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Todo estaba negro, su visión empezaba a fallar, las manchas de luz eran mínimas y lo único que percibía era el sonido a su alrededor.
Hubieron cinco disparos y JungKook escuchó quejidos, pasos y más pasos a su alrededor, se le hacía muy díficil concentrarse por el dolor en todo su cuerpo. Oyó una última bala ser disparada y luego un portazo.
—JungKook —escuchó la voz de TaeHyung, y a pesar de que este estuviera tocándolo, no podía sentir su tacto.
En poco moriría, no podía hablar ni hacer nada para impedirlo. Escuchó a TaeHyung alejarse, pero no oyó sus pasos de regreso, ahora había perdido la audición, era como si su mundo se hubiera vuelto una habitación vacía, a oscuras, nunca se había sentido tan cerca de la muerte y solo quería llegar lo antes posible para que dejará de doler tanto.
Podía sentirse cada vez más liviano, menos doloroso y silencioso.
Nunca se puso a pensar en cómo moriría, pero quizá de aquella forma estaba bien para él, con la sangre de TaeHyung.
Sus convulsiones iban cesando y creyó que era porque su cuerpo empezaba a morir, pero la luz volvió a hacerse en sus ojos y escuchaba suaves "por favor", por parte de TaeHyung.
Ahora podía sentir su tacto, como acariciaba su cabeza suavemente, escuchaba sus latidos acelerados por la desesperación y una de las manos de TaeHyung estaba temblorosa, pero de todas formas clavó una aguja en su antebrazo, pudo sentir el poco líquido entrar en su cuerpo, pero no dolió.
Abrió los ojos y lo primero que observó fue a TaeHyung, abrazándolo con fuerza y con ojos cerrados, como si pidiera algún deseo.
Tenía sangre seca en su cuello por la mordida que le había hecho, no tenía mejor color de piel, pero estaba seguro que mejoraría con el tiempo, JungKook sonrió, acongojado y sus ojos se llenaron de lágrimas rojas cuando sintió como su camiseta estaba siendo mojada por las lágrimas de TaeHyung.
Se sentía cansado, más de lo usual y aún todos sus sentidos sobrenaturales no estaban a la perfección, pero seguía vivo y era gracias a TaeHyung.
JungKook pasó su mano libre por el cabello negro de TaeHyung y este abrió los ojos al instante, sus ojos miel, enrojecidos por las lágrimas. TaeHyung lo abrazó casi al instante, pasando sus manos por el cuerpo del rubio para comprobar si todo estaba en su lugar.
Escuchó a TaeHyung sorber su nariz y lo abrazó más fuerte.
—No te atrevas a morir antes que yo —habló TaeHyung por fin—, no te atrevas... —susurró separándose del abrazo lentamente.
Se miraron por unos segundos, TaeHyung posó ambas manos en el rostro de JungKook, que sonreía un poco más por las palabras de este.
TaeHyung se acercó tan de improviso que JungKook no pudo corresponder al beso sorpresivo del contrario al instante. El sabor de sus labios era increíble y lo había añorado, todo de él.
