡Tanjiro no!

Antes de que Tanjiro se apuñalara Kanao despertó.

Estaba muy agitada, sudaba frio y estaba... Llorando.

—¿Kanao estas bien?— Preguntaba Tanjiro algo preocupado.

—S-si— De nuevo apareció el dolor en su herida.

—No te sobre esfuerces. Tu herida de abrió un poco mas. Puede ser peligroso si se te abre mas.

—Pero... ¿Qué paso con Félix?

—Al principio no lo quería creer... pero tu tenias razón, el era el traidor.

—¿Cómo se dieron cuenta?

—Yo lo descubrí dándole información al pueblo Demon.

—Oh, bueno ahora vez que yo no estaba equivocada— Trataba de aguantar la risa.

—Te ves muy linda sonriendo...

Ese comentario hizo que la Stuyuri se sonrojara.

—G-gracias...

El kamado se dio cuenta de lo que había dicho y fue cuando reacciono.

—P-perdón no era consiente de lo que decía.

—No te preocupes.

—Bueno... M-me tengo que ir para una junta. Solo estaba esperando a que despertaras par a poder ir.

—Esta bien...

Antes de que el Kamado saliera del lugar Kanao llamo su atención.

—¡Tanjiro!

—¿Qué sucede Kanao?

—Gracias por cuidarme y preocuparte por mi.

—No te preocupes, para eso estoy. Y recuerda no hacer esfuerzo hasta que te cures.

—Esta bien.

Tanjiro salió de la habitación y al dar unos cuantos pasos se detuvo.

—¿Por que haces que mi corazón se acelere?

Kanao no le dio importancia al sueño, pero no sabia que eso no era un simple sueño...