El dolor no parece frenar, siento como si estuviera al borde de lo que puedo soportar, siento como si me estuviera moviendo pero sé que no es verdad, siento que estoy sentado, de repente una voz masculina suave empieza a sonar.
??? -Despierta, vamos ya dormiste suficiente.
Abro mis ojos y me encuentro sentado en una silla, justo en frente de mi se encuentra la figura que me perseguía de brazos cruzados.
??? -¿Como estuvo la siesta?
Me encuentro demasiado confundido como para pensar en lo que me dice, de repente el toma una silla y me dice.
??? -Mi nombre es Gaskiya ¿Verdad que todo es más claro cuando uno no corre de las cosas?
Ese nombre es la palabra que estaba en el collar, pero ¿Por qué aparece su nombre en el collar de Sedih? y ¿Por qué todo este tiempo cuando el estaba cerca me dolía tanto la cabeza?
Gaskiya -Así que por eso corrías, tiene sentido, al final del día ellos no quieren que nosotros hablemos.
¿Ellos? a que se referirá con ellos, pero un momento yo no puedo hablar, el esta escuchando mis pensamientos, y es más, yo soy la única persona en este lugar ¿Qué cosa eres?
Gaskiya -Así que al final es verdad que no recuerdas nada, supongo que tampoco recuerdas el porque empezaste con todo esto, tal vez, yo pueda refrescar tu memoria un poco.
Gaskiya alza la mano y muestra ante mi el collar de Sedih, lo abre pero esta vez en su interior se encuentra una foto de una mujer, su rostro es tan familiar, de la nada imágenes vienen a mi mente, imágenes de personas, rostros familiares, todos de desprecio, mirándome, pero de entre todos esos rostros de desprecio se encuentra la mirad dulce de esa mujer, ¿Qué son todas estas imágenes?
Gaskiya -Puedes verlos, ahora que ellos están sometidos los recuerdos vuelven a fluir, logras recordar el rostro de la mujer que nos dio la vida, logras ver el rostro de los demás al ver nuestro estado, el pobre niño mudo, aquel que no puede hablar, aquel que no se puede comunicar con los demás, entonces da igual lo que te pase, porque ¿Qué puedes hacer al respecto? ¿Decirle a alguien la verdad?
Los recuerdos vuelven, vuelven todos ellos, las burlas, los insultos, los golpes, todo, pero no todo era malo, ella siempre estaba para mi, ella me cuidaba, ella me quería.
Gaskiya -Pero los muertos no te pueden cuidar ¿Verdad?
Las imágenes del accidente reflotan en mi mente, los recuerdos de pedir ayuda de forma desesperada, pero ¿Cómo hacerlos entender? ¿Cómo podrían escucharme si no tengo voz?
Gaskiya -Cuando ella murió fue difícil para nosotros, nuestro hogar ya no era un opción, ahí fue cuando escuchaste la leyenda del yermo desolado, todos los que entraban desaparecían para siempre, y no te voy a mentir, en ese entonces desaparecer sonaba muy tentador, tu tomaste la decisión, pero el que tu te rindieras no quiere decir que los demás lo hiciéramos también, tu nos arrastraste a todos a esta situación, pero no creas que estoy enojado con tu decisión, al final del día tu fuiste el que más afectado quedó.
Mientras Gaskiya va hablando todo empieza a volver, ahora soy capas de recordar todo, recuerdo todo el sufrimiento y con cada recuerdo va aumentando mi cansancio poco a poco voy perdiendo la conciencia.
